XXXI Jornadas de Astronomía Planetario de Castellón y CoffeeBreak: señal y ruido

XXXI JORNADAS DE ASTRONOMÍA del PLANETARIO CASTELLÓN

Después de dos años intensos organizando y gestionando las Jornadas de Astronomía del Planetario de Castellón (ediciones XXIX y XXX), y con unos resultados más que notables (podéis encontrar más información en este mismo blog), nuevamente me encontraba ante un reto a principios de este año: reunir a 10 conferenciantes que fueran una referencia -tanto en el panorama profesional como en el amateur- de la astronomía y despertaran el interés del público para asistir, en un fin de semana intenso, a un programa  de conferencias consecutivas con temas de actualidad.

La actualidad astronómica y la transversalidad de esta ciencia con otras noticias también de otras disciplinas, ofrece un abanico amplio de posibilidades, pero muy diferente es contar con personas de trayectoria reconocida tanto en la investigación como en la divulgación de calidad o alta divulgación en esas disciplinas.

Hay que recordar que la abundante información que es posible encontrar en Internet va en detrimento del mantenimiento de los eventos presenciales, aunque estos sean gratuitos gracias al interés y esfuerzo del Planetario y por tanto, de nuestro Ayuntamiento.

El núcleo de la iniciativa de este año partió de alguna conversación entre Borja Tosar, Héctor Socas y un servidor, no sé exactamente en qué orden. Pero la coincidencia de las XXXI Jornadas con el décimo aniversario del mejor podcast de actualidad científica en lengua española, CoffeeBreak: Señal y ruido, nos puso en el camino inicial correcto y sin duda muy especial.

No quiero continuar ni una palabra más sin agradecer en este preciso momento al Dr. Héctor Socas la ilusión mostrada desde el instante 0,1 s, con que, el programa de aniversario, se realizara en nuestro Planetario y que además se retransmitiera en directo como inauguración de las citadas Jornadas. Y así fue.

Cartel de las Jornadas. Autor: Javier Valls

El viernes 11 de abril a las 19 horas se emitió desde el Planetario de Castellón y como inauguración de las XXXI Jornadas de Astronomía el programa especial aniversario 10 años de Coffee Break: señal y ruido. El programa está dirigido por el astrofísico Dr. Héctor Socas, y contó en la mesa con habituales del programa, los doctores y doctoras: Gaston Giribet (Universidad de Nueva York), Marisa Ribes (Universidad de Alicante), Alberto Aparici (Universidad de Valencia) y Francisco Villatoro (Universidad de Málaga).

Previo al programa, pudimos contar con unas palabras de nuestra concejala de Educación y Cultura, María España, que un año más mostró su compromiso con la oferta de calidad del Planetario, pudiendo decir sin rubor que está siendo un referente nacional.

El programa duró dos horas, cumpliéndose con el horario previsto y con todas las plazas del aforo completas (desde un mes antes) y se retransmitió en directo tanto por la red social Facebook del Ayuntamiento de Castellón como por el canal de Youtube de CoffeeBreak. Aquí tenéis el enlace [1] por si deseáis verlo.

Todos los participantes, además, de forma muy generosa, se comprometieron a impartir conferencias de sus diferentes especialidades al día siguiente.

Sábado 12 de abril

Iniciamos el programa del día más intenso, después de una histórica presentación en todas las ediciones de las Jornadas del Planetario, con una ponencia a cargo de mi buen amigo, colega en divulgación y colaborador en la organización de las Jornadas estos tres últimos años, Borja Tosar, que vino a hablarnos del espectacular progreso y situación del “Programa espacial de China”.

D. Borja Tosar es Máster en Astronomía y Astrofísica y también Máster en Comunicación Científica por la Universidad Internacional de Valencia VIU. Colabora con el planetario de A Coruña con una sesión mensual titulada «Postales Planetarias» desde hace 19 años, también colabora con el programa de Radio Galega «A Tarde» con una sección semanal de astronomía, con «El Planetario» en Onda Cero Coruña y con otros medios de comunicación. También es habitual de colegios e institutos en el entorno donde organiza observaciones astronómicas para sus alumnos. Su ponencia sobre cómo China ha experimentado un sorprendente crecimiento en su capacidad astronáutica, tanto en vuelos espaciales tripulados, de los cuales su máximo exponente es la estación espacial Tiangong, como en su programa de exploración planetaria tanto en la Luna como en Marte llevo a plantearnos las preguntas ¿Llegarán a la Luna antes que Estados Unidos?

Posteriormente la primera conferencia de la mañana corrió a cargo del Dr. Francisco Villatoro, que es informático, físico, doctor en matemáticas y profesor en la Universidad de Málaga. Investiga en ciencias computacionales, con énfasis en la física de las ondas no lineales en medios microestructurados. Divulga ciencia desde su blog La Ciencia de la Mula Francis en Naukas y el podcast Coffee Break: Señal y Ruido, en la sección Ciencia para Todos del programa Hoy por Hoy de Radio Ser Málaga, y colabora con otros medios (como la revista MUY Interesante). Su conferencia versó sobre “El Bang del Big Bang” en el que consideraba que la teoría del Big Bang inflacionario introduce una fase de inflación cósmica anterior al Bang del Big Bang, el instante cero en el que aparecen la materia y la radiación, llamado recalentamiento. Describió la historia de la inflación cósmica, con énfasis en su solución a los graves problemas de la obsoleta teoría del Big Bang caliente, refutada por la cosmología de precisión. Así como el estado actual de la inflación cósmica y su potencial futuro gracias a la cosmología de ultra precisión.

Después de una pausa para el café que se sirvió para todos los asistentes, continuamos con la conferencia de Gastón Giribet, venido desde Nueva York en un viaje de muchas horas con escala en Hamburgo, que desde aquí quiero volver a agradecer.

El Dr. Gaston Giribet, es doctor en física y doctor en filosofía. Es profesor de física en la New York University. Anteriormente fue profesor de la Universidad de Buenos Aires, profesor visitante de la Université Libre de Bruxelles y miembro del Institute for Advanced Study en Princeton. Ha escrito más de 150 artículos de investigación en sus disciplinas. Su tema de investigación es la física teórica, la teoría cuántica de campos y la teoría de cuerdas. En su conferencia nos vino a hablar de “Los Agujeros negros súper masivos”. Un agujero negro supermasivo de millones de masas solares yace en el centro de nuestra galaxia. Pero la Vía Láctea no es la excepción: creemos que hay agujeros negros supermasivos en los centros de los cientos de miles de millones de galaxias que pueblan el cosmos. En esta conferencia habló de la naturaleza de esos astros, de las nociones de espacio y tiempo cerca de ellos, y de las paradojas a las que nos enfrenta saber que están allí.

La tarde la empezamos más cerca de la Tierra, con una ponencia de nuestro amigo Pepe Chambó.  D. José Joaquín Chambó es un astrónomo amateur especializado en la observación y astrofotografía de cometas de larga trayectoria en la astronomía mateur española. En 2011 creó el sitio web cometografia.es en el que, además de publicar sus trabajos de astrofotografía, ofrece información actualizada para la observación de cometas, siendo la web de referencia en España y Latinoamérica. Entre los reconocimientos a su trabajo más artístico, a fecha de hoy cuenta con una decena de imágenes seleccionadas como APOD-NASA, haber sido dos veces finalista del concurso organizado por el Observatorio de Greenwich, así como multitud de fotografías de cometas publicadas en diversas revistas especializadas de todo el mundo. También a colaborado en programas ProAm. Nos presentó su ponencia “Entre estrellas y estelas: la fotografía de cometas” donde dio buena cuenta de su gran nivel a la hora de fotografiar estos astros.

Posteriormente pasamos a la conferencia del castellonense, Alberto Aparici. El Dr. Alberto Aparici, es físico y divulgador científico. Estudió en la Universidad de Valencia, donde se doctoró en física de partículas. En la actualidad se dedica exclusivamente a la divulgación científica. Realiza dos secciones de ciencia en Onda Cero Radio: La Brújula de la Ciencia, en los programas de La Brújula y en Más de Uno, dirigido por Carlos Alsina. Colabora habitualmente con los podcasts de ciencia Coffee Break: Señal y Ruido, dirigido por Héctor Socas, y Oscilador Armónico, dirigido por Antonio Rivera. Trabajó durante más de diez años en el Instituto de Física Corpuscular (IFIC), un centro mixto de la Universidad de Valencia y el CSIC, como coordinador de sus actividades de divulgación.

En esta ocasión nos vino a hablar de “Urano y Neptuno, nuestros grandes desconocidos”, ya que curiosamente Urano y Neptuno son los planetas más alejados del Sol, y los únicos representantes en nuestro Sistema Solar de un tipo de mundo que llamamos gigantes de hielo. Demasiado grandes para ser parecidos a la Tierra y demasiado pequeños para ser parecidos al Sol, Urano y Neptuno transitan un camino intermedio y presentan una química única, con grandes cantidades de agua, metano y amoniaco. Sus atmósferas azules ocultan misterios a los que aún no sabemos dar respuesta, como por qué Urano es el planeta más frío o por qué Neptuno tiene los vientos más veloces del Sistema Solar. Pese a formar parte del selecto club planetario, estos dos mundos continúan siendo grandes desconocidos, no sólo para el gran público sino también para los científicos, porque son los únicos planetas que no han recibido una sonda dedicada. Sólo los hemos visitado una vez: hace más de 35 años cuando la Voyager 2 pasó rápidamente por cada uno de ellos.

Tras una nueva pausa para el café, continuamos con la conferencia a cargo de nuestra amiga María Ribes.  La Dra. María Ribes Lafoz, es profesora en la Universidad de Alicante, donde imparte asignaturas sobre la Enseñanza y el Aprendizaje de Lenguas en el Departamento de Innovación y Formación Didáctica, además de profesora de Lengua y Literatura españolas en el Centro Superior de Idiomas de la misma universidad. Es miembro del Equipo Editorial de la Red de Investigación sobre el Próximo Oriente Antiguo, de egiptología y sumeriología, (RIIPOA) y participa como divulgadora lingüística en los pódcast Coffee Break: Señal y Ruido y El Abrazo del Oso.» En esta ocasión vino a presentarnos su conferencia “La influencia del zodiaco sumerio en la astronomía occidental”. Empezando citando el Enūma Anu Enlil, la obra fundamental de la astronomía mesopotámica, escrita entre el II y el I milenio a.C. en Babilonia, aunque basada en tradiciones sumerias aún más antiguas, continúo disertando de cómo en este texto, la división del cosmos y la asignación de dominios celestiales anticipan el reparto mitológico de Zeus, Poseidón y Hades en la tradición griega, y la posterior segmentación del cielo en regiones regidas por estrellas y planetas.  Su legado es clave en la configuración la banda zodiacal y en la astronomía que ha perdurado hasta nuestros días.

La última conferencia del día, a las 19:30 horas, fue a cargo de Héctor Socas. El  Dr. Héctor Socas-Navarro es director de la Fundación del Telescopio Solar Europeo y es investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias IAC así como Director pódcast CoffeeBreak: Señal y Ruido (cuya emisión del décimo aniversario dirigió la tarde anterior), y su nuevo spin-off El Café de Ganimedes, sin duda la mejor alta divulgación científica en lengua española.  En este caso vino a hablarnos de una de sus múltiples líneas de investigación en la astrofísica con “La intrigante hipótesis de Planeta 9”. En los confines helados del sistema solar podría esconderse un gran planeta todavía desconocido. Las órbitas anómalas que vamos descubriendo en los objetos transneptunianos extremos han llevado a plantear la existencia de un cuerpo masivo, entre 4 y 8 veces la masa terrestre y entre 10 y 20 veces la distancia a Plutón. Es lo que se conoce como la hipótesis del Planeta 9. Pero las pistas no terminan ahí. Un meteoroide de origen interestelar que impactó con la Tierra en 2014 podría aportar nuevas claves. Nuestros análisis de su trayectoria sugieren que a su paso por el sistema solar exterior podría haber sido desviado por la gravedad de un objeto masivo aún no catalogado, abriendo una intrigante línea de investigación que podría acercarnos al descubrimiento del enigmático Planeta 9.

Domingo 13 de abril

El domingo quise empezar a darle peso al gran reto que debe afrontar nuestro Planetario en 2026: la organización de una gran observación pública del eclipse total de Sol  el 12 de agosto de 2026, en la cual nuestro Ayuntamiento ya se encuentra implicado.

Es por ello que empezamos con la ponencia de Dª Jessica Rojas, una autentica especialista en astrofotografía de paisaje, sobre todo de Luna y Sol con siluetas. Su trabajo ha sido publicado en varias revistas especializadas de Astronomía, además de ser compartido en las redes sociales de la NASA, ESA, National Geographic y Photopills.  Ponente asidua en congresos de fotografía nacionales e internacionales y embajadora de Nikon y Benro, con más de 10 años de experiencia en el mundo audiovisual, a día de hoy ha logrado convertir y canalizar su pasión en un proyecto de astrofotografía con nombre propio, al que actualmente se dedica al cien por cien. Hay que pensar que en la fecha señalada del eclipse, el Sol se encontrará a tan solo 4,5º de altura sobre el horizonte, lo que dificultará encontrar un buen sitio para su observación pero favorecerá grandes fotografías del mismo.

La ponencia que vino a darnos, como no podría ser de otra manera, fue “La fotografía del eclipse de Sol 2026 con siluetas” con todo lo que necesitamos saber para planificar y fotografiar el eclipse total de sol del año que viene, desde conocer la técnica fotográfica hasta las medidas de seguridad, pasando por inspiración y posibilidades creativas logrando tomas únicas y originales, además de aprender cómo alinearlo con edificios o personas utilizando la aplicación de Photopills.

Antes de la conferencia de clausura, tuvimos la conferencia de nuestro amigo y habitual de nuestras Jornadas (de las que siempre se hace eco en su publicación), D. Ángel Gómez Roldán, que es el director y Editor de la revista Astronomía, que en 2025 cumple su 40º aniversario. Divulgador especializado en astronomía y ciencias del espacio, trabajó durante más de catorce años como operador de telescopios en el Observatorio del Teide del IAC. Organizador a lo largo de una década de cursos de astronomía para el profesorado de secundaria en el IAC, ha participado en expediciones científicas por todo el mundo para la observación de eclipses totales de Sol, auroras polares o lluvias de meteoros. También ha sido Premio Especial del Jurado de los Premios Prismas a la Divulgación Científica de la Casa de las Ciencias de A Coruña, y Premio Internacional Starlight a la Educación y la Difusión de la Astronomía.

