En 1991 se inauguraba en el Grao de Castellón el primer Planetario de la Comunidad Valenciana, el quinto del Estado español y en aquel momento el más moderno. Con esta iniciativa, nuestra provincia se situaba a la cabeza de la divulgación de las ciencias y, en concreto, de la astronomía. En el equipo inaugural del proyecto, promovido por el entonces alcalde y profesor de matemáticas de Castellón D. Daniel Gozalbo, tuve la suerte de trabajar durante el primer año de funcionamiento del centro.
Sin embargo, un planetario tan sólo es un magnífico simulador del cielo que le confiere un potencial didáctico excelente, pero no ofrece la posibilidad de observar el cielo real y las maravillas que esconde. De hecho, sería inviable instalar un observatorio junto a las instalaciones del planetario por la acusada polución lumínica que sufren nuestras ciudades, de la que Castellón, por desgracia, no está exenta.
Construir un observatorio astronómico con la finalidad tanto de investigación como de utilidad pública ha sido un sueño acariciado por Sociedad Astronómica de Castellón (SAC) y otros grupos de aficionados a la astronomía en varias ocasiones, pero la fuerte inversión económica, la complejidad de elegir una ubicación en el interior, lejos de las luces urbanas, y materializar un proyecto de explotación adecuado, ha provocado que, de momento, tan sólo sea un proyecto por materializar.
Sin embargo, la Asociación Portmader, una asociación gestora de la iniciativa comunitaria Leader+ en 31 municipios de Els Ports-Maestrat, contempló la posibilidad crear unos “Puntos de Observación Astronómica; ASTROPUNTS”, aprovechando la calidad del cielo del interior de nuestras comarcas, como un proyecto más que ayude a culminar los objetivos de la asociación, que no son otros que el desarrollo integral, armónico, sostenido y endógeno de las comarcas de Els Ports-Maestrat.
La iniciativa de construir estos observatorios astronómicos de carácter divulgativo tiene la finalidad de fomentar el aumento de actividades de turismo rural en las localidades donde se decidió ubicarlos (con mayor o menor fortuna) y va dirigido a los amantes de la naturaleza y la ciencia. Para la localización de los puntos de observación astronómica, además de la situación estratégica del enclave, también se han seguido criterios de proximidad a alojamientos rurales o poblaciones, así como su interés como iniciativa para fomentar el desarrollo rural en general.
Afortunadamente también he estado involucrado en esta iniciativa, pionera en nuestro Estado en aquel momento (año 2008), y que ha culminado finalmente con la construcción de cuatro pequeños observatorios astronómicos, todos ellos idénticos, en Morella, Culla, Todolella y Vistabella.
Entre el instrumental destacan los cuatro (uno por observatorio) telescopios refractores apocromáticos de la prestigiosa marca Astrotech A&M con óptica TMB de 130 milímetros de abertura y 1200 mm de distancia focal F:9, sobre monturas ecuatoriales computerizadas modelo Eq6.
Las cúpulas son de construcción artesanal, de forma que se ha evitado un desembolso excesivo a costa de gran ingenio de diseño. La apertura se consigue mediante el desplazamiento en dos partes del habitáculo mediante unos raíles. El aforo de cada observatorio es de entre 8 y 10 personas aproximadamente.
La explotación de los observatorios ha sido cedida a los ayuntamientos de las diferentes localidades, de forma que son las diversas corporaciones locales las que ahora se encargarán de ofertar la actividad a colegios, asociaciones culturales y público en general. Cabe destacar que el Astropunt de Vistabella está gestionado por el Punto de Información del Parque de Penyagolosa y está ubicado en donde tantas veces organicé los campos de observación de la SAC, de la que fui presidente entre los años 1999 y 2003.
Como miembro de la Asociación Astronómica de Morella, he estado y estoy vinculado al Astropunt de Morella, situado en el puerto de Torremiró —sin duda, el más activo de todos—, cuya gestión es realizada por Iniciatives Turístiques de Morella para el Ayuntamiento de la localidad.
Desde el citado observatorio, que ya participó al poco de su inauguración en las 100 horas de Astronomía del IYA2009 (Año Internacional de la Astronomía en 2009), se están llevando a cabo tareas de divulgación, y próximamente también de investigación amateur en cuerpos menores.
El astroturismo es un movimiento en el que confluyen turismo y astronomía, y se está transmitiendo con fuerza en todo nuestro Estado y más allá de nuestras fronteras. Es una nueva modalidad que aporta al turismo rural una oferta cultural que demanda el visitante procedente de las ciudades, que ha visto como le han robado las estrellas a costa del despilfarro energético.