Vuelve la lluvia de estrellas del verano
La lluvia de las Perseidas vuelve este año en condiciones muy favorables
El cielo estrellado
Si nos alejamos de las luces urbanas a un lugar apartado, una noche oscura y sin Luna, observaremos en el cielo aproximadamente unas 2000 estrellas, una cantidad más que considerable, que sin duda nos dejará impresionados.
En una noche así, que cada vez es más difícil de encontrar debido al avance de la polución lumínica, y durante las noches de verano, además podremos contemplar la grandiosidad de nuestra Vía Láctea, cientos de miles de soles que se agolpan en la lejanía formando el llamado «Camino de Santiago», que pasada la media noche transcurre desde el horizonte Norte al horizonte Sur, por encima de nuestras cabezas.
Recreémonos en esta visión de aparente inmutabilidad y cierta grandiosidad. Esporádicamente podemos ver una fina traza cruzando el cielo, de apenas entre un segundo y unos pocos segundos. Con cola o sin cola, persistente o no, con una clara coloración rojiza o verdosa, o tal vez blanca.
La naturaleza de las estrellas fugaces
Son las llamadas «estrellas fugaces» cuya naturaleza fue interpretada de forma muy diferente hasta que nada más comenzado el siglo XIX se pudo calcular, que era un fenómeno que se producía en la alta atmosfera gracias a la triangulación de las trazas por observadores simultáneos separados unas cuantas decenas de kilómetros.
La altura media a la que se produce esta veloz traza de luz es de un centenar de kilómetros, y según su tamaño e inclinación de entrada, puede recorrer más o menos kilómetros en la atmosfera.
De término medio estas partículas suelen ser de apenas unos milímetros de diámetro. Si la estrella fugaz llama nuestra atención por su brillo, superando claramente a las estrellas más brillantes del cielo, se le suele llamar «bólido» y lo puede originar una partícula de unos pocos centímetros.
Durante una noche cualquiera, se suele citar, que es posible ver, de media unos diez meteoros a la hora. Estos meteoros entran a una gran velocidad de varios kilómetros por segundo, se produce una combustión por fricción e ionizan las moléculas de la alta atmosfera por donde pasan, que suelen ser responsable de la coloración que envuelve el destello.
Sin embargo, unas pocas veces al año es posible detectar una actividad mucho más numerosa, cuyas trazas, además, si las prolongamos imaginariamente «parecen» salir de un punto del cielo denominado «radiante» de la lluvia.
Estos enjambres de partículas, que la Tierra se encuentra en diferentes ocasiones a lo largo del año están asociados a las órbitas de cometas, que en sus repetidos pasos alrededor del Sol, cruzan las órbitas de los planetas y dejan detrás de si una especie de chorro de partículas de desgaste en forma de gases y pequeñas motas de polvo.
En 1861 El astrónomo belga A. Quetelet fue el primero en sugerir que el retorno cíclico de la lluvia de meteoros que se producía en agosto parecía provenir de un punto en la constelación de Perseo (como hemos dicho, el llamado «radiante de la lluvia»). Ese mismo año, el astrónomo italiano G. Schiaparelli demostró que la famosa lluvia de las llamadas «Lagrimas de San Lorenzo» (haciendo referencia a la tradición católica de que eran las lagrimas que derramó el santo en su muerte como mártir en la hoguera por proclamar su fe) o Perseidas, se encontraban asociadas al cometa 109P/ Swift-Tuttle observado en 1862, y que tiene un período de 135 años. Su vuelta a principios de los años 1990 provocó una lluvia intensa de hasta 400 meteoros a la hora en 1993.
Poco a poco empezaron a identificarse las lluvias de estrellas con las órbitas por donde discurren los cometas. En función de los pasos que tenga el cometa, y la dispersión del tubo meteorito, la observación será más prolongada, durante más días, y más intensa en cuanto a números de meteoros.
La lluvia de las Perseidas
Así, la actividad de las Perseidas, es una de las mas conocidas del año por coincidir con el mes de agosto, típicamente vacacional en el hemisferio norte,y se prolonga durante unos diez días siempre con un máximo (en algunas ocasiones se han observado más de uno) que se produce habitualmente la noche del 11 ó 12 de agosto, próxima a la festividad de San Lorenzo (10 de agosto), con unos 100 meteoros a la hora visibles en el cielo en condiciones óptimas (este número se suele denominar THZ, o tasa horaria cenital).
La velocidad relativa de entrada de cada meteoro de esta lluvia es de unos 60 kilómetros por segundo.
En 2015 se espera picos de actividad los días 11, 12 y 13 de agosto, siendo la noche del 12 al 13, del martes al miércoles, de la próxima semana, probablemente la más afortunada.
La visión este año se ve muy favorecida por la ausencia de Luna, y recordemos que, tanto mejor se observara la actividad, según los modelos actuales, cuanto más avance la noche y la constelación de Perseo más se alce en el horizonte Norte.
Recomendaciones para su observación
Un sitio oscuro, alejado de las luces urbanas, donde podamos disfrutar de una noche estrellada, es imprescindible para observar un buen número de meteoros. Si vemos la Vía Láctea, es un buen test para saber que la calidad de cielo es aceptable. Si no es así, sólo veremos las fugaces más brillantes.
Tumbarnos cómodamente sobre una esterilla, y taparnos con algo de ropa, pues la inmovilidad hace que el cuerpo pierda con facilidad el calor. Tener a mano bebida y sobre todo paciencia en mirar el cielo, sin que ninguna luz nos moleste. La observación se debe extender por toda la bóveda celeste, no hay direcciones privilegiadas, aunque se suele citar que, a partir de unos 45º del radiante, es donde empiezan a aparecer las trazas, separándose del mismo por un efecto de perspectiva. Si tenemos la suerte de ver algún bólido, seguro que esperaremos impacientes a ver más, y quien sabe si los deseos que pedimos se verán cumplidos.
Actividades de «astroturismo» en nuestra provincia con motivo de las Perseidas
Este año, nuestra provincia, se ve sensibilizada con las actividades de contemplación del cielo, y buena muestra de ello es la iniciativa de hasta 5 observaciones del cielo con motivo de las perseidas en una sola semana con motivo de las Perseidas.
Empresas tan diferentes como alojamientos rurales, de interpretación del paisaje natural, o Bodegas vinícolas artesanas, se han interesado en ofrecer a sus visitantes una actividad bajo las estrellas.
Las actividades empezaron el pasado sábado 8 de agosto, con las primeras perseidas, en el Mas de Borràs (Villahermosa), continuará este próximo martes en Bodega Flors (Les Useres) que ofrecerá una cata bajo las estrellas fugaces. Al día siguiente (miércoles), en Sant Mateu, la empresa de interpretación del paisaje natural Animaestrat convoca una observación desde la Ermita de la Mare de Deu dels Àngels, para el momento del esperado máximo. El viernes la empresa de interpretación del paisaje natural Itinerantur, hará lo propio desde el pico del Bartolo (Benicàssim), acompañado de una guía interpretativa previa en un paraje estupendo como es el Desierto de las Palmas, y finalmente el sábado 15 de agosto, el Mas de Noguera (Caudiel) ofrecerá a sus clientes un visionado del cielo, coincidiendo con el final de la lluvia.
Disfrutad de este magnífico espectáculo, cómodamente.