En esta ocasión, un gran divulgador como Ángel, nos vino a hablar en su conferencia de “Telescopios gigantes: los nuevos ojos de la humanidad”. Parafraseando el lema olímpico, los astrónomos necesitan desarrollar instrumentos capaces de observar el universo “más lejos, más alto y más fuerte”: telescopios mayores y más potentes. Vimos cómo y por qué, y visitamos virtualmente los últimos telescopios gigantes en desarrollo en la actualidad.

Y finalmente, el colofón de la clausura la marcó nuestro conocido astrónomo y divulgador “Perito en Lunas”, David Galadí. El Dr. David Galadí Enríquez, estudió física y se doctoró por la Universidad de Granada con una tesis sobre astrofísica. Ha sido profesor de secundaria, profesor asociado en la Universidad de Barcelona, investigador en el CAB, en el IAA y en el Observatorio de Calar Alto. En la actualidad ejerce como profesor del Departamento de Física de la Universidad de Córdoba. Sigue una actividad intensa de divulgación de la ciencia en distintos formatos: radio, televisión, revistas, medios digitales y mundo editorial. Es miembro, entre otras entidades, de la UAI y SEA. Es el coordinador para España de la Oficina de Divulgación de la UAI. Coordina la Comisión Nacional del Eclipse creada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para coordinar las actividades con motivo del trío ibérico de eclipses 2026-27-28. Su conferencia “El trio ibérico de eclipses de Sol” pone en valor que en los años 2026, 27 y 28 atraviesan la península Ibérica sendos eclipses solares centrales, totales los dos primeros y anular el tercero. Una coincidencia astronómica como esta solo sucede una vez cada varios siglos. El trío ibérico de eclipses supone a la vez un desafío y una oportunidad que abarcará todos los aspectos de la ciencia como producto social: investigación, educación, divulgación, turismo, sanidad, protección civil. La Comisión Nacional del Eclipse promueve y coordina las actividades relacionadas con el trío de eclipses en España.

La importancia para nuestra localidad -nuestro centro como referente de divulgación provincial- y una pequeña parte de nuestro país, en el fenómeno astronómico que se producirá dentro de algo más de un año, quedó más que clara. Y una vez más, con el mantra y presión de “llegamos tarde” para una organización perfecta de un fenómeno astronómico e histórico que quede lo mejor estructurado posible desde las administraciones públicas, finalizó esta conferencia.

Un servidor y el director del centro, D. Jordi Artés, despedimos las XXXI Jornadas con un “hasta el año que viene” si los astros nos son propicios.

Gracias -sinceras- a todas las personas que lo hicieron posible, incluido un aforo completo de 110 personas (o más) entusiasmadas con lo que pudieron vivir ese intenso fin de semana de abril, sin las cuales estos eventos no tendrían sentido.

Fotografías: Marcos Iturat.

Enlaces:

[1]  Facebook municipal Ayuntamiento de Castellón: : https://www.facebook.com/events/2034924810326200/

[1] Canal YouTube CoffeeBreak: https://www.youtube.com/live/NzsLAPivKSA?si=N7b3SWLiHCIIlzXs

Telescopios inteligentes, astronomía amateur del siglo XXI

Telescopios inteligentes, astronomía amateur del siglo XXI

Hace muy poco, en mayo, desembalé mi telescopio inteligente Seestar S50 [1] del fabricante chino, ZWO. Como algunos de vosotros sabréis este fabricante lleva unos años sacando artículos muy buenos al mercado de la astronomía amateur, desde una gama excelente y amplia de cámaras CCD, pasando por filtros interferenciales y dispositivos de control electrónico de sistemas para astrofotografía.

Increiblemente compacto, en una maleta perfecta para llevarlo. El nivelador que puede verse no va incluido de serie.

Os voy a contar mi experiencia con el Seestar S50, uno de los telescopios inteligentes que está liderando el mercado por su precio y prestaciones, desde el punto de vista de recurso para la divulgación de la astronomía y también como telescopio para divertirnos en la astronomía amateur.

1.Sesiones públicas de observación: astroturismo

Una sesión de astronomía, una noche de estrellas, o como le queramos llamar, normalmente lleva implícita una introducción o interpretación del cielo con un láser (hay muchas personas que con esta parte es con la que más disfrutan), para posteriormente pasar a la observación mediante un telescopio, que también atrae la atención de parte del auditorio presente.

Este verano 2024, a diferencia del de los últimos años, los planetas Júpiter y Saturno han desaparecido del cielo y solo serán visibles entrada la madrugada o a finales del verano, y muchas de las actividades en las que colaboro de astroturismo en la provincia de Castellón precisan de algún objeto destacable en el cielo cuando no hay Luna, para despertar el interés de los asistentes, que normalmente son público familiar y no especializado.

Recordemos que más allá de alguna estrella doble y algún cúmulo estelar abierto o globular (M44, M13…) los objetos de cielo profundo se muestran muy débiles y pobres en cielos que no tengan completa ausencia de polución lumínica…y aun en el supuesto que tengamos una polución lumínica muy baja, se requiere cierta habilidad a la hora de mirar por primera vez incluso por un buen ocular e instrumento.

Ni que decir tiene que los niños, apenas son capaces de ver nada que no sea la Luna y detalles mayores de los dos grandes planetas -ausentes este verano como ya he citado- y alguna estrella doble (Albireo, Mizar-Alcor…), al menos durante observaciones públicas donde no pueden estar intentando mirar por el ocular durante varios minutos seguidos, ya que hay más público esperando. Muchas veces solo explicarles cómo deben mirar lleva más tiempo que el propio tiempo que estarán mirando,… seguro que a muchos de vosotros os sonará este escenario.

Los filtros anti polución para observación visual, tipo UHC y similares, trabajan bien, pero no hacen magia, es más, diría que su trabajo lo hacen mejor en cielos que rozan la ausencia de polución y precisan un plus de oscuridad.

Por otra parte, suelo trabajar habitualmente con grupos moderadamente grandes, de forma que para el desarrollo de la parte de observación al telescopio hay que invertir en un mayor número de instrumentos (mayor coste de la actividad) para que cada persona pueda pararse a mirar con cierta tranquilidad objetos que habitualmente no son ni mucho menos evidentes. Exceder una ratio de unas 20-25 personas por telescopio es molesto, los tiempos de espera para mirar una segunda vez por el telescopio se dilatan y la actividad puede no ser una buena experiencia, aun tirando mano de una sesión bien preparada y con mucha experiencia en la gestión de estos eventos.

Hace unos pocos años, y motivado especialmente por la pandemia de Covid19, para aquellas actividades en las que -por motivos de presupuesto- sólo se podía disponer de un telescopio y además no se disponía de unos cielos perfectos, opté por incluir en la observación un monitor grande y una cámara altamente sensible que capturara la imagen del telescopio.

Una sesión típica de astroturismo en las tradicionales Catas bajo las Estrellas (Bodega Flors) y tras la interpretación del cielo, en 2023

De esta forma, la cámara acoplada al telescopio sacaba en «tiempo real» imágenes en el monitor por la conexión HDMI. Lógicamente no vale cualquier cámara de tipo DSLR o EVIL, de hecho, primero pasé por una Sony 6300 que soportó bastante bien el tipo incluso con los planetas, pero el año pasado (2023) ya invertí en una Sony A7s astro-modificada, es decir, sin el filtro de IR y con otro filtro en el sensor apropiado para la astronomía (esta modificación se realiza en casas especializadas y no es barata), una cámara que a pesar de los años que lleva en el mercado tiene unas sensibilidades magníficas, unos muy altos ISOS con ruido bastante contenido.

De esta forma para grupos de unas 50 personas, un único telescopio en combinación de un monitor de unas dimensiones aceptables (no inferior a 30”), es un buen recurso para trabajar la parte observacional de la noche ante el auditorio, pero ojo: en cierta forma se rompe la «magia» y experiencia «íntima» que supone mirar por un telescopio bajo una noche estrellada.

Pero, claro, teniendo muy en cuenta las dos variables antes enunciadas; cielos no perfectos y un grupo numeroso, es una buena opción, de hecho, se vuelve prácticamente la única opción desde mi punto de vista. Y apliqué este sistema incluso con los objetos como la Luna y los planetas.

En este escenario, con una cámara tipo Sony A7s, la nebulosa del anillo M57, M27 y por supuesto cúmulos abiertos y globulares se muestran en tiempo real como tenues nubecillas, pero sólo con que tomes una fotografía de apenas unos pocos segundos (no hace falta más de 5 a 10 segundos habitualmente), el resultado que puedes mostrar haciendo un zoom sobre la imagen es muy interesante. La M57 ya muestra colores entre la parte exterior e interior de la misma que suelen llamar poderosamente la atención del público una vez que comprenden además su naturaleza. Los cúmulos estelares muestran un gran esplendor.

Si te preguntas el por qué escogí un monitor de gran formato en vez de un pequeño proyector y una pantalla (tipo sábana blanca), los motivos son dos. El primero es que una pantalla de proyección aún rompe más la naturaleza de la noche, mientras que un monitor se parece más a mirar razonablemente una parte no muy extensa de nuestro campo de visión, podemos apartar la vista y ver el cielo. Un proyector sobre una pantalla de proyección abarca un gran campo visual de luminosidad y por tanto nos sumerge casi por completo en un ambiente muy iluminado para mi gusto, que quizás solo sea compatible con entornos urbanos. Es por ello que a pesar de requerir más esfuerzo llevar un monitor de grandes dimensiones (frente a un pequeño proyector LCD con una sábana blanca que haga de pantalla), lo prefiero con diferencia, en un intento de alterar en iluminación lo menos posible el entorno de observación.

2. El telescopio Seestar S50

Pero este año tenemos un nuevo vecino en el barrio, y ha hecho interrupción con fuerza. Se trata de uno de los llamados telescopios inteligentes (aunque esta denominación es más bien confusa),  es decir, una serie de telescopios de pequeño tamaño, muy portátiles, que incorporan una cámara CCD integrada, filtro solar y anti polución (de doble banda en nuestro caso) y una electrónica con software embebido específicamente destinado a la captura, solar, lunar y de cielo profundo apilando imágenes en tiempo real.

Y el Seestar S50 es brutalmente compacto y de gran rendimiento. Con una modesta apertura de 50 mm y distancia focal de 250 m, lleva integrado un chip CCD color Sony IMX462 con resolución full HD (1080×1920), muy similar al de cámaras de entrada del segmento de fotografía planetaria.

El Seestar sobre un trípode de uno de mis telescopios (tripode HEQ5 con adaptador), configuración muy recomendable para astroturismo

Su forma compacta e integrada les da un aspecto exterior alejado de la estética a la que estamos acostumbrados cuando hablamos de pequeños telescopios.

El software de control que hay que instalar funciona sobre Apple o smartphone/tablet con Android, y es asombrosamente sencillo de manejar (está en inglés de momento, pero no es problema). El dispositivo de control con el software instalado (desde la página web del fabricante o desde la propia Google Play) se conecta a la wifi que el propio telescopio genera de una forma sencilla siguiendo unos sencillos pasos.

Es decir, estamos ante un telescopio con el cual no se mira por un ocular, si no a una pantalla donde tengas instalada la aplicación del fabricante. Ni que decir tiene que con un cable de USB-C (teléfono o Tablet) a HDMI (monitor o si se considera apropiado, un proyector) hace el resto [2], pudiendo mostrar las imágenes en tiempo real en un monitor grande con todo el grupo asistente a la sesión.

Probando la conexión por cable entre tablet y monitor (los ensayos, como siempre, en casa antes de una sesión)
El Sol mostrado en tiempo real en el monitor conectado a la tablet. Todas las opciones de interfaz se sitúan a la derecha. La captura y zoom bajo en el centro.

Una ventaja comodísima es que el telescopio lo hace todo: la búsqueda del objeto, el autofoco (permite también el foco manual), la exposición [3] y por su puesto el tipo de observación (solar, lunar o cielo profundo).

Llama poderosamente la atención su búsqueda de objetos gracias a sus sensores y su posicionamiento GPS, lo que nos permite instalarlo de cualquier forma en cualquier lugar, da igual su orientación. Si seleccionamos el Sol o la Luna, automáticamente se dirigirá hacía el Sol (importante colocar el filtro manual delantero de lo cual te avisa) o la Luna, y te los mostrará en tiempo real [4].

El tema de las capturas y el zoom o modificar brillo y contraste (si se desea) se lo deja al usuario mediante la aplicación, aunque los parámetros por defecto son muy adecuados para todo. Además, el telescopio tiene 64 Gb de memoria para almacenar las imágenes, si bien también se descargan en el smartphone o tablet desde la cual estés maniobrando el telescopio. Por defecto las imágenes se guardan en formato JPG, pero permite seleccionar el formato RAW (TIFF) si posteriormente quieres realizar un procesado más avanzado, que no interesa para el escenario del que hablamos ahora. Para ello debes indicar que guarde toda la pila de imágenes de (cielo profundo) de forma que posteriormente puedes descargarlas a tu Tablet o PC. El software también te permite realizar vídeo (interesante para la mejora de imágenes del Sol y la Luna, procesando el vídeo fuera del segmento del astroturismo) y time-lapse, o incluso su uso como telescopio terrestre.

Pero lo aún más asombroso es la localización para encontrar objetos de cielo profundo. Nuevamente señalando que, con independencia de la colocación inicial del telescopio, la única exigencia que es posible que te aparezca es una sencilla nivelación electrónica si él considera que se encuentra desequilibrado. Para este caso, yo recomendaría adquirir un pequeño nivelador [5] que haga innecesario trastear con la longitud de las patas del trípode, aunque no es imprescindible.

Sólo tienes que elegir un objeto (bien mediante la selección de objetos propuesta, bien entrando su nombre o bien entrando en la aplicación de atlas vinculada y haciendo «goto» sobre el objeto de interés), posteriormente hará una prueba de movimientos horizontales, una prueba de la capacidad de apilado y tras unos 3 minutos de esta rutina (que sólo realizará una vez en la sesión), se dirigirá a la zona, tomará una imagen, hará un «plate solving» automáticamente sobre el atlas estelar integrado con la aplicación (muy similar al conocido Stellarium), corregirá su posición y después lo «clavará» en el centro del campo.

La sensibilidad de la CCD integrada (color) es muy posible que te devuelva en tiempo real al objeto en la imagen en tiempo real, especialmente si es un Messier, pero es que a poco que presiones al botón de captura fotográfica -10, 20 o 30 segundos por exposición, por defecto 10 segundos, que hasta ahora es la que mejor me ha funcionado-, te va a tomar una fotografía que, de forma contínua, te irá apilando con la siguiente a la vista de todo el público asistente…el objeto empezará a aparecer (junto a un montón de estrellas de campo) a cada exposición acumulada de una forma cada vez más intensa: sencillamente increíble su pasmosa facilidad de utilización y captura de objetos.

