Los cometas y los gatos ( C/2020F3 NeoWISE)

Los cometas y los gatos (C/2020F3 NeoWISE)

Después de un mes de junio sin realizar ninguna entrada en el blog, me he animado a realizar una para esta segunda semana de julio sobre los cometas, ya que tenemos un protagonista en el cielo boreal un tanto inesperado, el cometa C/2020F3 Neowise, del cual seguramente habéis oído hablar.

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Fotografía tomada por el autor, con solo 2 segundos de exposición.

En primer lugar deciros que podéis encontrar mucha información y fotografías de este pequeño cometa, lógicamente en Internet. En este caso se trata de un tema en el que hay poco de opinión y no os voy a insistir sobre el tipo de fuentes que debéis de consultar, pero si deseáis saber algo más de los cometas, de este cometa y de cómo observarlo, pues creo que os podéis quedar un rato más en este blog.

La naturaleza de los cometas

Los cometas son «bolas de nieve sucia» formadas durante la formación del sistema solar, hace unos 4600 millones de años, en el cual abunda el agua helada como componente mayoritaria junto a fragmentos de rocas y polvo incrustado, o eso creemos.

 Los cometas aparecen en el cielo durante unos días o semanas, incrementan su brillo, desarrollan una cola (que siempre apunta en dirección contraria al Sol) mientras se mueven entre las estrellas «fijas»  y posteriormente se desvanecen. Este es el comportamiento «clásico» de un cometa. Lógicamente en la antigüedad eran astros impredecibles y en una época en la que todo se explicaba en base a los antojos de los dioses y la providencia divina, fueron considerados generalmente símbolos de malos augurios.

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De Mundi Aetherei (T. Brahe, 1603). La órbita de un cometa se creía un tanto peculiar antes de la invención del telescopio y había hipótesis para todos los gustos.

Algunos cometas han presentado grandiosos espectáculos celestes y han sido históricamente registrados, mientras que otros presentan un tamaño y brillo más modesto y presentan colas de pequeña longitud, o incluso no presentan. Antes de la invención del telescopio (1610) lo que no sabíamos era que la gran mayoría pasaban inadvertidos, aún en una época en la que se miraba asiduamente al cielo y no existía la polución lumínica.

Con el inicio de la mecánica celeste y la predicción en las posiciones planetarias gracias a la ley de la gravitación de Newton y a las leyes del movimiento planetario de Kepler, fue posible determinar la posición de un cuerpo celeste a partir de unas pocas observaciones.  E. Halley, amigo de Newton, había tenido la ocasión de observar algunos de estos astros a principios del siglo XVIII, y se sumergió en el intento de comprensión de la órbita de estos astros, hasta entonces imprevisibles.

En 1705 llegó a la conclusión que el cometa de 1531, 1607 y 1682 debía de ser el mismo astro y que ese cometa retornaría en 1758, y así sucedió. Aunque él ya había fallecido, el cometa fue bautizado como el 1P/Halley, haciendo el primer número alusión a «periódico», es decir que tiene una órbita elíptica –mucho más que los planetas- y que retorna, en este caso cada 75 años.

Solíamos decir que un «gran cometa» aparecía en el cielo de media cada 10 años, pero a poco que llevemos de pasión por la astronomía, ya sabremos que eso no es así.

El segundo cometa periódico es el 2P/Encke y fue descubierto mediante un telescopio por Pierre Mèchain en 1786, ilustre astrónomo francés cuyos restos reposan en la ciudad de Castellón. Su órbita fue calculada posteriormente por Encke en 1819 (del que tomó el nombre), y curiosamente tiene un período de tan solo 3,3 años. Pertenece a la familia de los cometas conocidos como de «período corto».

Cuantas más veces haya pasado un cometa alrededor del Sol, mayores volátiles y granos de polvo cometario se han desprendido (en lo que luego puede ser una lluvia de estrellas), y por tanto de forma más discreta suele presentarse, incluso pueda pasar completamente inadvertida para entornos astronómicos no profesionales.

De hecho entre la aparición del 1P/Halley en 1759 y el 2P/Encke de 1819 aparecieron más cometas en el cielo, no solo visibles a simple vista, si no también mediante telescopio, pero en ninguno de ellos se determinó que fuera periódico.

Los cometas de período intermedio como el Halley, han dado también muchas órbitas alrededor del Sol, pero según la geometría de posiciones relativas Sol-Tierra-Cometa, si el paso es favorable puede desplegar una preciosa cabellera que se desprende varios millones de kilómetros desde su coma, o zona que cubre el núcleo del cometa donde se están evaporando multitud de gases (vapor de agua, dióxido de carbono, cianógeno… entre otros) y pequeñas partículas., muchas veces formando «jets» (chorros), que fueron descubiertos por Bessel en 1835 en el propio cometa Halley.

