2020: ¿Un mal año?
Este año que ha acabado pasará a los libros de historia. Si estás leyendo estas líneas, cuando menos podemos mantener cierto optimismo de poder compartir estos momentos. Por desgracia muchas personas de nuestra ciudad, de nuestra provincia, nuestro país, nuestro continente o nuestro planeta, no pueden hacerlo. Y es que una cosa está más clara que nunca: lo problemas globales son eso, problemas que afectan a todas las personas que compartimos planeta, con diferentes intensidades debido en buena parte a las diferencias sociales, pero nadie puede quedarse completamente al margen pensando que puede permanecer ajeno o protegido.
Y es que la pandemia global de 2020 no ha sido –ni mucho menos- lo peor que nos puede suceder como especie, pero sin embargo sí que deja un mensaje claro; en una sociedad globalizada un problema en la otra parte del globo puede convertirse en un problema de todo el planeta. Un problema de todo el planeta, es un problema de toda la humanidad.
Los sabios aprenderán de esto, los ignorantes continuarán sin ver más allá de sus narices y de sus localismos egocéntricos. Confío en que con el devenir de los años, sea en los sabios en los que estén las grandes decisiones que pueden ser mucho más críticas que las que se han tomado durante este pasado 2020, y no en manos de ignorantes o aprovechados, o nos espera un oscuro porvenir como especie, quién sabe si la noche más oscura.
Al margen de mis temores por el futuro, que no dejan de ser una opinión subjetiva de un insignificante individuo entre más de 7700 millones y al que probablemente nadie prestará demasiada atención, deseo mostraros en unas líneas que – a pesar de la pandemia y las tragedias sociales asociadas- este año no ha sido un mal año para la ciencia en general. Más bien al contrario: se ha demostrado que el futuro depende de ella, y no de fanáticos, ignorantes, dirigentes interesados solo en el poder y toda una serie de personajes con los que nos toca compartir esta minúsculo punto azul pálido, perdido en la inmensidad del universo.
No procede hablar del logro de los equipos que han trabajado en las diferentes vacunas contra la pandemia, sin duda uno de los mayores logros modernos de la ciencia médica, si no de lo que es mi campo, de las noticias de astronomía que han brillado este año que hemos dejado, algunas de las cuales pasarán a formar parte de los libros de la aventura humana del conocimiento y exploración del universo.
¿Te apetece recordarlos?
En enero empezó a operar a pleno rendimiento FAST, el radiotelescopio más grande del mundo, en China, con 500 metros de plato, muy superior al recientemente malogrado radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico).
NASA empezaba a trasladar los principales componentes del gran cohete SLS que llevará el programa Artemisa y a la humanidad de retorno a la Luna. Los componentes eran sometidos a las pruebas pertinentes de cada segmento que conforman el mismo, un proceso que se alargaría satisfactoriamente durante todo 2020 sin incidentes que retrasen los planes iniciales de NASA: volar de vuelta a la Luna en 2024. ¿Un farol de fecha?.

La empresa estadounidense de Elon Musk, Space X, superaba sus últimas pruebas de la cápsula Dragon Crew para devolver a la NASA su capacidad de volver a enviar astronautas al espacio desde el propio territorio estadounidense (y dejar de depender de los lanzadores de la agencia espacial Rusa), mientras Y. Maezawa, multimillonario japonés, confirmaba el billete para su viaje inaugural de Space X alrededor de la Luna, previsto inicialmente para 2023 con la nave Starship, algo que en esas fechas parecía todavía más ficción que ciencia.
Si el Dr. Guillem Anglada había descubierto recientemente un exoplaneta terrestre alrededor de la estrella Próxima Centauri (la más cercana a nuestro Sol), se confirmaba en enero la detección de un segundo exoplaneta alrededor de esta enana roja a algo más de 4 años luz, Próxima c, aunque fuera de la zona de habitabilidad en la que si se encontraba Proxima b.
Un estudio publicado en Sciencie por la paleontóloga aragonesa L. Alegret, profundizaba en la desaparición de los dinosaurios en el periodo K/T, la cual muy posiblemente estuvo beneficiada por actividad volcánica masiva en la zona de la India, con anterioridad al impacto del conocido cuerpo de unos 10 kilómetros en las cercanías de la península del Yucatan.
Uno de los grandes 5 telescopios espaciales de la NASA finaliza su vida útil extendida, el Spitzer que trabajaba en el espectro IR. Después de 16 años deja de funcionar recordando que contribuyó al descubrimiento de 5 de los 7 exoplanetas del sistema extrasolar que más cautiva la imaginación actualmente de los apasionados de este tipo de descubrimientos y de la búsqueda de una Tierra 2.0 alrededor de otras estrellas.
Mientras que los lanzamientos de la megaconstelación de satélites Starlink por parte de Space X empieza a aumentar (recordemos que cada lanzamiento pone en órbita 60 de ellos), Musk comunica su intención de minimizar el impacto que supone para la comunidad astronómica, mediante sucesivas revisiones de los llamados DarkSats., aunque de momento solo consigue una reducción de impacto visual bastante moderada.
A principios del año 2020 y desde finales del año anterior, la estrella Betelgeuse despierta el interés de la comunidad astronómica por su caída profunda en el brillo, aunque conocemos su variabilidad propia de una supergigante roja al final de su vida, la posibilidad de una explosión como supernova de forma inminente se pone sobre la mesa, aunque hay consenso mayoritario de que se debe a otros motivos y aún no a su anunciada explosión, la posibilidad de ver una supernova semejante es realmente fascinante y cautivadora.