Se aconseja que las fotografías no tengan más de 10 segundos para evitar en lo posible la rotación de campo (típico de un sistema con montura altazimutal) y el seguimiento, que todo hay que decir, lo hace perfecto. Por cierto, el filtro antipolución que lleva, trabaja formidablemente bien, y es posible trabajar incluso desde entornos urbanos con objetos de cielo profundo, que además tienes en la pantalla de tu teléfono móvil/tablet en pocos segundos. Así mismo también presenta problemas en el seguimiento y apilado con objetos casi cenitales, de forma que te aparecerá como va rechazando capturas que le son imposibles apilar por la presencia de trazas en las estrellas.

Decir que adicionalmente puedes trabajar o no con el filtro antipolución, e incluso conectar la resistencia anti humedad, que baja notablemente las casi 6 horas de operatividad del telescopio con la batería integrada completamente cargada. Su conector de carga USB (viene un cable, pero no cargador de red, aunque sirve cualquiera de teléfono) te permite poner una powebank para alargar la sesión o en caso de batería baja.

En definitiva, desde la perspectiva del astroturismo y en las condiciones que he citado, una herramienta muy brillante. El público asistente se encuentra «a los mandos» de una astronomía moderna y de una forma de trabajo del siglo XXI, con las ventajas de sensibilidad y versatilidad que ofrecen los instrumentos modernos más potentes, pero en un pequeño instrumento de 50 mm de diámetro que se puede mover con rapidez en una pequeña maleta (incluida en el pack) sin apenas peso (no llega a los 3 kilogramos).

3. Primeros resultados

Con el Sol y la Luna, la simplicidad de las capturas (portabilidad de todo el equipo, montaje y rapidez de la captura) gana con mucho a la mediana resolución de las mismas. Pero sin grandes ampliaciones la resolución no se nota mucho. Recordemos que estamos ante un chip pequeño que abarca un campo razonable (toda el Sol o la Luna) gracias a la pequeña distancia focal del telescopio.

El Sol el 16 de junio mostrado a 1x, 2x y 4x. Imagenes tal cual obtenidas del telescopio, SIN procesado de ningún tipo. Para la de 4x hubo que desechar bastantes capturas hasta obtener una lo más estable posible

El software nos permite para este tipo de observaciones un zoom de 2x y 4x que son razonablemente aceptables. A 4x la turbulencia de la atmósfera es molesta (es posible que incrementada por mi ubicación para las pruebas), y conviene una aclimatación del conjunto y -si no queremos complicarnos la vida capturando video para procesar externamente-, múltiples capturas para después quedarnos con la menos afectada por la atmósfera. El brillo automático lo encuentro un poco bajo a este aumento y podemos modificarlo ligeramente para que no quede excesivamente oscura la imagen.

La Luna (1x, 2x y 4x) en una fase avanzada, el 16 de mayo, practicamente primera luz del telescopio. Imagenes tal cual obtenidas del telescopio SIN procesar.

En todo caso, un pequeño procesado posterior con una aplicación simple como la incluida en Google Fotos, o en el visor de fotos de Windows es recomendable y se hace necesario e imprescindible para cielo profundo si queremos un buen resultado que mejore notablemente la captura.

En cielo profundo, como ya hemos comentado, el telescopio busca, calibra conjunto (en la primera toma de la sesión) y posteriormente empieza a disparar.

Por defecto las capturas de apilado no se guardan (en propiedades avanzadas tenemos la posibilidad de que si lo haga) y el resultado que va mostrando (hasta que detengamos la foto) es un jpg.

Con el filtro antipolución podemos trabajar desde núcleos de población bastante iluminados de una forma sorprendente, y para algunos objetos (nebulosas especialmente) el telescopio decidirá incluirlo en las capturas. Mi consejo es retirarlo inicialmente pinchando en un icono circular que se muestra en la parte derecha del interfaz de captura, que se pone de color verde cuando está activado. El telescopio trabaja razonablemente muy bien desde entornos suburbanos e incluso desde dentro de poblaciones sin necesidad de recurrir a este filtro (que además es de doble paso). Mis primeras pruebas con un cúmulo globular de Ofiuco que veo desde mi balcón en un cuarto piso de un edificio de 8 y rodeado de luces de todo tipo y corrientes térmicas acentuadas por el calor de este mes de julio, así me lo han demostrado. Sin embargo, aún no lo he probado con nebulosas porque no tengo a la vista desde la pequeña «ventana al cielo» que me ofrece mi balcón. Actualizaré en cuanto pueda esta comparativa, por si os resulta de interés.

Capturas tal cual salen del telescopio. Messier 10. De derecha a izquierda: 2 minutos sin filtro, 2 minutos con filtro, y 20 minutos con filtro (en base a exposiciones de 10 segundos), desde la ciudad de Castellón
Mismas imágenes que las anteriores, estirando histograma con las utilidades de Google fotos en la misma Tableta del software, sin mayores complicaciones. La marca de agua inferior se puede eliminar si lo deseamos.

Con el filtro, lógicamente hay que incrementar los tiempos (el total del apilado), aunque estamos hablando inicialmente de exposiciones de 10, 20 o 30 minutos, todo ello en base a capturas de 10 segundos. Un consejo, haced una captura de un objeto con un par de frames con filtro y un par de frames sin filtro, eso os dará una idea de la diferencia de señal entre una y la otra.

En campo abierto, lejos de luces urbanas y con un cielo muy aceptable, la diferencia que se muestra es, como era de esperar notable.

Messier 20, 8, 27 y 51 de capturas tal cual salen en la tablet, tomadas desde Atzeneta el 10 de julio. La galaxia presenta un ligero problema de enfoque que fue subsanado en las siguientes y la presencia de Luna en el cielo aún.

Las imágenes son buenas, pero precisarán un pequeño procesado con la aplicación de nuestra Tablet o teléfono en el que tengamos la aplicación y guardemos las fotos. Un estirado del histograma es suficiente para que la cosa mejore de forma muy sencilla y bastante notablemente sus resultados. Al tratarse de una toma final la del apilado, podemos hacer el procesado simple prácticamente en el momento, aunque lo mejor es intentar trabajar en una pantalla mayor que la del móvil/Tablet tranquilamente al día siguiente.

Las mismas capturas anteriores procesadas con las herramientas de Google fotos de la propia tablet, nada de PS, Pix ni otras potentes herramientas de terceros, a base de probar con los parámetros de la forma más simple.

La pasmosa facilidad en la captura de estos objetos, en los que nos podemos ir fácilmente a apilados de 30 o 40 minutos (aquí ya empieza a notarse la rotación de campo en los bordes) y ver como va mejorando la toma captura a captura (frame a frame, si deseas llamarlo así) es un entretenimiento llamativo que me hizo pasarme una corta noche de verano de forma muy divertida como hacía años no disfrutaba.

Una ilustración de ZWO que dice mucho, siempre que tengamos en cuenta que los resultados con el «setup» de la derecha son mucho mejores. Crédito de la ilustración ZWO.

Respecto a la captura planetaria aún no puedo decir mucho, pero entiendo que será la parte más flojita de este conjunto especialmente por su corta distancia focal, y porque además, los resultados aceptables en planetaria pasan siempre por captura de videos y su posterior análisis quirúrgico para quedarse con los fotogramas más buenos que serán posteriormente apilados, siempre con aplicaciones de terceros y trabajo más o menos laborioso, lejos del concepto de este producto.

La pretensión en general no es hacer grandes fotos, como cito en esta entrada, el telescopio no compite con telescopios y cámaras dedicadas a la astrofotografía, aunque intuyo que con un trabajo laborioso como es la captura en RAW y el procesado exterior con aplicaciones dedicadas de terceros, se pueden sacar resultados muy interesantes, eso si, muy lejos de la calidad de aquellas primeras. Pero la transportabilidad, rápida puesta en funcionamiento y despreocupación del inicio de la captura del objeto que deseemos obtener, sin duda os va a seducir a todos aquellos que ya conocéis este mundo.

Los ingenieros e ingenieras que han desarrollado este producto, lo han hecho a la perfección y a un precio imbatible, vaya mi más sincera felicitación.

4. A la vista de todo esto ….¿Debo comprarme un Seestar S50?

Si y no. Depende.

Primero, vaya por delante que no tengo ningún tipo de interés comercial en recomendar un producto, no me patrocina (y estoy muy lejos de ello) ninguna marca ni ninguna tienda de óptica y accesorios astronómicos, aunque como en todo, tengo mis preferencias que intento no expresar en público.

El Seestar S50 es un juguete maravilloso para aficionados a la astronomía medios y avanzados   y una herramienta didáctica estupenda para el astroturismo, sobre todo en los escenarios que he explicado; un cielo suburbano y un grupo mediano o grande.

En un cielo excelente (esto ya empieza a ser muy complicado) y con un grupo de personas muy pequeño (quizás no más allá de 3 a 5), la visión a través del ocular y el instrumento adecuado según el objeto elegido, es insustituible y es una experiencia diferente y maravillosa. En cielo profundo la observación directa NO será ni de lejos más espectacular que las obtenidas con el Seestar, pero las sensaciones que provoca una visión directa pausada de un objeto a diferentes aumentos tiene algo que un telescopio inteligente no puede emular.

Un aficionado avanzado podrá jugar con el Seestar, y rápidamente conocerá sus límites, sobre todo si está familiarizado con la astrofotografía y los costosos procesos y material empleado. Eso sí, con unos medios dedicados de astrofotografía se obtienen unos resultados mucho-mucho más destacables a un precio mucho-mucho más alto y con un procedimiento mucho-mucho más complejo y laborioso.

En esta entrada estamos hablando de un telescopio inteligente «all in one» de sólo 50 mm de abertura y algo más de 200 mm de distancia focal, pero que nos devolverá resultados increíbles en muy poco tiempo para mostrar a los demás o recrearnos nosotros mismos. Su filtro anti polución integrado interiormente, que podemos retirar por software, nos permitirá buenos resultados incluso en cielos malos, es decir, cielos urbanos.

Estoy empezando en esto de los puntitos en el cielo ¿me compro uno?

Desde este punto de vista ¿por qué no recomiendo este telescopio a alguien que quiere empezar? Pues bien, una vez más, pienso que no es una buena idea para una persona que parte de cero o casi de cero en la astronomía observacional darle «comida rápida». No conocer el cielo y guiarse por lo que el propio telescopio te propone para apuntar, vale… si, es sencillo, puede incluso puntualmente ser ilustrativo, pero te vas a quedar huérfano de conocimientos que te permitan apreciar los resultados e incluso compartirlos con terceras personas, sobre todo en capturas que no sea el Sol y la Luna.

Con este telescopio es cierto que se precisan casi cero conocimientos para hacerlo funcionar, no como un telescopio óptico clásico computerizado (con su necesidad de alineación a la polar e identificación de estrellas de calibración), pero, aun así, solo lo recomendaría para aquellas personas que puedan permitirse un cierto nivel de capricho y deseen «jugar a la astronomía amateur del siglo XXI», sin mayores pretensiones y sin que tenga que ofrecer ninguna explicación, quizás ni a sí mismos.

Si desde esta falta de conocimientos de dónde nos encontramos, creemos que los resultados son comparables a un equipo amateur avanzado de astrofotografía, estamos muy equivocado. Pero de eso, hablaremos en otra ocasión.

Por cierto, el software también te ofrece completos manuales (en inglés), una comunidad en la que puedes compartir tus fotografías (por defecto desactivado) en tu ubicación, y unas actualizaciones de firmware más o menos periódicas, que estarás obligado a instalar al arrancar la sesión (su instalación es rápida y no debes interrumpirla).

Espero que esta entrada os sirva de ayuda, y naturalmente estoy a vuestra disposición para cualquier consulta (que tardaré en contestar pero lo haré).

Un saludo y gracias por leerme.

Notas:

[1] https://www.zwoastro.com/product/seestar-s50/

[2] El cable puede ser substituido por enlace wifi con el monitor si posee esa tecnología (más habitual en televisores que no en monitores de Pc)

[3] Una vez encontrado el objeto, en el caso de cielo profundo en el que se apilarán de forma continua imágenes, cuando presiones «capturar», el telescopio iniciará una breve rutina de calibración, tanto de movimiento de campo como de captura, que no llevará más allá de unos 3 minutos en total. En este punto es donde nos puede detectar una necesidad de equilibrado con la brújula electrónica.

[4] En el caso del Sol y la Luna, el telescopio es capaz de distribuir señal de streaming entre dispositivos electrónicos presentes, que se pueden conectar a la red wifi que proporciona el propio telescopio. No aconsejo la utilización de esta interesante posibilidad salvo para grupos muy pequeños. Será necesaria una aplicación de terceros, como VLC (gratuita) para configurar el streaming en los participantes.

[5] Se ha popularizado mucho este nivelador (o similares, se comercializa con diferentes marcas), económico y que recomiendo: https://www.amazon.es/dp/B09QRJPNZX?psc=1&ref=ppx_yo2ov_dt_b_product_details

Una nueva estrella en el cielo, pero no tanto

Una nueva estrella en el cielo, pero no tanto

Pequeña introducción a las novas y supernovas

El astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601) ha sido posiblemente el mejor astrónomo de la era pre-telescópica que tenemos constancia. Su vigilancia del cielo (y como acaudalado noble, el de sus empleados) le permitió una cartografía del cielo exquisita para su época. Hay que recordar que hasta 1609, Galileo no tuvo en sus manos el primer primitivo telescopio que le permitió escrutar los cielos y ver numerosos detalles que no son visibles a simple vista.

La observación de una supernova en noviembre de 1572 [1] en la constelación de Casiopea ( también denominada «supernova de Tycho»), y su posición ya privilegiada para dedicarse a la observación metódica del cielo para intentar comprender mejor los -hasta entonces- poco predecibles movimientos de los planetas -según los modelos aceptados por aquella época-, le llevó a publicar «De nova Stellae» (Sobre la nueva estrella) y a crecer su popularidad entre la corte del rey Federico II de Dinamarca (1534-1588), que le ofreció una isla y la construcción de una casa para que instalase su observatorio (además de una renta vitalicia).

Así, Uraniborg se convirtió en el mejor observatorio del mundo hasta que lo abandonara en 1597. En 1599 estableció su residencia en Praga, bajo la protección del emperador Rodolfo II de Habsburgo, estableciendo un sencillo observatorio en el castillo de Praga, para posteriormente trasladarlo a pocos kilómetros de la capital y pedir la instrumentación que había desarrollado para Uraniborg. En este momento ya se carteaba con un joven Kepler, que anhelaba trabajar con el más destacado observador de las estrellas y los planetas, para intentar desentrañar las leyes del movimiento planetario -cosa que conseguiría-.

