El cometa de la navidad que llega con retraso

El cometa de la navidad que llega con retraso

Volvemos a tener un cometa visible a simple vista en el cielo nocturno

En realidad, la navidad no tienen nada que ver con los cometas como ya expliqué en una entrada hace varios años [1].

Desde julio del 2020, tras poco después del confinamiento por la pandemia de Covid19, no habíamos tenido un cometa visible a simple vista en el cielo nocturno, como lo fue el C/2020 F3 NeoWise [2] .

Ahora, durante enero de 2023, tenemos un nuevo cometa que llegará a ser visible a simple vista sin ayuda de instrumento óptico. El C/2022 E3 es un cometa descubierto por el Zwicky Transiet Facility  ZTF (telescopio Samuel Oschin [3] de Monte Palomar) en marzo de 2022, con un período de unos 50 000 años. En el momento del descubrimiento tenía magnitud 17 y se encontraba a más de 4 unidades astronómicas de nuestro Sol.

Poco a poco el cometa ha ido acercándose al Sol, reflejando más luz y empezando a desarrollar una pequeña cola. El cometa ya era visible con prismáticos pequeños el pasado mes de diciembre y alcanzará el perihelio solar el próximo día 12 de enero, pero la distancia mínima a la Tierra sucederá a inicios del mes de febrero a unos 40 millones de kilómetros y en una buena situación de observación circumpolar para los observadores del hemisferio norte.

Órbita real del cometa. Crédito NASA.

Esperamos que sea visible a simple vista durante esos días y en un cielo oscuro, y aunque no esperamos un cometa esplendoroso como los fueron los excepcionales Hale-Bopp o el Hyakutake, si es una buena ocasión para observar a estos visitantes celestes, que en el mejor de los casos presentará un brillo estimado máximo de magnitud 4,5 a 5,5  [4] durante la segunda quincena de febrero, en la que la Luna no molestará para su observación.

Estos días, a principios de 2023, andamos con Luna llena y su observación es por tanto complicada y en unas horas muy incomodas en la madrugada, ya que se encuentra en la constelación de la Corona Boreal.

El requisito el de siempre, un cielo lo más libre de polución lumínica y un horizonte despejado.

Aquí os dejo el mapa del trayecto del cometa durante el mes de enero, calculada con el software gratuito Stellarium a partir de los elementos orbitales del Minor Planet Center. No dejo de recomendaros este programa y añadir cada nuevo objeto celeste del sistema solar descubierto para el cálculo de sus efemérides y conocer su visibilidad en el cielo desde vuestro propio lugar de observación, como ya os describí paso a paso en su día en la entrada sobre el cometa NeoWise 2020F3: Los cometas y los gatos [5]

Trayectoria del cometa (en amarillo) calculada para el mes de enero y posiciones cada 10 días. Extraído de Stellarium con la información del MPC.

¡Feliz caza cometaria y feliz nuevo año!

Actualización 28 enero 2023

El cometa ya es visible en el límite de visión a simple vista desde lugares oscuros muy al norte, muy cerca de la Osa Menor. La mejor forma de observarlo es salir al campo, pero se puede intentar localizarlo con unos pequeños primaticos desde lugares suburbanos. Lógicamente los prismáticos son la mejor opción en todos los casos, y con pocos aumentos (típicos 8×30, 7×50, etc..). A nivel visual ya no va a ganar mucho más, y se quedará lejos de aquel que nos deleitó tras el confinamiento pandémico en 2020.

La caza fotográfica es sencilla e incluso es posible capturarlo con teléfono móvil si tenemos algo de experiencia en este campo, aunque distará mucho de unas buenas fotos con teleobjetivo (>120 mm) y seguimiento (con la técnica del apilado como es el caso del cielo profundo).

Os dejo una carta más detallada para estos días: ¡Ojo! la Luna creciente provocará que la observación gane en calidad cada vez más tarde en la noche (una vez se ponga o este al menos baja en el Oeste).

¡Qué lo disfrutéis!