El descubrimiento de cianógeno precisamente en la cabellera de los cometas (Huggins, 1881) y posteriormente la determinación que nuestro planeta atravesaría la cola del cometa Halley en 1910, levantó mucha expectación y miedos en algunos sectores que hacían caso omiso a las indicaciones de los astrónomos.

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Representación artística de la sonda Giotto (ESA) en su acercamiento al Halley.

El paso del Halley en 1986, pasó bastante más desapercibido por su mala posición, si no fuera porque por primera vez varias misiones espaciales se lanzaron a estudiarlo, y en concreto la Giotto (ESA) a pasar muy cerca de su núcleo la noche del 13 de marzo, fotografiando el mismo por primera vez en la historia de la humanidad, que siempre permanece oculto bajo su coma que se forma al acercarse al Sol.

Los cometas de largo período (órbitas parabólicas) o los cometas nuevos de órbitas hiperbólicas, son cometas que por el contrario es posible que nunca hayan orbitado el Sol, y siempre esperamos que nos muestren un buen espectáculo por la abundancia de hielos.

Pero los cometas son como los gatos –quiera lo que quiera decir esta expresión- y nunca vas a saber su comportamiento exacto, resultando muchas veces altamente impredecibles, aún determinando bien su órbita.

El tamaño de su núcleo (habitualmente de hasta unas pocas decenas de kilómetros), su procedencia, su cohesión nuclear, su rotación,  la cantidad de volátiles,…hay muchos parámetros que no conocemos bien y que determinarán su comportamiento tanto de brillo como en el desarrollo de la cola.

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El gran cometa de 1996, Hale-Bopp. Magnífico.

Así, el cometa C/1995O1 se esperaba que diera un buen espectáculo al acercarse a la Tierra de camino al Sol en abril de 1997, y así fue. Fue el conocido como «gran cometa de 1997», el cometa Hale-Bopp que presentó claramente visibles las dos colas (si, habitualmente desarrollan dos colas si tienen actividad). Pero sin embargo, un año antes nos sorprendió el cometa C/1996B2 Hyakutake, que en marzo de ese año –recién descubierto- llegó a desarrollar una cola que cubría la mitad de un cielo libre de contaminación. Estos dos grandes cometas han marcado, en mi caso, un alto nivel como para considerar interesantes la casi totalidad de cometas visibles desde nuestra latitud desde entonces…hasta hoy.

Por cierto, para conocer precisamente mejor estos visitantes, en 2014 conseguimos que una pequeña sonda llamada Philae descendiera sobre el cometa 67P/Churiumov-Gerasimenko, y su nave nodriza, la Rosetta (ESA), estuvo orbitando el cometa hasta finalizar su vida útil para intentar comprenderlos mejor y despejar dudas, entre ellas la posible aportación de agua a la Tierra tras su formación. Podéis encontrar información muy interesante en la página web de la Agencia Espacial Europea (ESA) y en español, sobre los resultados de esta misión.

Descubriendo cometas

Mèchain –que hemos citado anteriormente- fue un incansable buscador de cometas, y aunque ha pasado a la historia de la astronomía por otros motivos, descubrió más de una decena a partir de 1781, con los primitivos telescopios de la época. Hoy hay sistemas automáticos de búsqueda de cometas y asteroides, dotados de precisos dispositivos de captura y análisis, que cazan multitud de estos pequeños objetos de la familia del Sol. Muchos de ellos son demasiado débiles incluso para observarse con telescopios de aficionado, y pasan completamente inadvertidos para el gran público, al igual  como los que no eran visibles a simple vista en la era de antes de la invención del telescopio para los astrónomos y estudioso del cielo.

Por tanto, hoy en día el descubrimiento de nuevos cometas, y el retorno de muchos periódicos conocidos de corto periodo, podríamos decir que solo pueden llegar a interesar a especialistas en cometas, que los hay y muy buenos en el terreno amateur.

Sin embargo, como sucede en la gran mayoría de actuales descubrimientos, el cometa C/2020F3 Neowise fue un cometa descubierto a finales de marzo de este año mediante el pequeño telescopio espacial de infrarrojos WISE, de la NASA, lanzado en 2009 y que parecia que iba a pasar bastante desapercibido. En 2013 el telescopio fue dedicado a la búsqueda de objetos cercanos a la Tierra, conocidos por el acrónimo en inglés NEO’s, de los que ha descubierto más de 300. Entre los muchos otros asteroides que ha descubierto, también se han detectado varios cometas, entre ellos, el que nos ocupa en esta entrada.