Evitando hacer más spoilers de esta historia, lo cierto es que la visión de la estrella «nova» en el cielo a finales de 1572, que rompía con la inmutabilidad de los cielos y siendo visible durante más de 15 meses (en su momento más brillante, en noviembre del 1572, superó el brillo de Venus), cambió de alguna forma la astronomía.

Restos de la explosión de la «supernova» de 1572 en rayos X

Las interpretaciones fueron de lo más variado, pero hoy sabemos que fue la explosión en una estrella por acreción de materia de una compañera [2] -descubierta hace algo más de una década- y cuyos restos fueron localizados como fuente de ondas de radio en 1952 y posteriormente localizados en óptico en las placas de Monte Palomar. Si bien no resulta un objeto de fácil fotografía [3] y hasta unas décadas, especialmente con la astronomía espacial, no podemos hablar de fotos aceptables de estos restos a unos 7000 años luz de la Tierra.

Pero lo importante es que cualquier estrella que era detectada de repente empezó en la astronomía a denominarse «nova», con independencia de la naturaleza que le había dado origen. Seamos en este punto conscientes que hasta entrado el siglo XX no conocimos los procesos que mantienen brillando las estrellas, y hasta un par de décadas después, no tuvimos los primeros modelos aceptables sobre la evolución de las estrellas.

De hecho, el término «supernova» fue utilizado por primera vez por el controvertido astrónomo Zwicky y por su colega Baader a principios de los años 30 del siglo XX con la finalidad de referirse a estrellas que de repente aumentaban su brillo en 100 000 veces o más, y que habían presenciado en algunas galaxias.

Sólo con el desarrollo de la espectroscopia avanzada pudimos empezar a observar diferentes tipos de novas y supernovas, comprendiendo que los escenarios eran muy diferentes; desde estrellas binarias de contacto, binarias con un par denso (enana blanca), estrellas evolucionadas masivas por colapso de núcleo, y alguno aún más exótico.

La nova recurrente en la constelación de la Corona Boreal

La Corona Boreal es una constelación visible entre la primavera tardía y el verano muy avanzado en nuestro cielo boreal. No está formada por estrellas brillantes (alfa de la Corona Boreal es inferior a la segunda magnitud), pero su peculiar forma de «parabólica» (vale, corona de laureles) la hace fácilmente localizable en el cielo, a poco que nos orientemos.

Bien, pues en la constelación clásica de la Corona Boreal, presente de Dioniso a Ariadna, existe una estrella que en realidad está formada por un par de astros y que habitualmente no son visible excepto con telescopios de cierta potencia (magnitud 10 a 11). Sin embargo, las estrellas orbitan tan cerca la una de la otra (aproximadamente 0,5 Unidades Astronómicas entre ellas) que no las podemos separar de forma óptica ni con los grandes telescopios.

Ubicación de T CrB en la constelación de la Corona Boreal. Crédito: Sky & Telescope.

Esta estrella recibe el nombre de T Corona Borealis (T CrB), normalmente una nomenclatura que hace referencia a estrellas que producen un aumento repentino de brillo (nova) y en este caso que nos ocupa, además de forma recurrente, es decir, cada cierto tiempo provoca el mismo efecto, aumenta de brillo. No pensemos que es un comportamiento habitual en estrellas que podemos observar, de hecho, sólo conocemos menos de una decena en nuestra galaxia (U Scorpii, Rs Ophiuchi,…).

Comportamiento fotométrico del par. La bajada en brillo (debilitamiento) hace pensar una explosión inminente. Crédito: AAVSO.

Esta nova recurrente, se convierte en una estrella nova (una estrella que se hace visible en este caso a simple vista) cada aproximadamente 80 años. La última vez que se registró este fenómeno fue en 1866 y en 1946. El comportamiento fotométrico de la estrella, hace suponer que volverá a brillar en las próximas semanas o meses, y si, con esta triste precisión y te lo explico un poco más adelante.

En todo caso, debido al bajo brillo de las estrellas de la constelación de la Corona Boreal, la explosión la convertirá en la segunda estrella más brillante de la misma y «romperá» el asterismo propio de la figura [4].

Algunos titulares. Sin comentarios.

Una vez más me toca ser el aguafiestas del clickbait y de los medios sensacionalistas; no, no será una estrella que «iluminará el cielo», ni una «explosión espectacular en el cielo» (salvo que viajemos a algo más de 2500 años luz, cosa harta complicada), ni ningún otro titular que empiece por «la NASA avisa de»…. Lo que si será es un fenómeno curioso de contemplar para los aficionados a la astronomía y curiosos del cielo y la ciencia, que además será observable desde entornos no urbanos durante un par de días. Con mucha suerte una semana, aunque las evidencias apuntan a un evento más corto. ¡Nada que ver con la supernova de Tycho!

El escenario físico y su imprecisión

El par de estrellas que provoca este fenómeno, raramente observable más de una vez en la vida de una persona, es el de una estrella enana blanca y una gigante roja u amarilla que ve robado material de su atmósfera estelar por la pequeña pero masiva componente. Esto provoca un disco de acreción alrededor de la enana blanca, que va progresivamente acumulando material en su superficie hasta que supera cierta masa crítica que provoca un fenómeno explosivo.

Recreación artística del par T CrB. Crédito NASA.

La estrella no muere ni se destruye, pero la explosión produce potentes vientos estelares de forma que hay efectos de «barrido» sobre la atmósfera estelar superior de la compañera gigante roja, probablemente modificando el periodo del episodio recurrente y demorando las explosiones sucesivas por una menor acreción de materia en el mismo tiempo, pero esto es otra historia [5].

Así, que ahora que sabes más que muchos medios de comunicación, si sales a cielo abierto no dejes de localizar la Corona Boreal, y ayúdate de una carta (o sin necesidad de ella) para echar un ojo a ver si ves «una estrella nueva» en la bóveda estrellada.

Espero que te guste y no dejes de seguir este blog tristemente realista y poco frecuentado.

¡Un saludo!

¡Plus!

Y ya que escribí sobre T CrB, lo justo es salir al balcón y tomar una foto con mi telescopio Seestar. Aquí tienes una imagen de 3 minutos con la estrella (en realidad el par de estrellas). La imagen de la izquierda es tal cual sale del telescopio (del que hablaré en la próxima entrada) y a la derecha calibrada con Astrometria. La «Blaze Star» T CrB se ha marcado rotulado en naranja, en ese pequeño círculo verde están nuestras protagonistas (y de la que vemos sólo la gigante roja).

17 de julio de 2024. T Corona Borealis (bajo IC 4587). 3 minutos de exposición desde Castellón de la Plana con Seestar S50 y filtro dual band integrado.

Para hacerse una idea del campo abarcado en la foto del Seestar en la foto anterior:

El rectángulo gris es la ubicación de la fotografía anterior, y justo arriba, el asterismo de estrellas que conforma la Corona Boreal

Actualización a 2 de octubre 2024:

Pues tal y como escribíamos, ha pasado el verano boreal y la nova -de momento- sigue sin asomar…. escenarios complejos no precisan titulares fáciles.

25 de octubre de 2024:

Ooops….¡pues seguimos sin nueva estrella en el cielo! ¿A qué medio de comunicación le pedimos explicaciones?….igual aprendemos a contrastar las fuentes ¿verdad?

10 de noviembre de 2024:

Podemos dar por concluida la temporada de observación de la constelación de la Corona Boreal, muy muy baja en el Oeste tras ponerse el Sol. La «nueva estrella» que iba a «iluminar» el cielo en primavera, verano u otoño de este año (vamos moviendo el mes del titular según convenga), no ha aparecido (¡intenta dar una cota a ese error!). Quizás brille durante la conjunción de esta constelación con las luces del día (tranquilos, tenemos telescopios en el espacio), quizás cuando la recuperemos de madrugada ya el año que viene….o quizás, lo haga en bastantes más meses o unos pocos años. Y es que, ajustar con dos observaciones un pronóstico así, es salvaje, cuando no un poco absurdo.

31 de marzo de 2025:

No, no, ¡qué ahora sí que va de verdad!…..

Saludos!

Referencias:

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/SN_1572

[2] https://wwwmpa.mpa-garching.mpg.de/mpa/research/current_research/hl2005-3/hl2005-3-en.html y https://www.iac.es/es/ciencia-y-tecnologia/publicaciones/improved-hubble-space-telescope-proper-motions-tycho-g-and-other-stars-remnant-tychos

[3] https://esahubble.org/images/heic0415d/

[4] https://www.aavso.org/news/t-crb-pre-eruption-dip

[5] https://arxiv.org/abs/2405.11506

Crónica de las XXX Jornadas del Planetari de Castelló (2024)

Crónica de las XXX Jornadas Astronómicas del Planetari de Castelló.

Por segundo año consecutivo, la organización de las ya clásicas Jornadas de Astronomía del Planetari de Castelló ha recaído en el propio personal del Planetari, dejando atrás una época de colaboradores externos, habitualmente amateurs.

En este mismo blog podemos encontrar un resumen de lo que fueron las del año pasado, y este año teníamos la consigna y nuevamente el compromiso de la Concejalía de Educación y Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Castellón, al que pertenece el Planetario, de situarlas -como mínimo- al mismo nivel.

Superar algo así, en cuanto a asistentes y batería de conferenciantes -que encima crearon sinergias durante el fin de semana entre ellos- no parecía resultar fácil, y más cuando este año partíamos con una organización temporalmente retrasada debido a temas burocráticos.

Buscar a brillantes investigadores e investigadoras de nuestro estado, que además destaquen en la comunicación con el público, no es fácil cuando empiezas a organizar sólo 60 días antes de las jornadas, pero, aun así, lo conseguimos. Por tanto, desde estas líneas agradecer a todos los y las conferenciantes, el privilegio de poder contar con su saber y la rápida implicación en aceptar las invitaciones para participar.

Nuevamente la respuesta de los inscritos igualó la del año pasado, desbordando sobradamente el aforo ofrecido de nuestro salón de actos (120), y la publicación definitiva de nuestro programa recibió el reconocimiento no sólo de los y las asistentes, si no la felicitación de otras entidades de divulgación a nivel estatal.

Y como lo mejor, si no pudisteis asistir, es contaros quiénes, y de qué nos hablaron, vamos allá con la crónica de lo que fueron las XXX Jornadas.

Viernes 22 de marzo

Entrega de credenciales y presentación de las Jornadas a cargo de D. Jordi Artés (director del centro) y la Concejala de Educación y Cultura del Excmo. Ayuntamiento, Dª María España. A resaltar su corta, pero muy interesante presentación en la que remarcó la necesidad de la divulgación de la ciencia para la sociedad.

Tras la presentación, la conferencia inaugural corrió a cargo del Dr. Vicent Martínez, Catedrático de la Universidad de Valencia y durante más de una década, director de su observatorio astronómico. El Dr. Martínez Investiga en Cosmología, en particular en el estudio de la distribución de galaxias a gran escala. Su actividad docente y de difusión de la ciencia le valió el Premio a la Enseñanza y Divulgación de la Física de la Real Sociedad Española de Física y la Fundación BBVA, el Premio Nacional de Divulgación Científica José María Savirón y el Premio a la Excelencia Docente del Consejo Social de la UV y la Generalitat Valenciana. Es coautor de dos libros de texto universitarios y de divulgación científica.

Su conferencia versó sobre los apenas de 2 años del Telescopio Espacial James Webb. Sus primeras observaciones se hicieron públicas el 11 de julio de 2022. Desde entonces no ha dejado de sorprender a la comunidad astronómica y al público en general.  El telescopio está dotado de una instrumentación capaz de analizar las atmósferas de los planetas extrasolares y buscar en ellas indicadores biológicos. Sus cámaras, que observan en el infrarrojo, están jugando también un papel fundamental en el estudio del universo primitivo, aportando información, a veces desconcertante, sobre las primeras galaxias que se formaron en el universo, pocos centenares de millones de años después del Big Bang.

Sábado 23 de marzo

El sábado fue el día más intenso sin duda. Empezamos la mañana con la ponencia de mi buen amigo y colaborador en la organización de estas Jornadas, Borja Tosar, uno de los mejores divulgadores astronómicos de Galicia y colaborador habitual de la Casa de las Ciencias de A Coruña. Su ponencia versaba sobre la «lluvia extraterrestre». La lluvia es uno de los agentes mas importantes de nuestro planeta. El ciclo hidrológico modela valles y montañas aportando agua al interior de continentes permitiendo la subsistencia de los ecosistemas. Ahora que estamos conociendo otros mundos y la lista de exoplanetas confirmados está por el 5.500 y subiendo, nos preguntamos ¿llueve en otros mundos? ¿Es el paraguas exclusivo de la Tierra?.

Posteriormente dimos paso a la conferencia del Dr. Alberto Aparici, físico de partículas, conocido divulgador castellonense (aunque su labor sea mucho más conocido en Valencia) que se encarga de la divulgación en el IFIC-CSIC. Siendo un físico de partículas, disfrutó y nos hizo disfrutar hablándonos de los «agujeros negros y el premio Nobel de 2020» Los agujeros negros son objetos peculiares, compuestos esencialmente de gravedad. Su existencia se teorizó a finales de la década de 1930, pero no fue hasta la década de 1960 cuando se empezó a tomar en serio, gracias a una serie de descubrimientos en astrofísica y a los trabajos teóricos de Roger Penrose. Por esas contribuciones, Penrose recibió la mitad del Premio Nobel de Física de 2020. La otra mitad galardonó a los astrofísicos Andrea Ghez y Reinhard Genzel, cuyos equipos demostraron a lo largo de las décadas de 1990 y 2000 que el centro de nuestra galaxia alberga uno de estos objetos, pero de tamaño gigantesco: casi tan grande como la órbita del planeta Mercurio. En esta charla explicó la física básica de un agujero negro, y repasó cómo las contribuciones de todos estos científicos han ayudado a dar forma a lo que hoy sabemos sobre estos objetos, que exploran un régimen de las leyes de la física que no se da en ningún otro lugar del universo.

En el descanso, este año la Concejalía de Cultura se hizo eco de la necesidad del café para salvar el mundo de las jornadas presenciales, y disfrutamos de un Coffe-break más que digno en todos los descansos, naturalmente con agua, té y unas pastas que también ayudaron y mucho a todos los asistentes. Excelente iniciativa que esperamos mantener en las próximas ediciones.