Para los más constantes y mis amig@s del Sur (que ya pueden empezar a cazarlo) -trayectoria desde arriba hacía abajo en el Norte, al revés en el Sur-:

Referencias del texto:

[1] https://cielosestrellados.net/2015/12/22/natividad-la-estrella-de-belen-un-pintor-florentino-y-una-epopeya-cosmica/

[2] https://youtu.be/916VZlZgrcE

[3] https://en.wikipedia.org/wiki/Samuel_Oschin_telescope

[4] https://cometografia.es/cometa-ztf-2023/

Para los más inexperto en el tema del brillo de los astros os recuerdo que la escala de magnitudes o brillos aparentes de los astros está basada en una escala logarítmica de brillos. Así, en condiciones de observación perfectas, un ojo sano y adaptado a la oscuridad de media puede observar hasta objetos puntuales de magnitud 6 o 6,5. Venus en sus momentos de máximo brillo presenta una magnitud negativa de -4. El Sol una magnitud de -28. La diferencia de brillo de una magnitud equivale a un orden de variación 2,5 veces en intensidad luminosa aparente.

[5] https://cielosestrellados.net/2020/07/09/los-cometas-y-los-gatos-c-2020f3-neowise/

Dale un horizonte a tu vida nocturna

Inserta tu skyline favorito o tu lugar de observación en Stellarium

Stellarium [1] es uno de los programas de planetario o representación del cielo más potentes y completos a los que podemos acceder actualmente, y además es gratuito para las plataformas de Windows, Linux y Mac OS X.

Es de código abierto, es decir, una comunidad se ocupa de su desarrollo, y actualmente va por la versión 0.21.3, después de continuas mejoras y muchas versiones. Es muy realista y sirve tanto para proyectar el cielo de forma excelente en planetarios portátiles, como para generar cartas celestes o como cálculo de efemérides de planetas, cometas y asteroides.

Precisamente de cómo introducir los elementos orbitales de un nuevo cometa descubierto para generar una carta de por donde lo íbamos a poder localizar, hablamos en una pasada entrada [2].

La potencia y las opciones son tantas que no pretendo hacer ningún tutorial al respecto, ya que podéis encontrar información muy extensa y en castellano en la propia página web del programa, y si, el programa naturalmente también está en castellano.

En los próximos meses voy a ocuparme de generar unas cartas de observación del «cielo del mes» para el Planetario de Castellón, donde me encuentro actualmente trabajando de planetarista de forma temporal, y pensé que era una muy buena idea recrear el paisaje que podemos ver desde el planetario, pero de una forma real, es decir, como veríamos el cielo desde ese lugar de observación y si prescindiéramos de la polución lumínica.  Este es el resultado:

Hay que decir que Stellarium permite introducir la polución lumínica (incluso recurriendo a bases de datos si existen) o de existencia o no de atmósfera (efecto de extinción atmosférica).

Te cuento los pasos que he realizado para que tú también puedas incluir tu propio horizonte de observación, tu «skyline» de vida nocturna cuando sales a mirar el cielo.

Primero: capturar el horizonte en una panorámica

Hace años era algo complejo realizar una panorámica de 360º, pero hoy es muy sencillo y no se requieren conocimientos ni equipo especialmente sofisticado.

Puedes realizarlo con cualquier cámara fotográfica o incluso con la del propio teléfono móvil. Si decides realizarla con un cámara, tienes que saber que puedes hacerlo de varias maneras.

La más artesanal es realizarlo en modo manual lo más posible. Prepara tu cámara para disparar en modo manual y a un ISO mínimo de 1000 con un diafragma casi del todo abierto (cierra un punto). Como en función de la luminosidad del horizonte (si hay construcciones o pueblos iluminados) tendrás una velocidad u otra, haz varias pruebas. Hoy en día podemos visualizar la imagen sin problemas y ver si está adecuadamente iluminada. Utiliza un objetivo de distancia focal entre 15 m.m (preferiblemente no fisheye por su distorsión esférica) y unos 35 m.m.

Ahora coloca tú cámara sobre un trípode, y ponla en vertical, tomando unas 2/3 partes de horizonte y solo 1/3 de cielo. Realiza tomas haciendo girar la cámara de forma horizontal (paneo) de forma que en cada toma nueva intentes coger un poco de la toma anterior. Fíjate en algún detalle del horizonte para ello. Completa con las tomas suficientes los 360º.