Observación de cometas

Muchas veces leemos en los medios generalistas que un determinado cometa o asteroide (a veces la frontera entre estos tipos de cuerpos es ambigua) será visible o pasará cerca de la Tierra. No digo que no sea cierto, pero partimos de que los titulares de prensa generalista y cuando tratan de temas astronómicos (se podría extender a otros campos de la ciencia, supongo), normalmente están notablemente hinchados, cuando no rozan lo absurdo.

Por tanto, antes de lanzarnos a observar algo porque lo hemos visto en un medio generalista, lo mejor es que busquemos información de si el objeto que deseamos observar es visible a simple vista o con telescopio (y de qué tipo), si es visible desde nuestro lugar de observación (puede ser visible desde el Polo Sur, pero por motivos de agenda no poder ir a verlo esta noche) y después cual es su posición exacta y si hay algo que nos pueda obstaculizar verlo, ya sea una barrera física natural (como una montaña) o un problema bastante común como la presencia de Luna, polución lumínica o incluso nubes.

Si se trata de un cometa, normalmente suele ser una pequeña bolita borrosa de la que sale una tenue cola en el mejor de los casos, en los últimos años. Si tenemos presencia de Luna, normalmente suele ser contraproducente cuanto más llena esté y más próxima al astro, y lógicamente también lo es la observación desde el interior de una ciudad.

Ubicar el objeto en un planisferio móvil con sus coordenadas (AR y Dec) es lo que hacíamos antaño, de forma que mediante el planisferio podíamos saber a qué hora salía, alcanzaba su máxima altura en el horizonte y a qué hora se ponía.

Pero los tiempos han cambiado y eso mismo podemos realizarlo con alguno de los excelentes programas gratuitos, como Stellarium [1], e imprimir la carta antes de salir de casa.

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Si no conoces Stellarium pero quieres emplearlo, lo primero es ir a su web y descargarlo. Si no te interesa esta parte, puedes saltar al punto siguiente, «aplicaciones para la observación de cometas».

Tanto la página de descarga como el programa se encuentran en español y disponibles para sistemas de 32 como 64 bits. Puedes conocer si tu Windows es de 64 o 32 bits pinchando con el botón derecho del ratón en el icono «Este equipo» y después en «propiedades». Si no deseas averiguarlo, la versión de 32 bits funciona en ambos sistemas operativos. También está la opción de Linux y Mac OS X.

Una vez instalado al descargarlo, nada más ejecutarlo tienes que decirle al programa tú ubicación (la hora la leerá del sistema). Al desplazar el puntero del ratón hacia la izquierda te aparecerá una barra lateral vertical donde encontraras el icono de «ubicación» (también sirve la tecla «F6»).

Tres iconos debajo del de ubicación encontramos el icono de la lupa de «buscar» (también sirve la tecla «F3»), el problema es que este cometa es nuevo y no está en la base de datos del programa.

Pero una de las muchas virtudes que tiene este programa es que te puedes descargar los elementos orbitales de cualquier objeto celeste, y el programa te calculará su posición en el cielo en cualquier momento que le indiques, incluso te puede representar la ubicación en varios días, para así poderla imprimir y conocer su trayectoria los próximos días ¿genial no crees?

Nos vamos al menú de la izquierda nuevamente  y pinchamos en el icono «Ventana de Configuración» (también sirve la tecla de «F2»). Al hacer click se nos abrirá un cuadro de opciones en el centro de la pantalla. Una vez allí seleccionamos  «Plugins» y buscamos a la izquierda de este submenú el «Editor del Sistema Solar»  cuya casilla inferior de «cargar al iniciar» debe estar marcada (si no lo está, marcamos el check box), y click a «Configuración».

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De las tres pestañas que nos aparecen como «Objetos del sistema solar menor», seleccionamos la intermedia, «sistema solar», en ella veremos que aparece una larga lista de objetos del sistema solar y bajo del todo un botón alargado con la leyenda «importar elementos orbitales en formato MPC» , haciendo las siglas MPC referencia al Minor Planet Center. Hacemos click en este botón.

Tras pinchar, una nueva ventana sobrepuesta se nos abrirá y nos permite seleccionar entre asteroides y cometas para agregar.

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En esta caso lo que queremos es agregar un nuevo cometa, por tanto seleccionamos el checkbox de «Cometas». Posteriormente y justo bajo la selección que hemos hecho, nos aparecen las opciones referidas a la selección de las fuentes de datos de donde bajaremos la información.