A las 12:30 retomamos la mañana con la conferencia del Dr. Juan Ángel Vaquerizo. Astrofísico y divulgador, en 2007 se incorporó a al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) como responsable didáctico (y posteriormente coordinador) del proyecto PARTNeR (NASA-INTA) de radioastronomía educativa. En 2009 comienza su actividad como responsable de proyectos educativos en la Unidad de Cultura Científica del Centro de Astrobiología (centro mixto CSIC-INTA), cuya coordinación asume de 2016 a 2021. Actualmente trabaja en la iniciativa educativa CESAR (ESA-INTA-Isdefe) que acerca la astrofísica y ciencias del espacio a profesores y estudiantes. Compagina su actividad con el comisariado de exposiciones sobre la exploración espacial como “Marte, la conquista de un sueño” (2017) o “Tras la Luna. Explorando los límites del espacio” (2019). Es miembro del Grupo de Enseñanza y Divulgación de la Astronomía en la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y Punto Nacional de Contacto de la Oficina para la Educación en Astronomía de la Unión Astronómica Internacional (IAU), y además -por si fuera poco- venía muy bien recomendado por su amigo y compañero el Dr. Jorge Pla del CAB. La verdad es que nos descubrió la exploración marciana de la forma más bella que podíamos esperar, y para todos aquellos que soñamos con Marte y con ver antes del final de nuestras vidas, la exploración humana del planeta Rojo, fue una conferencia magistral.

Posteriormente, todas y todos los conferenciantes fueron invitados a comer -una paella, cómo no- a un restaurante cercano, de forma que cumplimos el objetivo de crear nuevas sinergias entre ellos y facilitar la asistencia a las primeras conferencias de la tarde.

La primera ponencia de la tarde corrió a cargo de Dª Maritxu Poyal, conocida astrofotógrafa española por haber alcanzado unos límites increíbles en sus capturas del cielo. Pertenece a la Agrupación Astronómica jerezana Magallanes y la mayor parte de su trabajo astrofotográfico está dedicado a cielo profundo, formando el equipo Sky-Astrofotography , junto a Jesús Vargas . Hasta la fecha ha sido premiada con 7 APOD-NASA y más de 40 AAPOD , AAPOx2 ; APOD-GRAG , APOD by astronomy , LPOD  y EAPOD. Curiosamente en estos dos últimos años ha hecho un viaje a la sencillez, y divulga la astrofotografía hecha con medios sencillos y económicos, así nos presentó «Astrofotografía Low Cost».

La siguiente conferencia corrió a cargo de la Dr. Elisa Nespoli con «Pirotecnia Celestial, fenómenos de altas energías». Elisa es doctora en Astrofísica por la Universidad de Valencia. Es directora del Diploma de Experto en Astronomía Observacional en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y profesora del máster en Astronomía y Astrofísica en la misma universidad. Su rama de investigación son los sistemas binarios de rayos X, que estudia en un amplio rango de longitud de onda, desde el infrarrojo hasta los rayos gamma. Es miembro del equipo de estudio científico de la misión espacial THESEUS. Apasionada docente y divulgadora, desde 2022 es coinvestigadora principal del grupo de investigación de Astronomía de VIU, desde 2023 es responsable de Innovación docente para la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología. Su charla estuvo dedicada a los fenómenos más violentos y espectaculares del universo, desde explosiones de supernovas, pasando por los destellos de rayos gamma, hasta agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias, destacando la participación española en misiones espaciales futuras de la ESA dedicadas a su estudio.

Tras un nuevo Coffe-break, retomamos el último tramo de la tarde con la conferencia a cargo del Dr. Jorge Mira Pérez. El curriculum de Jorge es también impresionante. Físico, catedrático de electromagnetismo e investigador del Instituto de Materiales de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Sus líneas de investigación van desde la ciencia de materiales (coautor de trabajos con el Premio Nobel John B. Goodenough) hasta la física médica, la modelización matemática de sistemas sociales y áreas de ingeniería civil, química y eléctrica. Ha recibido numerosos galardones por su trayectoria académica y científica, el más reciente la Medalla Galicia de Investigación 2022 en el área de física, matemáticas y ciencias de la computación. Es académico correspondiente de la Real Academia Galega de la lengua. Presidente de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Físicos de España. Fue director del departamento de física aplicada de la USC y asesor del Ministerio de Educación y Ciencia de España para la creación del Laboratorio Internacional Ibérico de Nanotecnología (INL). Ha recibido varios galardones por su trayectoria divulgativa, el más reciente el Premio de la Confederación de Sociedades Científicas de España a la difusión de la ciencia 2023. Fue un placer conocerlo en persona, pero lo fue más asistir a una deliciosa conferencia que llevaba por título «¿A qué altura empieza el cielo?», que naturalmente reflexionó sobre el concepto de «cielo» son un recorrido desde la antigüedad.

Finalizamos el día más intenso de las Jornadas con la conferencia de un habitual de nuestras Jornadas, D. Ángel Gómez Roldán. Divulgador especializado en astronomía y ciencias del espacio, trabajó durante más de catorce años como operador de telescopios en el Observatorio del Teide del Instituto de Astrofísica de Canarias, IAC. Organizador a lo largo de una década de cursos de astronomía para el profesorado de secundaria en el IAC, ha participado en expediciones científicas por todo el mundo para la observación de eclipses totales de Sol, auroras polares o lluvias de meteoros. Es el director y editor de la revista Astronomía, que en 2024 cumple su 39º aniversario. En 2016 recibió el Premio Especial del Jurado de los Premios Prismas a la Divulgación Científica de la Casa de las Ciencias de A Coruña, y en 2022 el Premio Internacional Starlight a la Educación y la Difusión de la Astronomía.

En esta ocasión nos vino a hablar de «Explorando los orígenes del sistema solar» en la que nos puso al día de la actualidad de todas las misiones encargadas de estudiar, aterrizar o tomar muestras de los objetos más antiguos de nuestro sistema solar, los cometas y asteroides.

Domingo 24 de marzo

El domingo lo empezamos con una ponencia de D. José Vicente Casado, sin duda nuestro mejor «cazador de meteoritos», y viejo conocido también de nuestras Jornadas. Ha participado en  la realización de los contenidos para múltiples museos sobre dinosaurios mineralogía y paleontología. Lleva coleccionando meteoritos unos 30 años y recogiéndolos  desde la caída de Villalbeto de la Peña hace 20 años. Ha realizado múltiples exposiciones sobre meteoritos y ha formado un grupo que colabora con la Universidad Politécnica de Cataluña en el que ha recuperado más de 600 meteoritos en diversas partes del mundo. Jose Vicente nos habló de su experiencia cazando meteoritos por todo el mundo y nos trajo muestras, no sólo de meteoritos, si no de «cosas» que también caen del cielo, pero no son muy naturales, y si no fijaros en la foto de su ponencia….eso redondo de encima de la mesa, si ¿sabéis que puede ser?

Posteriormente dimos paso a una conferencia a cargo de la Dra. Laura Martínez Parró, que precisamente vino a hablarnos de «Defensa Planetaria», y es que después de conocer que el cielo puede caer sobre nuestras cabezas, lo mejor es saber si podemos evitarlo.

La Dra. Laura M. Parro es graduada en Geología, Máster en Procesos y Recursos Geológicos y Doctora en Geología por la Universidad Complutense de Madrid en el año 2020. Especialista en geología planetaria, con estudios geológicos sobre las superficies de Marte, la Luna, Ceres, Europa y diversos cuerpos menores, es actualmente investigadora postdoctoral en el Instituto de Física Aplicada a las Ciencias y a las Tecnologías de la Universidad de Alicante con un contrato de excelencia de la Generalitat Valenciana, ligada al grupo de trabajo de Ciencias Planetarias desde el año 2021. Parte de su etapa postdoctoral (entre 2022-2023) también incluye una estancia en el «Lunar and Planetary Laboratory» de la Universidad de Arizona (EE.UU.), y pertenece a los equipos científicos de las misiones espaciales DART (NASA) y Hera (ESA) encargados de la Defensa Planetaria. Desde hace unos años compagina su labor de investigación con actividades de divulgación en múltiples formatos (radio, televisión, seminarios, etc), buscando la unión entre la ciencia y la transmisión general de conocimiento a la sociedad.

 Su conferencia versó sobre los millones de asteroides volando por el espacio que miden desde centímetros hasta kilómetros, y más o menos peligrosos. De esa lista, más de 30.000 están catalogados como NEOs -objetos cercanos a la Tierra-, lo que implica que sus órbitas pasan cerca, en términos astronómicos, de la órbita terrestre. ¿Cuáles de ellos pueden ser peligrosos? ¿Qué misiones espaciales los estudian? ¿Por qué algunos de ellos son binarios?  Lógicamente nos habló del trabajo realizado desde la Universidad de Alicante en las misiones DART (NASA) y Hera (ESA) de Defensa Planetaria.

Tras el último Coffe break de las Jornadas, la conferencia de clausura corrió a cargo del Dr. Alberto Fernández Soto. Asturiano de Gijón, por formación Licenciado en Física y Matemáticas y Doctor en Física y por profesión astrónomo (Científico Titular del CSIC) en el Instituto de Física de Cantabria desde 2008. Anteriormente investigador en la State University of New York (1996-1997 y 1999-2000), University of New South Wales (Sydney, Australia, 1997-1999), el Osservatorio Astronomico di Brera-Milán (2000-2002) y en el Observatori Astronòmic de la Universitat de València (2002-2008). Investiga en Cosmología Observacional, en particular los procesos de formación y evolución de las galaxias, y ha desarrollado técnicas pioneras de medida de distancias cosmológicas basadas en imagen que hoy son standard y se utilizan en prácticamente todos los grandes proyectos internacionales. Ha formado parte, entre otros, de los equipos científicos de la cámara OSIRIS en el telescopio GTC y de ARRAKIHS, la primera misión espacial europea liderada desde España.  Su conferencia «El origen del Universo: a lo mejor ni tan Big ni tan Bang» nos hizo reflexionar sobre la historia que conocemos del universo, con una revisión de conceptos que damos por supuesto en la divulgación de la astronomía y que quizás deberíamos de matizar muy mucho.

Con una sala de conferencias al completo, despedimos las que han sido las XXX Jornadas de Astronomía del Planetario de Castellón y empezamos a pensar en la XXXI edición, ya que nuevamente el listón ha quedado muy alto.

¿Te vas a perder las próximas?

¡Saludos!

Crónica de las XXIX Jornadas Astronómicas del Planetari de Castelló 2023

Crónica de las XXIX Jornadas Astronómicas del Planetario de Castelló 2023

31 de marzo, 1 y 2 de abril de 2023

A finales de 2022 pasé a trabajar de Gestor Cultural del Planetari de Castello. La responsabilidad del puesto se basa en consolidar, buscar y mejorar la oferta cultural del centro, dentro de las posibilidades económicas del presupuesto anual y, sobre todo – y por desgracia-, hacer frente a la desproporcionada gestión burocrática que implica cada actividad realizada propia de la administración.

Nada más enfrentarme a esta nueva faceta profesional, el reto más importante era la organización de las tradicionales Jornadas de Astronomía del Planetario, que este año alcanzaba su XXIX edición y vienen siendo un clásico en la reunión de profesionales y aficionados de todo nuestro estado.

El reto añadido era mi poca experiencia en organizar en solitario unas Jornadas de esta envergadura, y más que tras la escasa repercusión de las Jornadas astronómicas del año anterior, mi primer objetivo -marcado desde la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Castellón- era recuperar el interés y la participación ciudadana, y por tanto, el éxito de las mismas.

 Y a ello me entregué desde mediados de diciembre a jornada completa. De hecho, las pocas entradas de este blog en estos pasados meses tienen mucho que ver con ello.

Afortunadamente, conté con mi compañera Isabel Felip que se encargó mayoritariamente de la tramitación de todos y cada uno de los expedientes que iba a tener que empezar a abrir y gestionar, mientras también gestionaba buena parte del resto de actividades en curso. Sin ella, las Jornadas no hubieran sido posibles, o al menos yo no las hubiera podido organizar.

La solución que busqué para tener una mayor repercusión, sin ningún tipo de marketing, campaña publicitaria ni de especial ayuda externa; recurrir a profesionales de la investigación y divulgación de la primera línea de nuestro país, de sobra conocidos y respetados por la comunidad de profesionales y aficionados. Ello sorprendentemente NO implicaba un mayor aumento de la partida presupuestaria, solo resultaba dejar por el camino ponencias del mundo amateur -no digo que poco interesantes – pero quizás obsoletas en plena era de la información y redes sociales.

La ciencia e investigación de primera mano -de los propios investigadores e investigadoras- resulta desde mi punto de vista fascinante, y encima si son excelentes divulgadores y divulgadoras. Este escenario continúa no siendo tan accesible mediante redes sociales y le proporciona a un evento presencial un carisma especial.

Para ponerme en contacto con las personas elegidas también conté con la ayuda inestimable de mi colega y buen amigo, Borja Tosar, gran divulgador, colaborador del Planetario de A Coruña, y mejor persona. Casi podría decir que fueron unas Jornadas colaborativas en este aspecto de organización, y sin su ayuda, tampoco las Jornadas del Planetari hubiera alcanzado la calidad que hemos tenido este año. Para bien o para mal, él es también culpable.

Precisamente las mismas redes sociales que -según mi opinión- restan sentido a las antaño interesantes ponencias de astrónomos amateurs, nos permiten ahora el contacto con profesionales de primera línea con la propuesta de invitarlos e invitarlas a un evento de estas características; personas sencillas, accesibles y encantadas con la idea de visitarnos y pasar un fin de semana juntos, y lo que aún me sorprendió más, en todas las ocasiones sin preguntarnos la minuta.

No sería justo no citar a mis compañeras Marencargada de redes sociales del Planetari– o a Nicole – Guía del Planetari-, con aspectos de atención a los y las asistentes, así como otros detalles que, no por más discretos, no carecieron de importancia para que las Jornadas de 2023 salieran perfectas.

Tras tener claro el programa definitivo, lanzamos las reservas de plazas en nuestra plataforma habitual, de forma que en tan solo 24 horas de completaron todas las plazas disponibles (100) y no solo eso, se generó una cola de espera de ¡más de 150 personas! NO me consta unas jornadas anteriores con tal cola de interesados e interesadas en asistir a las mismas.

 El esfuerzo, nervios, tensión, parecía iba a tener sus frutos, al menos en cuanto participación.

Hay muchas anécdotas agradables y algunas (muy pocas) desagradables, sin embargo, la talla humana de los conferenciantes consiguió que, durante tres días de absoluto estrés, se diluyera cualquier sombra de presión y cansancio.