Ahora, con un programa de ordenador que te monte panoramas como el Hugin Panorama photo Stitcher [3], gratuito y de código abierto como Stellarium, monta el panorama.

Yo particularmente utilizo una versión vieja de Photoshop ©, la CS6 (en adelante me refiero a este programa como Ps), que ya incluía la opción de montar panoramas de forma automática en el menú: «Archivo» – «Automatizar» – «Photomerge». En esta opción seleccionamos la carpeta de fotografías y le decimos el tipo de composición que queremos (por defecto modo automático).

Tras un rato de proceso, en función de la potencia de nuestro ordenador, peso de las imágenes y número, nos habrá montado el panorama de 360º.

Si nuestra cámara posee la opción de capturar panoramas, cada vez más habitual, podemos utilizar esta función. En muchas cámaras esta opción no es de 360º, sino más bien de unos 180º y en apaisado (horizontal). NO importa: hagamos 2 o incluso mejor 3 panoramas recordando dejar 2/3 aproximadamente para suelo y 1/3 para cielo. Recordemos solapar los inicios y finales de cada semi-panorama para poder después completar el de 360º con los programas referidos anteriormente. En este caso la opción del Ps CS6 de composición «Esférica» da habitualmente mejor resultado que la «Automática».

Panorama del Skyline junto al Planetario de Castellón tal cual sale del software Ps

En los teléfonos móviles también podemos encontrar algo similar al punto anterior, a decir que habitualmente la calidad de las tomas con teléfono móvil no es comparable a las de una cámara de óptica intercambiable, al menos en el segmento intermedio. Desconozco si móviles de alta gama llevan ópticas con suficiente calidad para ello, pero todo es probarlo si es el medio que dispones. Puedes comentar tu experiencia si te apetece en este aspecto.

Ni que decir tiene que, si disparamos de forma «artesana», lo realizaremos siempre en calidad RAW (modo en bruto), mientras que, si disparamos mediante funciones de panorama del dispositivo, lo que se nos generará será un archivo de extensión jpg y careceremos de cierto control sobre la imagen. NO suframos excesivamente por este aspecto, Stellarium lo va a mostrar con calidad, pero no con una calidad como para exigir tanta exquisitez.

Segundo: ¿Cuándo capturarlo?

El panorama puede ser tomado tanto durante el atardecer como durante el amanecer. La llamada «hora azul» es buen momento, recordemos: la «hora azul» es ese momento posterior a la llamada «hora dorada» de la puesta de Sol (que es cuando el cielo presenta esos tonos naranjas), o bien previa a la hora dorada en caso de amanecer. En ambos casos – matutino o vespertino- la hora azul se funde con el crepúsculo y no es fácil determinar exactamente cuando empieza y cuando acaba, aunque se suele citar que tiene una duración de unos 15 minutos.

Tipos de luz. Infografía tomada del software Photopills, un software (de pago) muy recomendado

De ahí que precisemos ese mínimo de 1000 ISO y un objetivo con el diafragma abierto casi al máximo para la captura. Es por ello que, durante esos minutos de este momento, es posible que precisemos trípode. Si trabajamos en manual, ajustemos la temperatura de color de la cámara a unos 2000-2800K.

Tercero: procesar el panorama

Sea como fuere, el panorama generado será una imagen extremadamente alargada en el que tendremos que hacer pequeñas trampas con la herramienta del Tampón de clonar o herramientas similares en otras aplicaciones de procesamiento de imágenes para ocultar algunas juntas o el defecto de la perspectiva. Cuanto menos se noten y más perfeccionistas seamos mejor, pero en todo caso nos tenemos que asegurar que los bordes izquierdo y derecho queden con detalles comunes y que se encuentren a la misma altura vertical, sino tendremos que inclinar ligeramente la imagen para que lo hagan.

Los que manejen bien Ps lo pueden hacer mediante copia de una capa semitransparente, y el resto de los mortales lo podemos hacer con una sencilla regla en pantalla.

No nos preocupemos de las diferentes coloraciones en el cielo, porque lo vamos a eliminar, solo es el paisaje el que nos debe de quedar relativamente homogéneo.

Trabajemos ahora la imagen antes de redimensionarla y darle las necesidades del Stellarium para utilizarla como paisaje.