 Bajo la opción de «Seleccionar una lista de objetos de interés» tenemos un desplegable en el que podemos elegir  «MPC list of Observable Comets». Al hacerlo en la zona inmediatamente inferior nos aparecerá el link de donde tomará los datos. Marcaremos el checkbox inferior de «Añadir esta URL a la lista de marcadores»  y  le ponemos un nombre al campo «Titulo del marcador», por ejemplo escribimos «cometas_julio_prueba» y posteriormente pinchamos en el botón alargado «Obtener elementos orbitales».

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Al pinchar, se nos producirá una descarga desde el MPC, podemos marcar todos los objetos que nos aparecerán y añadirlos sobrescribiendo los objetos existentes o actualizando los objetos existentes.

Si solo queremos añadir el C/2020 F3 (NEOWISE), podemos buscarlo  bajo la opción de «actualizar únicamente los elementos orbitales» y pinchar posteriormente una vez encontrado y seleccionado al botón de más abajo de «Añadir objetos»

¡Enhorabuena!… Has importado los elementos orbitales del cometa C/2020F3 Neowise desde el MPC, y esos datos Stellarium es capaz de interpretarlos para calcular su posición en el cielo en la fecha que queramos. ¡Auténtica magia medieval!

Ahora si salimos de aquí, ya podemos realizar una búsqueda del cometa con el programa. Nos vamos al menú de la izquierda nuevamente y en icono de «ventana de búsqueda» pinchamos  y ponemos el cometa que queremos que nos muestre el programa…y ¡ahí lo tienes!

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Si está bajo el horizonte, puedes adelantar el tiempo con los botones de tiempo hacia adelante o hacia atrás que hay en la barra inferior izquierda  que aparece al acercar el ratón. El zoom sobre el campo del cometa se puede hacer con el scroll del ratón (la ruedecilla entre los botones del ratón) o bien con los atajos de las teclas  «Re pag» y «Av Pag» situadas más a la derecha del teclado.

Tenemos una herramienta para que el propio Stellarium nos calcule las efemérides del mismo cometa para varios días y nos lo trace respecto al fondo estelar.

Para ello solo tenéis que desplazaros hacia la barra del menú de la izquierda y pichar sobre el icono «Ventana de Cálculos astronómicos» (el icono es un astrolabio), a la que también se puede llegar mediante atajo de teclado pulsando la tecla «F10». En  la nueva ventana central que se os abre aparecen ahora siete submenús superiores. Pinchamos la segunda pestaña «Efemérides» y en el primer desplegable «Cuerpo celeste» seleccionáis el objeto que nos ocupa. Podréis ver que bajo de  este menú desplegable donde habéis seleccionado el cuerpo, está la fecha inicial «desde» hasta la fecha final «hasta» (se abre un calendario del mes que facilita mucho las cosas) y posteriormente el intervalo de tiempo  que queremos que nos dibuje (cada día, cada dos días, cada tres…).

Finalmente bajo esta línea de selecciones tenemos los checkbox de «línea», «marcadores», «fechas» y «magnitudes», aunque está última estimación no suele ser muy exacta, en el objeto que nos ocupa, no lo es. Podéis jugar libremente con ellos según la carta que queráis que os muestre el Stellarium. Una auténtica gozada.

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Naturalmente siempre os podéis ahorraros este trabajo buscando en Internet (y de sitios reputados) una carta celeste con las posiciones del cometa, pero el hecho de que la podáis de alguna manera calcular por nosotros mismos a mi me resulta impresionante.

A partir de finales de la semana del 13 al 19 de julio el cometa empezará a verse por las tardes, aún muy bajo. Si no pierde mucho brillo, todavia será posible encontrarlo con un horizonte bien despejado ¿cómo se comportará?

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Posiciones del cometa, según Stellarium con los datos del MPC, a fecha de escribir estas lineas. La Osa Mayor será todo un referente para encontrarlo. A partir del fin de semana del 18 de julio lo observaremos por la tarde.

Aplicaciones para la observación de cometas ( y más cosas del cielo)

Una de las aplicaciones on-line para la observación de eventos celestes es «The Sky Live» [2]. Es una fantástica web que, aunque está en inglés, el traductor integrado en el navegador Chrome de Google traduce perfectamente. En el menú principal tienes la opción «Today’s quick hilihts” que seguro que te recoge alguno de los objetos astronómicos que te interesan. Naturalmente está nuestro cometa.

Skylive

Si seleccionas el objeto, por ejemplo en este caso el cometa «comet C/2020F3 (NEOWISE)» te dará información detallada de dónde se encuentra (AR, Dec  y brillo aparente) y también te ofrece la posibilidad de visualizar o imprimir un mapa de su visibilidad desde diferentes localizaciones de nuestro planeta.