Viernes 31 marzo

Inauguración de las Jornadas y conferencia inaugural a cargo del Dr. Agustín Sánchez Lavega. Catedrático de Física de la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la Universidad del País Vasco. Director del Grupo de Ciencias Planetarias y del Máster en CyT Espacial. Autor de más de 285 artículos, muchos portada de las prestigiosas Nature o Sciencie, Galardonado por la Real Sociedad Española de Física y medalla David Bates de Ciencias Planetarias en 2020.

Nos deleitó con lo que es uno de los más grandes investigadores a nivel mundial. En las atmósferas de los planetas se desarrollan gigantescas tormentas que no tienen parangón en la Tierra. Ondas planetarias en Venus, grandes tormentas de polvo en Marte, la Gran Mancha Roja de Júpiter y las Grandes Manchas Blancas de Saturno, son algunos ejemplos. Su estudio ayuda a comprender mejor fenómenos semejantes, pero de menor escala, en nuestro planeta

Sábado 1 de abril.

La primera ponencia de la mañana del día más intenso, corrió a cargo de un especialista en exploración espacial. Pedro León es divulgador espacial y creador de webs como infosondas.com y sondasespaciales.com, auténticas fuentes de información de todo lo que hemos lanzado por ahí arriba. También es autor del libro más que recomendable «Eso no estaba en mi libro de la Exploración Espacial» y miembro de la Agrupación Astronómica de Córdoba. El hecho de que fuera una ponencia -solo 30 minutos- nos supo a muy poco para tantas preguntas que nos formulamos en este momento clave de la exploración humana del espacio.

La segunda conferencia corrió a cargo de la Profesora de la Universidad de Alicante María Ribes Lafoz, muy conocida en redes sociales y medios de comunicación como «Nerferchitty». Habitualmente es profesora de Innovación y Formación Didáctica de la Facultad de Educación de la Universidad de Alicante, donde imparte asignaturas sobre la Enseñanza y el Aprendizaje de Lenguas, y también es profesora de Lengua y Literatura españolas en el Centro Superior de Idiomas de la misma Universidad. Es miembro del Equipo Editorial de la Red de Investigación sobre el Próximo Oriente Antiguo de egiptología y sumeriología (RIIPOA), pero por las tardes y noches se transforma y es muy conocida como colaboradora en espacios de sobra destacados como los podcasts Coffe Break y El abrazo del Oso. Decir que es capaz de pronunciar cosas impronunciables por el resto de humanos, en lenguas de las que casi no hemos oído hablar, y todo ello vinculado a la astronomía antigua, es quedarse muy corto. Durante su conferencia nos hizo un recorrido por la historia de la observación de los objetos celestes, así como por la mitología asociada a ellos, empezando en la época sumeria, cuyo saber ha llegado hasta nuestros días a través de las tablillas babilonias. También nos acercó a la cultura egipcia y a la griega, lo que nos permitió establecer paralelismos culturales y lingüísticos

Posteriormente hubo un descanso en el que la Sociedad Astronomía de Castellón deleitó al público asistente con una observación solar con diferentes instrumentos durante casi una hora.

Tras la observación solar retomamos con una conferencia a cargo del Dr. Jorge Pla-García. Doctor en Astrofísica por la Universidad Complutense.   Científico planetario del Centro de Astrobiología (centro asociado al NASA Astrobiology Program) y científico afiliado al Space Science Institute (USA).    Investigador de tres misiones de NASA en Marte: rover Curiosity, aterrizador InSight y rover Perseverance. Dos premios de NASA por mi participación en la misión rover Curiosity.    Trabajó durante tres años en la misión ExoMars Rosalind Franklin rover de la ESA y dos en el Instituto de Astrofísica de Canarias.  Profesor del Máster en Astrofísica de la Universidad Internacional de La Rioja. Redactor de la revista Astronomía. Premio Comellas de la RAdA de divulgación astronómica  2022, y una gran persona. Desvirtualizarlo fue una de las grandes alegrías para mi de las Jornadas, pues siempre he contado con él para los medios de comunicación locales con los que he colaborado estos últimos 8 o 10 años.

En su conferencia nos habló naturalmente de Marte, realizando el viaje más alucinante de la historia de la humanidad, con el planeta rojo como destino. Nuestra especie, en su afán por aventurarse en lo desconocido, ha conseguido en los últimos siglos alcanzar lugares antes inimaginables, culminando con varios paseos por la superficie de Luna. El siguiente gran hito de la exploración de nuestra especie será pisar por primera vez el planeta Marte. Pero para verlo tendremos que esperar, probablemente, hasta la década de 2040. Durante la conferencia describió los objetivos y descubrimientos más importantes de las tres misiones robóticas actuales de NASA en suelo marciano, con la vista puesta en la preparación de la exploración humana del Planeta Rojo.

Posteriormente, todos y todas las conferenciantes y ponentes fueron invitados a comer un arrocito de Castellón en un local próximo para que nos diera tiempo de continuar por la tarde.

Y la tarde la retomamos con mi amigo, colega y excelente divulgador, Borja Tosar. Borja es Acuario, Máster en Astronomía y Astrofísica por la VIU y piloto de avión. Colabora con el planetario de A Coruña contando Postales Planetarias, una sesión mensual de planetario sobre las últimas noticias astronómicas. También colabora en diversos medios como el programa de televisión «Atmosféricos» en la Televisión de Galicia, en radio en «Efervescencia» en la Radio Galega y Coruña en la Onda en Onda Cero Coruña y en prensa con La Voz de Galicia y el portal de divulgación BBVA-Openmind. 

Con su ponencia «Planetas inventados» nos habló de los escenarios de la ciencia ficción que son los planetas inventados, a veces parecidos a la Tierra con alguna diferencia, otras veces son exóticos con cielos y paisajes maravillosos y alguna vez tan aterradores que nos hacen sentir nostalgia de nuestro punto azul pálido. De los 5.250 exoplanetas confirmados que sabemos que están ahí, ¿Qué posibilidades hay? ¿Se han pasado imaginando mundos los escritores y guionistas de pelis o … ¿se han quedado cortos?

Después contamos con la conferencia del Dr. Héctor Socas, investigador científico en el Instituto de Astrofísica de Canarias IAC, director del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife y creador del podcast Coffee Break: Señal y Ruido. Este podcast fue galardonado el año pasado con el «premio de la audiencia» de la Asociación de Escuchantes de Podcasts y con el Premio iVoox a mejor podcast en categoría de ciencia. Es autor de investigaciones y artículos científicos sobre búsqueda de tecnomarcadores y fue invitado a la reunión organizada por la NASA en 2018 «NASA and the search for technosignatures» para recabar asesoramiento de expertos en este tema.

Nos habló de uno de sus últimos papers al respecto. Desde su despertar a la consciencia, la especie humana ha vivido condicionada por una profunda soledad cósmica. En la década de los 1960 comenzaron las primeras búsquedas de señales de radio procedentes de las estrellas. Hoy día, la revolución científica que vive la astrofísica de exoplanetas está abriendo nuevas ventanas que podremos explorar como nunca antes con la nueva generación de telescopios. Polución industrial, iluminación de ciudades o grandes enjambres de satélites, son posibles tecnomarcadores que podrían delatar la presencia de otras civilizaciones en los miles de exoplanetas que vamos descubriendo.

Tras un descanso, continuamos con la ponencia Dra. Olga Mena. Dra. en física teórica, es Investigadora del Instituto de Física Corpuscular, IFIC (CSIC-UV). Especializada en cosmología y astro partículas, focalizándose en los neutrinos en el universo. Ha colaborado en el experimento internacional BOSS y actualmente en SKA, el mayor radiotelescopio del mundo, en el que busca las implicaciones en 21 cm del Hidrógeno en el universo primitivo e implicaciones de la presencia de la materia oscura. Ramón y Cajal del CSIC, posdoc en Universidad de Roma y en Fermilab (Illinois).

Nos mostró las búsquedas de materia oscura en nuestro cosmos, esa componente misteriosa que supone el 90% de las galaxias. Veremos como telescopios presentes y futuros pueden arrojar luz sobre la oscuridad y descifrar el 25% del alfabeto del universo. Nos dolió solo contar con media hora para un tema tan apasionante y puntero, pero era el resultado de un programa tan apretado y de tan alto nivel.

Para finalizar este sábado tan intenso, tuvimos la conferencia del conocido y excelente divulgador Ángel Gómez. Especializado en Astronomía y Ciencias del Espacio, ha trabajado durante más de catorce años como operador de telescopios en el Observatorio del Teide del Instituto de Astrofísica de Canarias, IAC. Además de haber impartido a lo largo de una década cursos de astronomía para el profesorado de secundaria en el IAC. Autor y coautor de varios libros es el director y editor de la revista Astronomía. En 2016 recibió el Premio Especial del Jurado de los premios Prismas a la Divulgación Científica de la Casa de las Ciencias de A Coruña.

Su charla se centro en el flamante telescopio James Webb, el nuevo telescopio espacial destinado a ofrecernos las imágenes más profundas del universo y muchas más cosas. Mucho mayor que el veterano Hubble y trabajando en el infrarrojo, va a destacar durante al menos la próxima década en campos tan diferentes como la cosmología, las atmósferas de exoplanetas o el estudio del universo más primitivo. La nueva astronomía del Webb está a punto de sorprendernos con apasionantes hallazgos.

Finalizamos un día agotador, siempre en buena compañía y un ambiente excelente.

Domingo 2 de abril

Empezamos la mañana con la ponencia de la física y escritora de ciencia ficción Gisela Baños. Gisela Baños estudió física teórica en la Universidad de Leipzig pero compagina su trabajo en el mundo editorial como correctora, editora y escritora con la buena divulgación científica en diversos medios y la enseñanza.

Gisela nos habló del sueño de Kepler o cuando nace la ciencia ficción. Mientras desarrollaba sus tres leyes sobre el movimiento planetario a partir de las observaciones de Tycho Brahe, Johannes Kepler tenía otras cuestiones en su mente. Su Somnium sive Astronomia lunaris no solo fue un predecesor de los experimentos mentales que popularizaría, siglos después, Albert Einstein, sino, probablemente, la primera novela de ciencia ficción de la historia.

Continuamos con la conferencia del Dr. Jose María Madiedo. Doctor en Astrofísica y en Química. Actualmente es investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA. Dirige la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (red SWEMN) y el proyecto SMART, que tienen como objetivo analizar las rocas procedentes de asteroides y cometas que se cruzan con la órbita de la Tierra y entran en la atmósfera terrestre.  También desarrolla el proyecto MIDAS, que lleva a cabo la detección mediante telescopios de impactos de rocas contra la Luna. Ha asesorado a la Agencia Espacial Europea (ESA) en el diseño y operación del sistema de detección de impactos contra la Luna que dicha institución implantó en el año 2017. En 2018 entró a formar parte del Comité Científico Asesor de la misión espacial LUMIO de la Agencia Espacial Europea. Desde 2019 trabaja en el proyecto P3NEO-I de la Agencia Espacial Europea, cuyo objetivo es proteger a la Tierra de impactos de asteroides y cometas.

Y claro, nos habló del peligro de impacto con asteroides y la defensa planetaria. En el entorno de la Tierra existen multitud de objetos potencialmente peligrosos. Si colisionasen contra nuestro planeta podrían producir una catástrofe de grandes dimensiones. Por ese motivo es fundamental elaborar protocolos y técnicas de defensa planetaria que nos permitan protegernos de estos impactos.

Tras un descanso continuamos con la ponencia de la astrofotógrafa Alicia Lozano. Con más de diez años de experiencia en astrofotografía, trabaja desde hace dos años junto al astrofotógrafo Vicent Peris. Forma parte del equipo de desarrollo del potente software de procesamiento de imágenes astronómicas PixInsight, internacionalmente conocido, encargándose de la elaboración del material de enseñanza de la plataforma. Actualmente lleva a cabo labores de divulgación en el Observatorio de Aras de los Olmos, de la Universidad de Valencia.

La conferencia de clausura corrió a cargo de carismático Dr. Carlos Briones. Investigador Científico del CSIC, divulgador de la ciencia y escritor. Doctor en Ciencias Químicas (especialidad en Bioquímica y Biología Molecular), dirige un grupo en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA, asociado al NASA Astrobiology Program) que investiga sobre el origen y la evolución de los seres vivos, y el desarrollo de biosensores para caracterizar la vida terrestre o buscarla fuera de nuestro planeta. Ha publicado más de 100 artículos en revistas internacionales y es coinventor de 10 patentes en los campos de la biotecnología y la biomedicina. Posee una larga trayectoria en divulgación científica como conferenciante, coordinador de ciclos y colaborador en prensa. Es autor o coautor de varios libros, entre ellos «Orígenes. El universo, la vida, los humanos» y «¿Estamos solos? En busca de otras vidas en el Cosmos».

Naturalmente nos apasionó con el origen de la vida en el escenario actual. La astrobiología utiliza el método científico para formular la antigua pregunta de si estamos solos en el Universo. Entre otros lugares potencialmente habitables, la buscamos en Marte, en los satélites de Júpiter y Saturno… y en los más de 5.000 planetas extrasolares que ya conocemos.

La experiencia y el resultado valió todos los esfuerzos, y destacar la especial sinergia que surgió entre casi todos y todas las conferenciantes. También agradecer sus comentarios de satisfacción en redes sociales, que confirieron a nuestro Planetario una difusión nunca alcanzada hasta el momento. Gracias.

Como siempre, es el público el que debe opinar sobre lo que fuimos capaces de ofrecerles desde el Planetari este año, y pidiendo disculpas a esas más de 150 personas interesadas que no pudieran asistir y que solo fue culpa del aforo físico que disponemos en nuestro salón de actos. La ciencia, en concreto la astronomía en sus diferentes facetas, vuelve a interesar y mucho a los castellonenses.

Gracias a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Castelló por su confianza, y a todos y todas las que, por olvido u omisión no intencionada, no he podido agradecer el éxito obtenido.

¡Saludos!

In memoriam

Dedicado a la memoria de mi padre Antonio Peris Aguilar. Durante estas Jornadas se cumplió el 30 aniversario de su fallecimiento, poco antes de la celebración de las primeras Jornadas en 1993, y sobre de las que aún pude hablar con él.

El cometa de la navidad que llega con retraso

El cometa de la navidad que llega con retraso

Volvemos a tener un cometa visible a simple vista en el cielo nocturno

En realidad, la navidad no tienen nada que ver con los cometas como ya expliqué en una entrada hace varios años [1].

Desde julio del 2020, tras poco después del confinamiento por la pandemia de Covid19, no habíamos tenido un cometa visible a simple vista en el cielo nocturno, como lo fue el C/2020 F3 NeoWise [2] .