La nave de observación de NASA Parker Solar Probe y el telescopio terrestre D.K Inouye, que empiezan a operar con normalidad, prometen generan imágenes y datos que nos proporcionarán la información más precisa sobre el Sol obtenida jamás, sin duda de gran importancia para comprender mejor nuestra estrella, de la cual depende fuertemente la vida en la Tierra.

En febrero de 2020 también se cumplían 30 años de la icónica imagen “un punto azul pálido” tomada por la nave de NASA, Voyager 1 desde 6 000 millones de kilómetros y que inspiró a C. Sagan a escribir la obra de idéntico titulo.

Si el Dr. Avi Loeb había levantado ciertas polémicas por sus declaraciones y publicación sobre la naturaleza del primer cometa interestelar Oumuamua detectado con anterioridad, nuevamente levantará polémica frente a declaraciones sobre la naturaleza de las ráfagas rápidas de radio (FRBs) que continúan detectándose, aunque cada vez con orígenes más acotados y ya de aparente disparatada atribución alienígena.
A finales de febrero, mientras teníamos noticias de la extraña neumonía procedente de China que obligaba a confinar una ciudad de más de 40 millones e habitantes y con una incidencia creciente en Italia, teníamos mejores noticias de que el suceso de Betelgeuse podía ser debido a una gran cantidad de materia expulsada en dirección a la Tierra y que la había oscurecido, según se desprenden de imágenes del VLT y del HST, únicos telescopios capaces de poder ofrecernos imágenes (con poca resolución, pero imágenes) de su superficie.
Mientras aún no nos creíamos un impacto global de un virus respiratorio nos atrevíamos a bromear sobre el paso cercano del asteroide Apophis en 2029 y recibíamos desde Marte el primer informe científico completo del aterrizador de NASA Insight, dedicado a conocer el interior marciano, publicado en Nature Geosciencie.
Fallecía después de una larga vida, Katherine Johnson, matemática que trabajó hasta 14 horas diarias para llevar a los primeros astronautas de la NASA «hacía las estrellas», y que trabajó también en el programa Apolo a la Luna. Su trayectoria y la de sus compañeras, inspiró la película «Figuras Ocultas». Totalmente recomendable para comprender lo que supuso y los inicios de NASA.

El brillante planeta Venus empezaba a acompañarnos de forma destacada en el cielo por las tardes de la que iba a ser una de las primaveras del hemisferio boreal más complicadas en los últimos 100 años.
Un equipo de astrónomos de Cambridge designa Kepler K2-18b (en el que se había identificado en 2019 vapor de agua en su atmósfera) como el mejor candidato hasta la actualidad de una Tierra 2.0. Con una masa de 8 veces la terrestre y a 124 años luz, posee una atmósfera rica en hidrógeno, vapor de agua, metano y amoniaco, eso justo antes de que SETI -vinculada a Berckeley- cerrará sus puertas –al menos de forma provisional- después de 20 de años buscando una señal inteligente entre un mar de datos, algunos tomados desde Arecibo, que no nos devolvió ningún positivo, pero si la popularización del primer programa de computación compartida que algunos recordareis en los salvapantallas (el primero que instalé con Windows 98).