Skylive2

Podemos proceder a incluir el nombre de nuestra ciudad o nuestras coordenadas geográficas y nos dirá si es visible o está por debajo del horizonte, si es así existe la posibilidad de ver las horas de salida, tránsito (máxima altura) y puesta, e incluso muestra un mapa donde nos aparecerá el objeto, con el horizonte parcialmente transparente para que veamos donde se sitúa en la hora indicada y el lugar indicado. En la captura de pantalla se observa que el cometa en este caso aún se encuentra por debajo del horizonte para nuestra hora y nuestra latitud.

No tengamos miedo de experimentar con este simulador on-line, es realmente una joya de acceso gratuito.

Heavens_Above

Otra página interesante es la muy frecuentemente visitada para localizar satélites (ISS, Starlink, Hubble…), «Heavens Above» [3] que también ofrece  mucha otra información, como es la posición de cometas. Si introducimos nuestra ubicación en el cuadro superior, nos dará información sobre todos los cometas visibles, incluso de cierta magnitud elevada solo al alcance de telescopios de aficionado potentes. Entre los cometas encontramos llamativamente el que nos ocupa con una magnitud a día de hoy de +1,8.

Heavens_Above2

En el momento de redactar estas líneas (madrugada del miércoles al jueves) está a 10 grados bajo el horizonte desde mi ubicación.

Heavens_Above3

Decir que esta aplicación se encuentra para dispositivos móviles y utiliza la geolocalización para mostrarnos directamente toda la información de objetos que busquemos en el cielo.

 ¿Y cuándo vemos el cometa?

Pues la idea es, lo antes posible, pues el cometa ya ha pasado el perihelio (punto más cercano al Sol) y ya ha alcanzado su máximo brillo aparente, aunque la geometría orbital provoca su acercamiento a la Tierra todavía. El cometa estos días se ve aproximadamente poco antes de las 5 de la mañana -hora local- asomando por el horizonte noreste debajo de la constelación de Auriga, que podremos identificar sólo con un horizonte libre de obstáculos y sin polución o brumas. Podemos guiarnos para identificarlo del asterismo de la constelación, que identificaremos por su brillante estrella Capella, bajo de la constelación de Perseo. Tendremos una media hora hasta que el cometa se pierda entre las luces del crepúsculo.

Hace dos días el núcleo y la cola era perfectamente visible a simple vista desde la costa del Mediterráneo. El cometa se irá moviendo como vemos en la carta adjunta o podemos comprobar en el Stellarium y pasará a verse por las tardes nada más oscurecer a partir de finales de la próxima semana, pero bajando su brillo.

Por desgracia será para más adelante (casi finales de mes) cuando los observadores del hemisferio sur empezarán a observarlo, más debilitado en brillo y difícilmente ya visible a simple vista si no es con un buen cielo.

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Carta de posiciones del cometa durante el mes de julio. Extraído del programa SkyTools.

El cometa ha sorprendido con su brillo y con su cola de forma inesperada, como un gato (¿?).

¿Y próximos cometas?

Pues nadie es capaz de asegurar nada. Muchas veces aventurar que un cometa va a destacar por su brillo, ha sido un fiasco, y una autentica decepción para los observadores casuales del cielo.

Consultando mi bola de cristal, yo apostaría por un cometa interesante, similar al cometa Halley en cuanto a periodo intermedio, el 12P/Pons-Brooks, que tendrá el perihelio en 2024. Actualmente se encuentra sobrepasando la órbita del planeta Urano y por tanto aún le queda mucho recorrido. Este cometa vuelve cada algo más de 70 años.

Sin embargo cualquier cometa nuevo puede ser descubierto en cualquier momento, y como este que nos ocupa, ser visible a simple vista sin esperarse que lo fuera, o incluso constituir un gran cometa como los que nos visitaron en 1996 y 1997, que antes hemos citado. Todo es cuestión de suerte o de antojo cometario.

Espero que te guste esta entrada y/o sea de utilidad, y ya sabes, cualquier comentario será bien recibido.

¡Nos vemos bajo las estrellas!

ACTUALIZACIÓN

Ha sido el protagonista del verano (boreal) del año de la pandemia, junto con júpiter y Saturno, para dejar paso al protagonismo de Marte en el otoño (boreal). Aquí mi time-lapse sobre el mismo, con medios sencillos, por si no lo pudiste disgrutar.

Referencias del texto:

[1] https://stellarium.org/es/

[2] https://theskylive.com/

[3] https://www.heavens-above.com/

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