Tras los retoques estéticos es un buen momento para eliminar el cielo, yo personalmente lo elimino y le asigno un verde croma.

Panorama del Skyline del Planetario de Castellón con croma. Se ha tenido en cuenta la altura de las palmeras.

Si el paisaje es una montaña, una herramienta como la varita mágica del Ps va bien. En mi caso el horizonte tenía palmeras, pues el Planetario de Castellón se sitúa en un lugar privilegiado, frente al mar Mediterráneo, y deseaba que entre las hojas de las palmeras se representara también el cielo, y bueno, ahí ya es un trabajo de detallista de algunas horas (aún tengo pesadillas con las palmeras).

Trabajar los detalles en paisajes complejos es duro, pero el resultado merece la pena. Captura de Ps del panorama

Con un verde croma asignado al cielo en mi caso o con una selección del mismo, es momento de suprimirlo (quedarnos solo con el paisaje) y guardarlo como formato gráfico PNG, pero con transparencia.

Recordemos que este formato gráfico solo admitirá transparencia si previamente lo has convertido de RGB a modo indexado, en Ps en el menú: «Imagen» – « Modo» – «Color Indexado».

Por último, se trata de darle el formato que aceptará Stellarium: 4096 x 2048 pixeles.

Cuarto: insertando el panorama en Stellarium

Solo necesitamos la imagen y un archivo de extensión ini (landscape.ini) que proporciona a Stellarium información de la ubicación del panorama (latitud, longitud y altura) así como ubicación de azimut si lo queremos hacer coincidir con los horizontes verdaderos. Personalmente considero importante esta opción, aunque se puede prescindir de ella.

Para generar el archivo de extensión ini (de texto plano), solo necesitamos el bloc de notas de Windows. Podemos copiar uno de los archivos de extensión ini que ya existen en la carpeta de panoramas (landscapes) que se encuentra en la carpeta donde está instalado Stellarium, abrirlo y modificarlo.

Creemos una carpeta nueva en el escritorio. Copiemos allí la imagen en formato PNG y el archivo landscape.ini de cualquier panorama. Abrámoslo y modifiquemos los datos de latitud, longitud y altura de la ubicación de nuestro panorama. Esta información la obtenemos con el móvil abriendo Google Maps o cualquier aplicación de ubicación (que utiliza geolocalización GPS).

Por último, insertemos una línea con el ángulo de rotación que tiene que realizar la imagen para coincidir con los horizontes con «angle_rotatez». Lógicamente, debemos conocer donde se sitúan estos desde el lugar donde tomamos las imágenes. Una sencilla brújula y un detalle del paisaje nos ayudarán a ir ajustando este valor.

Finalmente, generamos un archivo comprimido de tipo zip, de estos dos archivos con el nombre que queramos.

Con esto ya está todo listo, solo necesitamos entrar en Stellarium, ir a «Opciones de vista y cielo», «Landscape»s y seleccionar «Agregar/quitar paisajes», navegamos hasta donde se haya generado el archivo de extensión zip, y doble click al archivo.

Nosotros decidimos después si lo guardamos como predeterminado al abrir el programa, con absorción atmosférica o no, con el paisaje realzado cuando se hace de noche, con el nivel de polución lumínica (que también se podría determinar en el archivo landscape.ini), etc. Jugando con estos valores tendremos el efecto deseado.

Espero lo encontréis de utilidad, y tened en cuenta que Stellarium está en permanente evolución, es posible que en el futuro varíe ligeramente la forma de insertar el horizonte personalizado de cómo está aquí descrito.

Gracias por leerme, y si te resulta útil, no olvides comentarlo o subscribirte al blog.

Saludos.

ACTUALIZACIÓN: 1 de febrero 2022:

Efectivamente, como han citado en un comentario y en privado, es importante la orientación del panorama en el archivo landscape.ini si quieres que coincida con tu orientación real. Tienes el método de la brújula para saber donde de tu horizonte está el norte método del ensayo/error; haz una foto de la salida del Sol y ajusta el Azimut de tu panorama en el archivo citado hasta que coincida.