Ahora, durante enero de 2023, tenemos un nuevo cometa que llegará a ser visible a simple vista sin ayuda de instrumento óptico. El C/2022 E3 es un cometa descubierto por el Zwicky Transiet Facility  ZTF (telescopio Samuel Oschin [3] de Monte Palomar) en marzo de 2022, con un período de unos 50 000 años. En el momento del descubrimiento tenía magnitud 17 y se encontraba a más de 4 unidades astronómicas de nuestro Sol.

Poco a poco el cometa ha ido acercándose al Sol, reflejando más luz y empezando a desarrollar una pequeña cola. El cometa ya era visible con prismáticos pequeños el pasado mes de diciembre y alcanzará el perihelio solar el próximo día 12 de enero, pero la distancia mínima a la Tierra sucederá a inicios del mes de febrero a unos 40 millones de kilómetros y en una buena situación de observación circumpolar para los observadores del hemisferio norte.

Órbita real del cometa. Crédito NASA.

Esperamos que sea visible a simple vista durante esos días y en un cielo oscuro, y aunque no esperamos un cometa esplendoroso como los fueron los excepcionales Hale-Bopp o el Hyakutake, si es una buena ocasión para observar a estos visitantes celestes, que en el mejor de los casos presentará un brillo estimado máximo de magnitud 4,5 a 5,5  [4] durante la segunda quincena de febrero, en la que la Luna no molestará para su observación.

Estos días, a principios de 2023, andamos con Luna llena y su observación es por tanto complicada y en unas horas muy incomodas en la madrugada, ya que se encuentra en la constelación de la Corona Boreal.

El requisito el de siempre, un cielo lo más libre de polución lumínica y un horizonte despejado.

Aquí os dejo el mapa del trayecto del cometa durante el mes de enero, calculada con el software gratuito Stellarium a partir de los elementos orbitales del Minor Planet Center. No dejo de recomendaros este programa y añadir cada nuevo objeto celeste del sistema solar descubierto para el cálculo de sus efemérides y conocer su visibilidad en el cielo desde vuestro propio lugar de observación, como ya os describí paso a paso en su día en la entrada sobre el cometa NeoWise 2020F3: Los cometas y los gatos [5]

Trayectoria del cometa (en amarillo) calculada para el mes de enero y posiciones cada 10 días. Extraído de Stellarium con la información del MPC.

¡Feliz caza cometaria y feliz nuevo año!

Actualización 28 enero 2023

El cometa ya es visible en el límite de visión a simple vista desde lugares oscuros muy al norte, muy cerca de la Osa Menor. La mejor forma de observarlo es salir al campo, pero se puede intentar localizarlo con unos pequeños primaticos desde lugares suburbanos. Lógicamente los prismáticos son la mejor opción en todos los casos, y con pocos aumentos (típicos 8×30, 7×50, etc..). A nivel visual ya no va a ganar mucho más, y se quedará lejos de aquel que nos deleitó tras el confinamiento pandémico en 2020.

La caza fotográfica es sencilla e incluso es posible capturarlo con teléfono móvil si tenemos algo de experiencia en este campo, aunque distará mucho de unas buenas fotos con teleobjetivo (>120 mm) y seguimiento (con la técnica del apilado como es el caso del cielo profundo).

Os dejo una carta más detallada para estos días: ¡Ojo! la Luna creciente provocará que la observación gane en calidad cada vez más tarde en la noche (una vez se ponga o este al menos baja en el Oeste).

¡Qué lo disfrutéis!

Para los más constantes y mis amig@s del Sur (que ya pueden empezar a cazarlo) -trayectoria desde arriba hacía abajo en el Norte, al revés en el Sur-:

Referencias del texto:

[1] https://cielosestrellados.net/2015/12/22/natividad-la-estrella-de-belen-un-pintor-florentino-y-una-epopeya-cosmica/

[2] https://youtu.be/916VZlZgrcE

[3] https://en.wikipedia.org/wiki/Samuel_Oschin_telescope

[4] https://cometografia.es/cometa-ztf-2023/

Para los más inexperto en el tema del brillo de los astros os recuerdo que la escala de magnitudes o brillos aparentes de los astros está basada en una escala logarítmica de brillos. Así, en condiciones de observación perfectas, un ojo sano y adaptado a la oscuridad de media puede observar hasta objetos puntuales de magnitud 6 o 6,5. Venus en sus momentos de máximo brillo presenta una magnitud negativa de -4. El Sol una magnitud de -28. La diferencia de brillo de una magnitud equivale a un orden de variación 2,5 veces en intensidad luminosa aparente.

[5] https://cielosestrellados.net/2020/07/09/los-cometas-y-los-gatos-c-2020f3-neowise/

OTOÑO BOREAL DE IMPACTO

El otoño boreal -o primavera austral- empezará con dos eventos de impacto.

El primero y muy mediático será el lanzamiento de Artemisa-1 a la Luna, recordemos, el inicio del programa de regreso del ser humano a nuestro satélite. En este caso la misión será no tripulada y tenéis una entrada anterior con detalles al respecto [1].

El otro evento será un evento de impacto literal. Se trata nada más y nada menos que el primer intento deliberado de estudiar como desviar un asteroide y que se realizará a finales de este mes, el lunes 26 de septiembre. La misión DART (Double Asteroid Redirection Test), lanzada a finales del pasado año por la NASA, realizará un impacto cinético (500 Kg) contra una pequeña luna de un asteroide, Dydimos, de un diámetro de unos 800 metros a 6,6 Km/segundo. Un pequeño cubesat italiano filmará el impacto de su nave nodriza, al separarse de la misma unos días antes del evento.

Misión DART. Crédito NASA.

Ni este cuerpo ni su pequeña luna Dimorphos, presentan una amenaza de impacto contra la Tierra, pero en este primer ensayo en lo que ya se conoce oficialmente como «Defensa Planetaria», vamos a abrir el camino para conocer que sistemas podemos desarrollar eficazmente para librarnos de un futuro impacto contra nuestro planeta, que sabemos que ocurrirá (ha ocurrido repetidas veces en el pasado) aunque NO cuándo sucederá. La página de NASA la tenéis en [2].

El evento será retransmitido en directo. El estudio de la modificación de la órbita de Dimorphos (160 metros y 1 millón de toneladas de masa) que orbita a Dydimos cada casi 12 horas, se llevará a cabo en las sucesivas semanas y meses, tanto desde observatorios en Tierra como desde una segunda misión espacial enviada por la Agencia Espacial Europea ESA, llamada HERA, en octubre de 2024 (llegará al asteroide doble en 2026), y que aportará mucha más precisión del sistema así como de los resultados en la modificación de los parámetros orbitales. La página de ESA la tenéis en [3].

HERA. Crédito NASA

El evento se espera que sea lo más energético posible teniendo en cuenta el perfil del choque, totalmente frontal si el sistema de guiado de la nave funciona como es previsible.

Primera imagen de Dydimos desde DART. El objetivo ya está a vista de cámara de misión. Crédito: NASA

Hay que recordar que no es el primer evento de choque de una nave espacial con un cuerpo menor de forma intencionada. En 2005 la sonda Deep Impact (NASA) [4] lanzó una masa impactadora de 375 Kg contra el cometa 9P/ Tempel 1 para conocer mejor su estructura, pero si es la primera misión espacial para estudiar la posibilidad de defender nuestro planeta de un choque futuro con un cuerpo menor -sea cometa o asteroide-.

Se retransmitirá el evento de impacto en el canal de NASA de Youtube en directo: https://youtu.be/-6Z1E0mW2ag

Actualización 27 septiembre: Éxito de misión. Esta pasada madrugada hora española, la nave ha impactado contra su objetivo, suministrando desde la nave 1 imagen cada segundo hasta el momento del impacto, a una velocidad superior a los 5 Km/segundo. Pendientes de las imágenes del cubesat y de los resultados en las modificaciones orbitales del objetivo que se puedan seguir desde la Tierra. Aquí tenéis las últimas noticas de este momento histórico en la defensa planetaria.

https://www.nasa.gov/feature/dart-s-final-images-prior-to-impact

Última imagen completa de Dart de la superficie del objetivo. Crédito NASA

Actualización 04 de octubre: De momento se están registrando una gran cantidad de polvo y restos del impacto desde observatorios en Tierra, que han convertido el asteroide en un aspecto cometario con cola. Aquí tenéis una de las fuentes:

https://noirlab.edu/public/news/noirlab2223/

Astronomers using the NSF’s NOIRLab’s SOAR telescope in Chile captured the vast plume of dust and debris blasted from the surface of the asteroid Dimorphos by NASA’s DART spacecraft when it impacted on 26 September 2022. In this image, the more than 10,000 kilometer long dust trail — the ejecta that has been pushed away by the Sun’s radiation pressure, not unlike the tail of a comet — can be seen stretching from the center to the right-hand edge of the field of view.

Actualización 11 de octubre: NASA confirma la modificación de los parámetros orbitales del objetivo en bastante más de lo esperado. Se abre una puerta a la esperanza ante un futuro en el que «el cielo puede caer sobre nuestras cabezas», literalmente. Enlace a la noticia:

https://www.nasa.gov/press-release/nasa-confirms-dart-mission-impact-changed-asteroid-s-motion-in-space

Crédito: HST/NASA

Crédito en la imagen

Referencias del texto

[1] https://cielosestrellados.net/2022/08/27/volvemos-a-la-luna/

[2] https://www.nasa.gov/specials/pdco/index.html#dart

[3] https://www.esa.int/Space_Safety/Hera

[4] https://www.jpl.nasa.gov/missions/deep-impact

Primer exoplaneta del James Webb (Frank Drake in Memoriam)

Primer exoplaneta del James Web (Frank Drake in Memoriam)

Esta semana el flamante nuevo telescopio espacial James Webb, ha dado a conocer otra serie de imágenes fascinantes, en este caso del exoplaneta HIP65426b [1].

Imágenes del primer exoplaneta capturado por el James Webb. Crédito: NASA

Y es que en los dos meses que han pasado desde que se dieron a conocer las primeras imágenes y que levantaron una expectación mediática mundial de la que ya escribí [2], ya ha dado a conocer unas cuantas secuencias de imágenes sorprendes [3], algunas de las cuales ya están originando datos que no esperábamos o al menos no creíamos esperar.

Especialmente llamativos son los datos que está recogiendo del universo temprano, débiles galaxias muy jóvenes y cercanas temporalmente al Big Bang en un poco más de par de centenares de millones de años, pero de estructuras reconocibles similares a las actuales.

La belleza en la estructura de algunas galaxias escrutadas en el Infrarrojo (IR) como la de PGC2248 [4] o Messier 74 [5] solo han sido superadas por datos como la detección de dióxido de carbono en la atmosfera del lejano exoplaneta WASP39b [6], a 700 años luz de nuestro sistema solar.

Messier 74. Crédito: NASA/ESA/CSA James Webb Space Telescope shows the heart of M74,

Tal y como iniciábamos estas líneas, el primer día del mes de septiembre, se publicaron las imágenes directas tomadas por este telescopio de un exoplaneta a 385 años luz de nuestro Sol. En las imágenes la estrella no aparece (está marcada por un asterisco) ya que se ha empleado una técnica similar a la coronografía solar (tapar el disco brillante del Sol para sacar su corona o sus protuberancias). Aparece el planeta, un gigante gaseoso de tipo Júpiter en varios filtros de longitud de onda IR, en el que el planeta es «solo» unas 10000 veces más débil que su estrella.

No es la primera imagen directa que obtenemos de uno de los más de 5000 exoplanetas descubiertos [7], pero si de las muy escasas y ciertamente de un mundo bastante lejano.

Teniendo en cuenta que empezamos a descubrir exoplanetas en 1995, antes solo eran una suposición probabilística que era difícil de encajar en ecuaciones como la famosa Ecuación de Drake para hacer un cálculo estimativo del número de civilizaciones de la galaxia capaces de comunicarse con nosotros.

Frank Drake y su ecuación. Crédito CC

El Dr. Frank Drake [8] -que falleció ayer – fue pionero en la búsqueda de señales de civilizaciones inteligentes, en lo que se denominó Proyecto Ozma (1960) hasta el mucho más conocido y moderno Proyecto SETI, acrónimo de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, del que ha sido su director emérito hasta sus últimos días. Públicamente mediatizado por su famosa ecuación (1960) antes citada o por el Radio Mensaje de Arecibo (1974), así como su amistad con el también desaparecido Carl Sagan. Precisamente su hija Nadia, el pasado mes de noviembre escribía en National Geographic [9] sobre la trayectoria de su padre y los 60 años de su ecuación.

Hombre afable, con un más que correcto español, tuve la ocasión de conocerle y realizarle una pequeña entrevista en su viaje a España para recoger de la mano de Joan Oró la medalla de la Fundación Oró por su trayectoria científica.

Joan Oró y Frank Drake tuvieron esta amabilidad en los años 90. Los dos forman ya parte de la historia de la ciencia.

Bromeaba sobre la cerveza y sobre su seguridad -casi pasional- sobre las posibilidades reales de contactar y que -con un poco de suerte- tendríamos la recepción de un mensaje de una inteligencia extraterrestre cerca del año 2000. Aunque no acertó en esta predicción, seguro que esbozaría una sonrisa para cada nuevo descubrimiento que nos deparará el James Webb en el campo de los exoplanetas y sus posibles capacidades de habitabilidad.

¡Gracias por leerme!

Referencias del texto:

[1] https://blogs.nasa.gov/webb/2022/09/01/nasas-webb-takes-its-first-ever-direct-image-of-distant-world/

[2] https://cielosestrellados.net/2022/07/11/preparado-para-el-telescopio-james-webb/

[3] https://webb.nasa.gov/

[4] https://www.nasa.gov/feature/goddard/2022/webb-captures-stellar-gymnastics-in-the-cartwheel-galaxy

[5] https://esawebb.org/images/potm2208a/

[6] https://www.nasa.gov/feature/goddard/2022/nasa-s-webb-detects-carbon-dioxide-in-exoplanet-atmosphere

[7] https://cielosestrellados.net/2022/03/26/mundos-a-montones/

[8] https://www.seti.org/frank-drake

[9] https://www.nationalgeographic.com/science/article/why-alien-hunters-have-spent-60-years-finding-new-solutions-for-the-drake-equation?s=07&fbclid=IwAR0IJ-5mgKsqNEwwvRvYUdgLYuimlzaUpu4_RA-e2DGEfFHVDSpM1_rfXuc

¡Volvemos a la Luna!