En Bocachica, el prototipo de la nave Starship SN1 explotó, entre ciertas sonrisas de los detractores de las visiones de Elon Musk para viajar a la Luna y Marte. Comunidad de detractores que paradójicamente crece conforme los avances y éxitos de Space X se consolidan con sus repetidos lanzamientos del Falcon 9 y sus recuperaciones. Caso para estudiar por los psicólogos.
En una lección terrible de acontecimientos negativos en el impacto de la Covid19 y saturación del sistema sanitario español (y muchos otros con anterioridad o posterioridad), se produce un confinamiento domiciliario para todo lo no esencial en nuestro país y en buena parte de los países del mundo, ante la ya declarada pandemia. Sin embargo los planes de las principales agencias espaciales del planeta intentan no retrasar sus programas en una lucha para la cual no estábamos preparados a pesar de nuestra tecnología, de hecho la NASA cierra sus puertas en lo no esencial para las misiones en curso. La ESA anuncia que les es imposible mantener el programa de Exomars2020 y el rover de la Agencia Espacial Europea «cae» de entre las 4 misiones previstas para ser lanzadas durante el verano hacía el planeta rojo que en octubre alcanzará la oposición, que abre una ventana de lanzamiento cada dos años.
A principios de abril en una situación muy complicada, incertidumbre, tristeza por las tragedias humanas que se acumulan y miedo generalizado, unas cuantas entidades españolas vinculadas a la investigación y divulgación científica, se cuelan en nuestras casas; Instituto de Astrofísica de Canarias, Fundación Starlight, Planetario de Madrid, Planetario de A Coruña…están ahí, en directo, de forma intensa y comprometida con la función social de la ciencia, en trabajar de forma continua más allá de su deber laboral, para hacernos más llevadera la tragedia emocional que provoca la pandemia y que no vimos venir.

Mientras perdemos de vista el segundo visitante interestelar (cometa 2I/ Borisov), las agencias espaciales anuncian que continúan con sus programas previstos, entre ellos el vuelo de la Dragon Crew (Demo-2) de Space X con dos tripulantes de NASA a la ISS. La misión es realizada a finales de mayo y es todo un éxito y el inicio de la ejecución del contrato multimillonario CCP de NASA con Space X.

Con el desconfinamiento domiciliario a finales de junio, nos llega una imagen de la nave de NASA New Horizons, en la que se aprecia paralaje estelar. Es la primera imagen tomada por la humanidad desde fuera de la Tierra, a 7000 millones de kilómetros, que denota el desplazamiento desde la Tierra en base al fondo estelar; la primera imagen de un cielo alienígena como cita la NASA en un titular algo exagerado para mi opinión.
Un verano esperanzador, mientras se anuncian algunos progresos de los ensayos de vacunas contra la Covid19, nos prepara para el lanzamiento de 3 misiones hacía Marte; el rover Perseverance (con participación española nuevamente y por tercera ocasión) con su helicóptero Ingenuity (que será la primera nave en volar en otro mundo), el rover Chino y el orbitador de Emiratos Árabes Unidos, Esperanza.

NASA anuncia el lanzamiento de DART para impactar contra el asteroide Didymos (en realidad sobre su pequeña luna) en julio de 2021, en el inicio de estudios internacionales cuya finalidad es trazar métodos para desviar asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra, una defensa planetaria para la que debemos prepararnos más pronto que tarde.

GJ887b y c, se une a KIC7340288b, GJ1061d, Kepler 1649c, TOI700d, Kepler 90b, Kepler 160d, Proxima b, o Wolf359, como exoplanetas terrestres en la zona de habitabilidad con bastantes similitudes a nuestro planeta, algunos de ellos dentro del programa «Red Dot».

Júpiter Y Saturno empiezan a destacar en el cielo nocturno, se despedirán a lo grande cuando finalicen los meses de visibilidad, con la gran conjunción del pasado 21 de diciembre, a tan solo 6 minutos de arco de separación aparente entre ello es en el cielo.
Un cometa inesperado se hace visible a simple vista durante las madrugadas de julio, el Neowise F3 (C2020F3), para pasar a verse en los atardeceres de agosto tras la puesta del Sol. El 19 de julio parte desde Japón la nave hacia Marte de Emiratos Árabes (siendo el 6º país en enviar una misión a Marte en la historia de la exploración espacial). Esos mismos días es lanzada la misión China, envuelta en su secretismo habitual, y el último día de julio la Estadounidense.