Comprobación de un correcto Azimut del panorama. Salida del Sol desde la ubicación el 1 de febrero de 2022. Izquierda fotografía, derecha panorama del autor en Stellarium.

Horizonte aplicado a las sesiones de planetario en vivo, en el Planetari de Castelló (Sky Explorer 3, RSA Cosmos), con la colaboración de José Vicente Díaz:

Referencias del texto

[1] https://stellarium.org/es/

[2] https://cielosestrellados.net/2020/07/09/los-cometas-y-los-gatos-c-2020f3-neowise/

[3] http://hugin.sourceforge.net/

De las noches más hermosas

De las noches más hermosas

Finales de julio de 2018. No es un verano típico, las noches no son excesivamente calurosas en el Mediterráneo, aunque invitan a pasar siempre unas horas al raso por las noches, cuando el Sol ya no provoca el típico calor diurno.

La transición entre el día y la noche, entre el calor y las temperaturas más frescas, cuando la vida social de los humanos parece aflorar, me recuerda a viejas películas italianas del neorrealismo de la posguerra mundial, en que se retrataba el bullicio de la sociedad de barrios obreros que hacían su vida integrada en la calle durante las tardes y noches de verano.

Pero más allá de lo «humano», tenemos lo celeste. Hoy ya no miramos el cielo con temor y desconocimiento. Hoy podemos mirar el cielo con toda la información disponible casi de forma instantánea gracias a la Red, e incluso –mediante aplicaciones por geolocalización- identificar los astros que vemos en el cielo, saber su posición futura o pasada, y todo ello en la palma de nuestra mano…¡cuántas generaciones precedentes de astrónomos hubieran quedado perplejos al ver semejante escenario!.

El cielo de este verano boreal viene marcado por varios eventos astronómicos que posiblemente ya conoces, y si no, vas a poder encontrar información detallada en decenas o centenares de páginas web y redes sociales. Por tanto solo voy a enumerarlos porque pienso que en justicia, los medios generalistas y los responsables de la divulgación científica desde las instituciones públicas –salvo excepciones que todos los que nos dedicamos a la divulgación conocemos- se han quedado cortos en comunicarlo.

Estas semanas podemos ver simultáneamente en el cielo los cinco planetas «clásicos» entendiendo como tales, los que son conocidos desde la antigüedad antes de la era pre-telescópica, y por tanto visibles a simple vista.

Desde hace un par de semanas podemos ver al Oeste, entre las luces del crepúsculo al esquivo mensajero de los dioses, Mercurio (a muy baja altura y el más complicado de localizar), seguido de la diosa del amor –Venus-, inconfundible por su enorme brillo y un poco más alto en el horizonte donde se ha puesto el Sol. Hacía el horizonte sur, despidiéndose de una excelente temporada, el padre de todos los dioses del Olimpo, Júpiter, brillante (algo menos que Venus), blanco, inconfundible. Un poco más hacía el horizonte Este, en la constelación de Sagitario, brillante y amarillento, Saturno – el dios del tiempo-, luciendo al telescopio sus espectaculares anillos y en inmejorables condiciones para observarlo. Y el protagonista absoluto de estas noches de festival planetario, el dios de la guerra, Marte -brillando como nunca en los últimos 15 años-, en la constelación de Capricornio, hacia el Este nada más que oscurece. Si trazamos una curva que una los puntos, nos haremos una idea de por donde transcurre la eclíptica, o proyección de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

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Anochecer del 27 de julio de 2018 a las 22 horas locales para +40N 00.0E. Programa Stellarium

Y es que hoy día 27 de julio Marte alcanza los que los astrónomos llaman oposición perihélica, es decir, si bien Marte es visible cada dos años en el cielo, en un ciclo de aproximadamente 15 años se produce el máximo acercamiento a la Tierra (este año, unos 56 millones de kilómetros), y su brillo aumenta moderadamente respecto a las oposiciones bianuales. Este hecho se debe a que las órbitas de los planetas no son perfectamente circulares, sino elípticas.