Lo imprescindible que debes saber del lanzamiento de la misión Artemisa-1

Una mujer, del cuerpo de astronautas de la NASA, pondrá su pie en una zona cercana al polo sur lunar en 2025. Lo hará a bordo del nuevo cohete SLS de NASA, y en la misión Artemisa-3, dentro del programa estadounidense «Artemisa», que al igual que el programa «Apolo» con el cohete Saturno V, nos llevó en 6 ocasiones a la superficie de nuestro satélite hace más de 50 años.

Y el camino de vuelta a la Luna «para quedarnos», estableciendo en los próximos años una base semipermanente cerca de zonas lunares donde esperamos poder extraer agua (en estado sólido, es decir, helada) de cráteres donde nunca incide la luz solar, empieza tal día como este próximo lunes con la primera ventana de lanzamiento para la misión no tripulada Artemisa-1.

Emblema oficial Artemisa 1. Crédito: NASA

El cohete que devolverá a la humanidad a la Luna es conocido por el acrónimo SLS (Space Launch System) es el cohete más potente construido por la humanidad, aproximadamente algo más del 10% de potencia que el cohete Saturno V del programa Apolo.

Artemisa 1 preparada para despegue. Crédito NASA

En las imágenes del cohete preparado ya en la rampa de lanzamiento podemos ver que su configuración es ligeramente diferente. Posee dos cohetes aceleradores (boosters) laterales, denominados SRB (Solid Rocket Boosters), que nos recuerda a los que utilizaba la lanzadera espacial estadounidense. Realmente es que estos dos aceleradores son una modificación de aquella configuración.

Saturno V (Apolo) versus SLS (Artemisa). 50 años de distancia. Crédito: NASA

Incluso la enorme etapa principal está dotada de 4 motores que son una modificación directa de los que integraba la propia lanzadera, los fiables RS-25. Es por tanto un cohete de 2 etapas (de combustible líquido oxígeno e hidrógeno) y dos aceleradores de combustible sólido.

Partes principales del cohete SLS. Crédito:NASA

Este cohete lo podremos ver a lo largo de todo su programa de vida en 4 configuraciones ligeramente diferente, según lleve suministros o tripulación, y ha recibido en estos más de 10 años de desarrollo críticas por sus sistemas mayoritariamente no reaprovechable, por sus retrasos y sobrecostes. La versión que tenemos en este primer vuelo del programa, que no es tripulado, es la versión SLS Block 1, que es capaz de poner en órbita terrestre 95 toneladas de carga y lanzar hacía la Luna 27 toneladas.

La altura total de esta configuración de lanzamiento es de 98 metros, para aquellos que os gusten los tamaños, eso es aproximadamente un edificio de 30 plantas.

La cápsula de tripulación (Crew Module, CM) se denomina Orión, y aunque en la Artemisa-2 y Artemisa-3 ya integrará 4 astronautas, pueda dar cabida hasta 6 tripulantes. Dotada de paneles solares es capaz de dar soporte vital a cuatro astronautas durante 21 días. Junto a la capsula Orión vuela un módulo de servicio (Service Module, SM) de construcción europea (ESA) construido por Airbus.

A todo el conjunto de la cápsula de astronautas (que es la que los retornará a la Tierra sanos y salvos) y al módulo de servicio, también se le suele denominar Orión, y el peso este conjunto es de casi 26 toneladas con una altura de 7,3 metros y un diámetro de 5,3 metros.  Es la mayor cápsula espacial construida por NASA.

En realidad, el programa Artemisa implica a empresas y organismos de más de 20 países directamente, y tiene un fuerte vinculo con la empresa de Elon Musk, Space X. Recordemos que esta configuración del programa Artemisa – a diferencia de las misiones Apolo- subcontrata un módulo de descenso lunar, que estará en órbita de nuestro satélite esperando a la cápsula Orión para realizar el descenso a la superficie de la tripulación. En órbita lunar por tanto existirá un encuentro Orión-«Moonship», siendo la segunda la encargada de realizar el alunizaje, posterior despegue y reencuentro orbital. Orión, tras recuperar a la tripulación lunar, pondrá rumbo a casa amerizando en el océano pacifico.

NASA y Space X socios imprescindibles para Artemisa.

En pocos años, se espera que la Moonship (o cualquier otro vehículo subcontratado a otras empresas en el futuro), espere atracada a la Gateway [4], una estación orbital lunar de NASA con socios europeos (ESA), japoneses (JAXA) y canadienses (CSA) y subcontratas privadas, que debería sustituir a actual la Estación Espacial Internacional en órbita terrestre.

La Gateway tendrá una órbita lunar casi polar de tipo NRHO y cuya trayectoria será estudiada por el pequeño satélite Capstone (lanzado el 28 de junio), aunque los primeros elementos de la estación no serán lanzados antes de 2024.

Por desgracia aún no tenemos fechas para lanzamiento de la Starship, aunque actualmente en Starbase -situada en Bocachica (Texas)- de Space X hay una actividad permanente y frenética. Elon Musk ha asegurado que antes de finalizar el año, alcanzará órbita con su mega cohete.

Naturalmente Artemisa 1 no precisará de la MoonShip, pues su maniquí, el comandante Campos (en honor al ingeniero Arturo Campos que permitió salvar del desastre a la tripulación del Apolo 13), los 2 torsos con chalecos provistos de sensores para estudiar la exposición a la radiación y resto de carga (alguna simbólica) que lleva la Orión, no tienen que bajar a la superficie lunar, solo orbitarla.

Esta misión además será excepcionalmente larga, de hasta 42 días (en función del día de lanzamiento), para probar todos los sistemas de forma exhaustiva.

Como podemos ver, muchas, muchas, muchas cosas tienen que salir bien en estos dos-tres próximos años, que se nos antojan muy intensos.

Pero ya no cabe lugar a dudas que estamos ante una nueva carrera por la Luna, que además también será el trampolín del siguiente gran salto: Marte.

Y la carrera acaba de recibir el pistoletazo de salida. Apasionante.

¡Gracias por leerme!

Hoja de ruta del programa Artemisa. Crédito: NASA

ACTUALIZACIONES DE LANZAMIENTO:

Actualización: Problemas en un motor a menos de una hora de lanzamiento, posterga el mismo hasta el viernes día 2 de septiembre al menos.

Actualización 31 de agosto: Artemisa 1 se lanzará durante una ventana de dos horas que se abre a las 2:17 pm EDT (18:17 GMT), es decir 20:17 hora civil española, del sábado 3 de septiembre si todo va según lo previsto.

Actualización 3 de septiembre: Una fuga de hidrógeno a unas 3 horas del despegue, pospone el mismo hasta el lunes 5.

Actualización 4 de septiembre: Una nueva fuga de hidrógeno devolverá el SLS al edificio de ensamblaje vertical (VAB). Se pospone el lanzamiento para el mes de octubre, en fecha por determinar pero no antes de finalizar la primera quincena de ese mes.

Actualización 8 de septiembre: Se baraja un posible lanzamiento a finales de este mes de septiembre si todo va bien en las pruebas en el edificio del VAB. 27 de septiembre por la tarde (península ibérica) es una fecha probable.

Actualización 23 de septiembre: Se mantiene la previsión de la ventana de lanzamiento del martes 27, solo el mal tiempo parece que esta vez se pueda interponer al mismo y aplazar hasta inicios de octubre.

Actualización 24 de septiembre: Visto el parte meteorológico en la zona, se decide posponer el lanzamiento y devolver el vehiculó al VAB. El lanzamiento se pospone para el próximo mes. Prima la seguridad ante todo.

Actualización 12 de octubre: NASA da el 14 de noviembre como fecha más probable para el intento de lanzamiento.

Actualización 14 de noviembre: El huracán Nicole impide el lanzamiento…¿16 de noviembre? los aplazamientos se hacen interminables 😦 (¿Se lanzará la Starship de Space X antes que el SLS?)

Actualización 16 de noviembre: A eso de las 7:45 de la mañana (hora peninsular)¡lanzamiento con éxito! : Artemisa I de camino a la Luna.

Actualización 11 de diciembre: Amerizaje perfecto en el Pacífico de la cápsula Orión. Artemisa 1 ya es historia de la exploración espacial, Artemisa II está en marcha, ¡Volvemos a la Luna!

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Programa previsto para Artemisa 1

Lanzamiento en primera ventana: 29 de agosto de 2022 a las 14:33 hora española (12:33 UTC)

Lugar de lanzamiento: rampa 39B de centro espacial Kennedy (si, desde donde despegaron los Apolo), en Cabo Cañaveral, Florida, USA.

Máxima tensión aerodinámica/mecánica : 01 min 10 segundos  

Separación de boosters laterales: 02min 12 seg

Separación torre escape: 03min 30 seg

Apagado del motor principal (1ª etapa): 08 min 04 seg

Separación segunda etapa (Core Separation) 08 min 16 seg.

Inyección a órbita lunar (TLI) y separación 2ª etapa (ICPS Separation)  01h:38 min :00 encendido de 18 minutos de duración y separación.

Llegada a órbita lunar: 4 de septiembre

Tipo de órbita: retrógrada a una altura mínima de llegada a la Luna de 140 kilómetros, para situarse en órbita de tipo DRO a 64 000 kilómetros de altura de la Luna (órbita distante).

Modificación de órbita para regreso a la Tierra: 21 de septiembre (según primera ventana de lanzamiento)

Llegada a la Tierra: Amerizaje en el océano pacifico el 10 de octubre (según primera ventana de lanzamiento)

Distancia recorrida: 2,1 millones de Km.

Velocidad de re-entrada: 40 000 Km/h

Duración de la misión: 42 días aproximadamente (según día de lanzamiento)

Coste del programa hasta la actualidad (desde 2017): 35 000 millones de dólares.

Coste de cada lanzamiento del programa: 4 000 millones de dólares (se espera un abaratamiento progresivo)

Retransmisión evento: Canales oficiales de NASA TV y ESA TV, ambos por Youtube (NASA TV también en algunas plataformas digitales y web)

Recomendado: https://www.youtube.com/c/NASA (emisión prevista en 4K)

Referencias:

[1] Artemis Reference Guide (NASA): https://www.nasa.gov/specials/artemis-i/img/Artemis%20I%20Reference%20Guide_Inter.pdf

[2] Website de la misión: https://www.nasa.gov/artemis-1 y dossier de prensa: https://www.nasa.gov/specials/artemis-i-press-kit/

[3] Para saber con mucho más detalle si te interesa y en español, el crack de la exploración espacial Daniel Marín tiene varias entradas en Naukas, la última esta: https://danielmarin.naukas.com/2022/08/26/mision-artemisa-i-estados-unidos-vuelve-a-la-luna/

[4] https://www.nasa.gov/gateway/overview

Perseidas vs súper Luna

Perseidas versus súper Luna en 2022

Entramos en una de las más famosas semanas boreales en cuanto a observación del cielo estrellado. La semana del máximo de la lluvia de estrellas fugaces conocidas como Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo, por la proximidad de la fecha al citado santoral cristiano.

El motivo de su popularidad -entre los habitantes del hemisferio norte- es el conjunto de varias causas. En primer lugar, es un fenómeno astronómico, que, como todas las lluvias de estrellas, no precisa ningún instrumento óptico, tan solo nuestros ojos, mirar hacía el cielo y observar. En segundo lugar, se produce durante el típico periodo vacacional del mes de agosto. Muchas personas se encuentran con tiempo libre para el ocio y han oído en alguna ocasión hablar de esta lluvia, pues se trata de un fenómeno astronómico cíclico que se observa desde la antigüedad.

Además, este periodo vacacional, coincide con el verano en nuestro hemisferio norte, que invita aún más a pasar una velada bajo la cúpula estrellada, y más con el preocupante aumento de las temperaturas que cada vez más estamos viviendo, la noche siempre nos proporciona un alivio refrescante.

Pero ahora vamos a tratar el tema de la lluvia. Se trata de una de las más intensas del año (la tercera en intensidad habitualmente), pero NO es ni la más intensa NI responde muchas veces a las expectativas que habitualmente los medios de comunicación les proporciona.

Principales lluvias de estrellas 2022. Crédito: Instituto Geográfico Nacional. Gobierno de España

La Tierra entra en el tubo de partículas microscópicas del cometa 109P/ Swift-Tuttle entre el 18 de julio y el 25 de agosto. Todas parecen provenir -si prolongamos imaginariamente sus trazas- de un punto de la constelación de Perseo, que es donde se sitúa el llamado radiante de la lluvia. Eso no quiere decir que debamos de localizar y mirar hacia la constelación de Perseo, si no tumbados contemplando la mayor cantidad de cúpula celeste y por supuesto, lejos de luces urbanas.

El cometa regresa cada 135 años, y ese año (o el siguiente) provoca una lluvia que triplica o más el número habitual de meteoros que podemos ver la noche del máximo y que solemos citar de 100 a la hora.

Pero esa cifra citada, es la llamada Tasa Horaria Cenital (THZ), es decir el número de meteoros que veríamos si el radiante situado en Perseo se situara en el Cenit (vertical del observador) en el momento del máximo.

Pero debido a la absorción atmosférica, en el momento del máximo, y si se produce a una hora adecuada (con Perseo ya alto en el horizonte norte) podemos ver entre 50 y 80 a la hora desde nuestra latitud… con suerte.

Sin duda un espectáculo ver cómo se desintegran esas pequeñas partículas -restos de un cometa- a unos 80 o 100 kilómetros de altura y que de vez en cuando nos sorprenden con un bólido -o estrella fugaz especialmente brillante-.

Ahora bien, eso en unas condiciones de observación ideales, sin polución lumínica.

Pero, pero, pero,… aunque este año resulta que el máximo de las Perseidas se produce entre la noche del viernes 12 al sábado 13, algo ideal para las personas que incluso no estén de vacaciones podríamos pensar (¿verdad?), por desgracia el día anterior, el 12, se produce el plenilunio de agosto, y además con la fase lunar coincide el perigeo de su órbita, es decir, con su punto más cercano a nuestro planeta, o lo que en las últimas décadas los medios han popularizado cómo «súper Luna».

La Luna se ve un poco más grande (apenas perceptible a la vista) y un poco más luminosa (que si que es perceptible para un observador perspicaz).

Como la constelación de Perseo se levanta adentrada la noche, pero la Luna llena también (recordemos que la Luna llena sale por el este al ponerse el Sol por el oeste), tenemos un pulso «a muerte» entre las Perseidas y la súper Luna.

¿Quién ganará según los medios de comunicación no especializados?

Solo tenéis que leer titulares y salir un rato a corroborar o desmentir. NO voy a hacer espóiler y muc@s seguro que lo tenéis claro, pero en todo caso SIEMPRE merece la pena salir a estar bajo las estrellas, aunque se vean pocas pero con una Luna llena preciosa.

¡Gracias por leerme!