La primera semana de septiembre finaliza la misión Dragon Crew DM-2 con el retorno a salvo de los dos astronautas. El prototipo de la StarShip SN5 realizó un salto exitoso de 150 metros de altura con su motor Raptor, de metano y oxigeno en Bocachica.
Amazon recibe luz verde para el lanzamiento de 3 200 satélites de comunicaciones, una nueva constelación de satélites que podría empezar a desplegarse en 2021.
Durante agosto se publica en Nature Astronomy un artículo como resultado de las observaciones de la misión DAWN al planeta enano Ceres, respecto a la posibilidad de existencia de sales hidratadas y por tanto de una presencia de agua bajo la superficie mayor de la esperada en un cuerpo de apenas 1000 kilómetros de diámetro.

La Agencia Espacial Argentina lanza con éxito su satélite de órbita polar SAOCOM 1b de observación terrestre en microondas, el lanzamiento es realizado por Space X.
Nuevas detecciones de fusiones de agujeros negros masivos, la GW190521, confirman que LIGO y su detección de ondas gravitatorias está abriendo una nueva frontera de exploración del universo de una forma que nunca pensamos que fuera posible. Recordemos que la primera detección se realizó en septiembre de 2015 y la precisión capaz de medir en la dilatación de una medida es de 10-8 metros.

En Septiembre Marte domina el cielo camino a su conjunción, mientras se retoma el curso escolar de forma presencial en nuestro país, ante el temor e incertidumbre de muchos padres y madres: la pandemia aún está lejos de superarse a pesar de las buenas noticias sobre la evolución de los ensayos de vacunas contra la Covid19.
En Septiembre también se anuncia la posible detección de un biomarcador en las nubes de Venus mediante los radiotelescopios de ALMA en Chile, que llama la atención de la comunidad científica. Posteriormente una revisión de esta publicación arrojará errores en esa detección. La ciencia se construye de esta forma.
La nave de NASA Osiris Rex toma las imágenes más cercanas al asteroide Bennu, de unos 490 metros, del cual tomará muestras, y encuentra toda una serie de «escombros» en su superficie que se consideran pueden proceder de otros cuerpos. A 334 millones de kilómetros de la Tierra la toma de muestras se realiza en octubre de 2020 de forma exitosa, para regresarlas en 2022.

El premio nobel de física de 2020 recae en R. Penrose (UK), R. Genzel (Alemania) y Andrea Ghez (USA), los tres especialistas en agujeros negros. Siendo esta última una de las únicas tres mujeres que han recibido el premio Nobel de Física en toda su historia, cuando se cumple algo más de un año y medio de la pionera y popular imagen del agujero negro en la galaxia Messier 87, tomada por interferometría mundial con el llamado Event Horizon Telescope. La ceremonia de entrega de los premios Nobel, prevista para diciembre de 2020, no se podrá celebrar debido a la Covid19 y se realizará una entrega simbólica.

A finales de octubre se publican resultados del avión Boing de observación estratosférica SOFIA de la NASA, sobre detección de agua sobre la superficie iluminada de nuestro satélite en lo que se denominan micro trampas frías. Aunque los medios se hacen eco de la importancia del descubrimiento y de la posible importancia de obtención de agua para las futuras misiones tripuladas a la Luna, pocos cálculos se realizan sobre si saldría más caro el litro de agua extraída de la superficie con una tecnología bastante compleja o transportarla desde la Tierra, ¿te lo has preguntado?

Forbes publica el supuesto valor económico del asteroide 16Psyche, completamente formado por Hierro y Níquel y con unos 200 kilómetros de diámetro, el gran público empieza a oír hablar de la «minería espacial» de la que, aunque se lleva ya años tratando en las agencias espaciales, pensábamos que era más propia de la ciencia ficción.
En noviembre se cumplen 20 años de la Estación Espacial Internacional (ISS), por la que habían pasado 240 astronautas de 19 países diferentes. La casa más cara de la humanidad pero más provechosa, un laboratorio único para todo tipo de experimentación en microgravedad. El telescopio espacial Hubble, que sigue haciendo ciencia de primer orden y aceptando nuevos retos de exploración científica, cumple ya 30 años, mientras sabemos que el esperado James Webb Telescope (JWST) empieza a comprobar su configuración para el lanzamiento posiblemente en octubre de 2021.
En noviembre parte la Crew-One compuesta por 4 astronautas a bordo de la Crew Dragon de Space X, parte hacía la ISS con completa normalidad. La alianza de NASA con Space X sin duda es una tajada económica suculenta y hace que la competencia por el espacio ponga a trabajar a todas las empresas y agencias vinculadas con la exploración del espacio.

