Una nueva estrella en el cielo, pero no tanto

Una nueva estrella en el cielo, pero no tanto

Pequeña introducción a las novas y supernovas

El astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601) ha sido posiblemente el mejor astrónomo de la era pre-telescópica que tenemos constancia. Su vigilancia del cielo (y como acaudalado noble, el de sus empleados) le permitió una cartografía del cielo exquisita para su época. Hay que recordar que hasta 1609, Galileo no tuvo en sus manos el primer primitivo telescopio que le permitió escrutar los cielos y ver numerosos detalles que no son visibles a simple vista.

La observación de una supernova en noviembre de 1572 [1] en la constelación de Casiopea ( también denominada «supernova de Tycho»), y su posición ya privilegiada para dedicarse a la observación metódica del cielo para intentar comprender mejor los -hasta entonces- poco predecibles movimientos de los planetas -según los modelos aceptados por aquella época-, le llevó a publicar «De nova Stellae» (Sobre la nueva estrella) y a crecer su popularidad entre la corte del rey Federico II de Dinamarca (1534-1588), que le ofreció una isla y la construcción de una casa para que instalase su observatorio (además de una renta vitalicia).

Así, Uraniborg se convirtió en el mejor observatorio del mundo hasta que lo abandonara en 1597. En 1599 estableció su residencia en Praga, bajo la protección del emperador Rodolfo II de Habsburgo, estableciendo un sencillo observatorio en el castillo de Praga, para posteriormente trasladarlo a pocos kilómetros de la capital y pedir la instrumentación que había desarrollado para Uraniborg. En este momento ya se carteaba con un joven Kepler, que anhelaba trabajar con el más destacado observador de las estrellas y los planetas, para intentar desentrañar las leyes del movimiento planetario -cosa que conseguiría-.

Evitando hacer más spoilers de esta historia, lo cierto es que la visión de la estrella «nova» en el cielo a finales de 1572, que rompía con la inmutabilidad de los cielos y siendo visible durante más de 15 meses (en su momento más brillante, en noviembre del 1572, superó el brillo de Venus), cambió de alguna forma la astronomía.

Restos de la explosión de la «supernova» de 1572 en rayos X

Las interpretaciones fueron de lo más variado, pero hoy sabemos que fue la explosión en una estrella por acreción de materia de una compañera [2] -descubierta hace algo más de una década- y cuyos restos fueron localizados como fuente de ondas de radio en 1952 y posteriormente localizados en óptico en las placas de Monte Palomar. Si bien no resulta un objeto de fácil fotografía [3] y hasta unas décadas, especialmente con la astronomía espacial, no podemos hablar de fotos aceptables de estos restos a unos 7000 años luz de la Tierra.

Pero lo importante es que cualquier estrella que era detectada de repente empezó en la astronomía a denominarse «nova», con independencia de la naturaleza que le había dado origen. Seamos en este punto conscientes que hasta entrado el siglo XX no conocimos los procesos que mantienen brillando las estrellas, y hasta un par de décadas después, no tuvimos los primeros modelos aceptables sobre la evolución de las estrellas.

De hecho, el término «supernova» fue utilizado por primera vez por el controvertido astrónomo Zwicky y por su colega Baader a principios de los años 30 del siglo XX con la finalidad de referirse a estrellas que de repente aumentaban su brillo en 100 000 veces o más, y que habían presenciado en algunas galaxias.

Sólo con el desarrollo de la espectroscopia avanzada pudimos empezar a observar diferentes tipos de novas y supernovas, comprendiendo que los escenarios eran muy diferentes; desde estrellas binarias de contacto, binarias con un par denso (enana blanca), estrellas evolucionadas masivas por colapso de núcleo, y alguno aún más exótico.

La nova recurrente en la constelación de la Corona Boreal

La Corona Boreal es una constelación visible entre la primavera tardía y el verano muy avanzado en nuestro cielo boreal. No está formada por estrellas brillantes (alfa de la Corona Boreal es inferior a la segunda magnitud), pero su peculiar forma de «parabólica» (vale, corona de laureles) la hace fácilmente localizable en el cielo, a poco que nos orientemos.

Bien, pues en la constelación clásica de la Corona Boreal, presente de Dioniso a Ariadna, existe una estrella que en realidad está formada por un par de astros y que habitualmente no son visible excepto con telescopios de cierta potencia (magnitud 10 a 11). Sin embargo, las estrellas orbitan tan cerca la una de la otra (aproximadamente 0,5 Unidades Astronómicas entre ellas) que no las podemos separar de forma óptica ni con los grandes telescopios.

Ubicación de T CrB en la constelación de la Corona Boreal. Crédito: Sky & Telescope.

Esta estrella recibe el nombre de T Corona Borealis (T CrB), normalmente una nomenclatura que hace referencia a estrellas que producen un aumento repentino de brillo (nova) y en este caso que nos ocupa, además de forma recurrente, es decir, cada cierto tiempo provoca el mismo efecto, aumenta de brillo. No pensemos que es un comportamiento habitual en estrellas que podemos observar, de hecho, sólo conocemos menos de una decena en nuestra galaxia (U Scorpii, Rs Ophiuchi,…).

Comportamiento fotométrico del par. La bajada en brillo (debilitamiento) hace pensar una explosión inminente. Crédito: AAVSO.