También suele ser habitual, que cuando ocurre este tipo de oposiciones, y Marte además de encontrarse cerca de la Tierra, también se encuentra en el punto de su órbita más cercano al Sol, se levanten enormes (por globales que no por intensas) tormentas de polvo, que por desgracia emborronan o hacen desaparecer los accidentes superficiales del planeta actualmente mejor estudiado por la humanidad, y del que esta misma semana se publicaba en la revista «Sciencie» [1] la posibilidad de detección de un depósito de agua en estado líquido (si bien no conocemos con certeza su disposición, junto con sales y tierras marcianas) en una zona bajo el casquete polar sur.

A pesar de ser el protagonista absoluto por su brillo y coloración, esta noche su protagonismo será borrado del cielo, porque un poco más al norte, nuestro satélite en fase de llena, esconde durante unas horas su cara, sucediendo un eclipse total de Luna, que no veíamos en nuestras comarcas desde hace más de dos años.

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El evento astronómico se producirá entre las 20:24 hora local de la tarde-noche de hoy viernes y las 00:18 horas de la madrugada del sábado, que son las horas de inicio y fin de la parcialidad del fenómeno, según el Observatorio Astronómico Nacional [2].

La fase inicial del eclipse o inicio de la parcialidad, es decir, cuando la Luna se empieza a esconder tras la sombra de la Tierra, no será visible desde nuestra provincia, porque la Luna llena saldrá por el horizonte este a las 21:15, justo 5 minutos después de que el Sol se ponga por el horizonte oeste, y por lo tanto aún con las luces del día, lo que complicará su localización inicialmente. Por tanto cuando la Luna salga el eclipse se encontrará en una avanzada fase de la parcialidad y mostrará a nuestro satélite «mordido» casi completamente por la circular sombra de nuestro planeta. El bajo brillo y su baja altura, dificultará su localización inicial.

Teniendo en cuenta que la sombra de la Tierra ocultará por completo a la Luna a las 21:30 –inicio de la fase de totalidad y de la llamada «Luna de sangre» [3]-, tendremos que buscar un lugar con un horizonte dirección este muy despejado para ver desde el principio como nuestra Luna llena se vuelve completamente roja. El inicio de esta fase característicamente roja se produce aún durante el crepúsculo y con la Luna todavía muy baja, casi a ras de horizonte.

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El medio eclipse, o máximo del eclipse total –cuando la Luna se encuentra en la mitad del cono de sombra de nuestro planeta- se produce a las 22:20, con la noche ya prácticamente cerrada y con nuestro satélite a solo 10 grados de altura desde Castellón, pero suficiente para observarlo ya con toda comodidad si nos encontramos en el lugar adecuado.

El final de la fase de totalidad tendrá lugar a las 23:14, con la noche cerrada y nuestro satélite a una altura de unos 17 grados, por tanto con una duración total de 1h45min después del inicio de la parte más espectacular del eclipse. A partir de ese momento la sombra de la Tierra empezará a abandonar la Luna  y poco a poco volverá a su color y brillo habitual de una Luna llena, para finalizar ya pasada la medianoche, momento en el que disco lunar abandonará la curvada sombra de nuestro planeta hasta el próximo eclipse [4].

Además, por la posición de la Luna en su órbita, cerca del apogeo, el eclipse lo convierte en uno de los más largos del siglo XXI, por pocos minutos de duración.

Castellón_Eclipse

En otra entrada hablaremos de la lluvía de las Perseidas ,que en un par de semanas nos ofrecerá este año un buen espectáculo con la Luna esta vez en fase de Luna nueva. Disfruta de las noches más hermosas mirando hacía el cielo.

Referencias del texto

 [1] http://science.sciencemag.org/content/early/2018/07/24/science.aar7268

[2] http://astronomia.ign.es/ En esta página es posible calcular las horas exactas a las que se produce cada fase del eclipse para diferentes localidades españolas.

[3] La expresión «Luna de sangre», hace referencia a la coloración rojiza que se produce por la dispersión de los rayos rojos (frente a los azules) de la luz del Sol durante un eclipse de Luna , debido a la atmosfera de la Tierra. No es un término utilizado históricamente en nuestras comarcas ni en la astronomía profesional. Parece ser que es un término moderno importado del folclore popular de los EE.UU.

[4] https://eclipse.gsfc.nasa.gov/lunar.html Información detallada acerca de los eclipses de Luna, de la Agencia Espacial Norteamericana NASA.