Se pierde el satélite español SEOSAT-1, de observación terrestre, por un fallo en el lanzador de la ESA. España no tuvo tanta suerte como nuestros hermanos Argentinos este año.
El radiotelescopio, de Arecibo (Puerto Rico) dañado desde el verano por una tormenta, acaba colapsando a finales de noviembre. El mítico instrumento es ya historia de la ciencia, aunque durante finales de 2020 se habla del interés en su reconstrucción y unos posibles fondos millonarios pero de momento insuficientes.

Se localiza un evento rápido de radio (FRB) en nuestra galaxia, asociado a un magnetar que se sitúa a unos 25 000 años luz (FRB200428). La ciencia mata a los hombrecillos verdes otra vez, pero un día quizás, la misma ciencia les de conversación.

Se libera la primera parte de la tercera entrega del Catalogo GAIA (ESA), el mayor censo astronométrico, fotométrico y espectroscópico de nuestra vía láctea. Los datos son, como en las entregas anteriores, de disposición libre. Eso sí, necesitamos algo así como 1,5 millones de cd’s para grabarlos.
El año 2020 va a finalizar con unas excelentes noticias respecto a la exploración espacial. La nave Chang’e 5, de la Agencia Espacial China es capaz de llegar a la Luna, alunizar, tomar muestras perforando la superficie y retornarlas con éxito a la Tierra. Es la primera vez en 44 años que se retornan muestras desde la Luna. Se calcula en casi 2 kilogramos de muestras. El gigante asiático marcha con fuerza en la nueva carrera espacial, quien sabe si también por la Luna, por Marte o por algún otro interés más lucrativo.

La Agencia Espacial Japonesa, Jaxa, recupera con éxito las muestras de la nave Hayabusa-2, cuyo receptáculo aterriza en Australia. Tomadas desde el asteroide Ryugu, son 5,4 gramos de material, todo un logro aunque parezca poca cantidad. La proeza técnica en orbitar un asteroide y tomar muestras es un logro mucho más complejo de los que nos pueda parecer. Junto con las muestras que retornará la nave Osiris-Rex, entenderemos mucho mejor algunos asteroides, auténticos fósiles del sistema solar.

Para finalizar, NASA presenta los 18 astronautas (9 mujeres y 9 hombres) del programa Artemisa, mientras el prototipo de la Starship SN8 se eleva con 3 motores Raptor hasta los 12 000 metros desde Bocachica y está a punto de completar con éxito su aterrizaje a pocos metros del lugar de despegue. La SN9 está ya preparándose para el siguiente vuelo de ensayo, cuando se escriben estas líneas, en quizás el proyecto que mayores fantasías nos despierta a los que pensamos que la humanidad debe convertirse en una civilización multiplanetaria para sobrevivir.


Desde este punto de vista, el año 2020 no fue malo, tan solo los humanos lo pasamos mal por una falta de preparación, poco apoyo a nuestra ciencia y una falta de visión global de nuestra civilización….pero si, ¡2021 será más prometedor en todo!
Por otra parte y para finalizar; lo lamento, estas entradas de repaso anual siempre son largas…por mucho que intente resumir, y seguramente se me han pasado noticias importantes que, si deseas, puedes comentar.
¡Gracias por leerme!
¡Hola! Feliz 2021.
Interesante resumen, la verdad es que de muchas cosas o no las recordaba o no lo sabia. ¿Qué significa esos interrogantes en lo de la fusión de los agujeros negros? ¿no se conocen bien o qué es una estimación? Gracias, lo mejor que llevo leído en lo que va de año, jejeje
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, P. La detección de GW190521 se especula con unas masas que intervienen en la fusión que no se postulan en las actuales teorías de la evolución estelar y formación de agujeros negros. A poco que pongas en Google «GW190521» encontraras referencias a ello. ¡Gracias por leerme!
Me gustaLe gusta a 1 persona
German, fantastico resumen muy fácil de leer.,..creo q no te has dejado nada!
Un abrazo y te seguiremos un año más!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias Enrique! Un abrazo y seguiremos mirando las estrellas un año más 🙂
Me gustaMe gusta