Esta nova recurrente, se convierte en una estrella nova (una estrella que se hace visible en este caso a simple vista) cada aproximadamente 80 años. La última vez que se registró este fenómeno fue en 1866 y en 1946. El comportamiento fotométrico de la estrella, hace suponer que volverá a brillar en las próximas semanas o meses, y si, con esta triste precisión y te lo explico un poco más adelante.

En todo caso, debido al bajo brillo de las estrellas de la constelación de la Corona Boreal, la explosión la convertirá en la segunda estrella más brillante de la misma y «romperá» el asterismo propio de la figura [4].

Algunos titulares. Sin comentarios.

Una vez más me toca ser el aguafiestas del clickbait y de los medios sensacionalistas; no, no será una estrella que «iluminará el cielo», ni una «explosión espectacular en el cielo» (salvo que viajemos a algo más de 2500 años luz, cosa harta complicada), ni ningún otro titular que empiece por «la NASA avisa de»…. Lo que si será es un fenómeno curioso de contemplar para los aficionados a la astronomía y curiosos del cielo y la ciencia, que además será observable desde entornos no urbanos durante un par de días. Con mucha suerte una semana, aunque las evidencias apuntan a un evento más corto. ¡Nada que ver con la supernova de Tycho!

El escenario físico y su imprecisión

El par de estrellas que provoca este fenómeno, raramente observable más de una vez en la vida de una persona, es el de una estrella enana blanca y una gigante roja u amarilla que ve robado material de su atmósfera estelar por la pequeña pero masiva componente. Esto provoca un disco de acreción alrededor de la enana blanca, que va progresivamente acumulando material en su superficie hasta que supera cierta masa crítica que provoca un fenómeno explosivo.

Recreación artística del par T CrB. Crédito NASA.

La estrella no muere ni se destruye, pero la explosión produce potentes vientos estelares de forma que hay efectos de «barrido» sobre la atmósfera estelar superior de la compañera gigante roja, probablemente modificando el periodo del episodio recurrente y demorando las explosiones sucesivas por una menor acreción de materia en el mismo tiempo, pero esto es otra historia [5].

Así, que ahora que sabes más que muchos medios de comunicación, si sales a cielo abierto no dejes de localizar la Corona Boreal, y ayúdate de una carta (o sin necesidad de ella) para echar un ojo a ver si ves «una estrella nueva» en la bóveda estrellada.

Espero que te guste y no dejes de seguir este blog tristemente realista y poco frecuentado.

¡Un saludo!

¡Plus!

Y ya que escribí sobre T CrB, lo justo es salir al balcón y tomar una foto con mi telescopio Seestar. Aquí tienes una imagen de 3 minutos con la estrella (en realidad el par de estrellas). La imagen de la izquierda es tal cual sale del telescopio (del que hablaré en la próxima entrada) y a la derecha calibrada con Astrometria. La «Blaze Star» T CrB se ha marcado rotulado en naranja, en ese pequeño círculo verde están nuestras protagonistas (y de la que vemos sólo la gigante roja).

17 de julio de 2024. T Corona Borealis (bajo IC 4587). 3 minutos de exposición desde Castellón de la Plana con Seestar S50 y filtro dual band integrado.

Para hacerse una idea del campo abarcado en la foto del Seestar en la foto anterior:

El rectángulo gris es la ubicación de la fotografía anterior, y justo arriba, el asterismo de estrellas que conforma la Corona Boreal

Actualización a 2 de octubre 2024:

Pues tal y como escribíamos, ha pasado el verano boreal y la nova -de momento- sigue sin asomar…. escenarios complejos no precisan titulares fáciles.

25 de octubre de 2024:

Ooops….¡pues seguimos sin nueva estrella en el cielo! ¿A qué medio de comunicación le pedimos explicaciones?….igual aprendemos a contrastar las fuentes ¿verdad?

10 de noviembre de 2024:

Podemos dar por concluida la temporada de observación de la constelación de la Corona Boreal, muy muy baja en el Oeste tras ponerse el Sol. La «nueva estrella» que iba a «iluminar» el cielo en primavera, verano u otoño de este año (vamos moviendo el mes del titular según convenga), no ha aparecido (¡intenta dar una cota a ese error!). Quizás brille durante la conjunción de esta constelación con las luces del día (tranquilos, tenemos telescopios en el espacio), quizás cuando la recuperemos de madrugada ya el año que viene….o quizás, lo haga en bastantes más meses o unos pocos años. Y es que, ajustar con dos observaciones un pronóstico así, es salvaje, cuando no un poco absurdo.

31 de marzo de 2025:

No, no, ¡qué ahora sí que va de verdad!…..

Saludos!

Referencias:

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/SN_1572

[2] https://wwwmpa.mpa-garching.mpg.de/mpa/research/current_research/hl2005-3/hl2005-3-en.html y https://www.iac.es/es/ciencia-y-tecnologia/publicaciones/improved-hubble-space-telescope-proper-motions-tycho-g-and-other-stars-remnant-tychos

[3] https://esahubble.org/images/heic0415d/

[4] https://www.aavso.org/news/t-crb-pre-eruption-dip

[5] https://arxiv.org/abs/2405.11506

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