Astrofotografía (Galería 1)

IC434franjahorizontal

Nebulosa «Cabeza de caballo» (B33) en Orión. Tomada desde la Pobla Tornesa, la noche de Navidad de 2014
Esta primera galería de imágenes es un sencillo y modesto homenaje al trabajo de todas aquellas personas que se sienten atraídas por capturar un instante del espacio y del tiempo de nuestro universo.

El equipo utilizado

He querido empezar mi re-encuentro con la fotografía astronómica después de muchos años de ausencia (desde la analógica), por algo sencillo, al alcance de muchos aficionados a la astronomía que están empezando en la astrofotografía.

Fotografiar la belleza del Cosmos; sus cúmulos de estrellas, nebulosas o galaxias, con mi modesto instrumento con más de 25 años de historia. Un sencillo reflector Celestron  T150/750, de 150 milímetros  de diámetro y 750 milímetros de distancia focal (F:5). A foco primario, se encuentra acoplada una cámara réflex digital (DSLR) Canon 400D (unos 10 años de antigüedad), a la que se le quitó el filtro de IR para hacerla más sensible a las nebulosas de emisión.

Destacar que el instrumento utilizado, aunque de una buena calidad óptica fabricada por la firma japonesa Vixen para Celestron USA (a pesar de los años, el aluminizado está perfecto), tiene una apreciable aberración de coma en los bordes, que se debe a que no es posible acoplarle un aplanador de campo, algo bastante común hoy día en los reflectores de tipo Newton, que están dotados de enfocadores de dos pulgadas. En la época en que me lo regalaron, los aficionados no solíamos disponer del estándar de 2 pulgadas…ni de muchos de los accesorios y facilidades actuales para hacer una foto de un objeto celeste.

El equipo venía con una Vixen New Polaris, pero hace unos años lo pasé a una montura ecuatorial alemana CG5 (con la que se tomó la imagen de la nebulosa M42 a finales de 2014), posteriormente se cambió a una EQ6 (2015). El telescopio guía, que se encuentra encima del telescopio fotográfico, es un pequeño refractor de 80 milímetros, al cual se le acopla una sencilla y algo obsoleta cámara Meade DSI (muy parecida a una WebCam), que es la que se ocupa de captar imágenes de estrellas e ir corrigiendo las desviaciones del seguimiento, mediante el programa informático gratuito PHD.

Se prescinde de la computadora de la montura y se maniobra desde una conexión al PC mediante el programa The Sky. Mediante un intervalómetro (aunque sería posible la gestión de la Canon 400D también desde el PC), se programa el número de tomas y la duración de las mismas.

Posteriormente se ejecutará el procesamiento básico de imágenes, si las tomas son buenas.

Hoy día conseguir una cámara DSLR y un telescopio similar, está al alcance de muchos bolsillos. Por tanto todos estos resultados -que deseo finalizar con el catalogo Messier al completo: 110 objetos difusos-, están al alcance de cualquier persona que le ponga un poco de empeño.

ACTUALIZACIÓN

Las imágenes se empezaron a capturar en diciembre de 2014, y se ha ido completando (esta galería) hasta finalizar el catalogo antes mencionado en octubre de 2016 y que puede ser consultado al completo en este blog.

https://cielosestrellados.net/el-catalogo-messier-con-mi-t150750/

 

OPT_LR
Telescopio principal: Reflector T150/750 (Celestron, 1989). Telescopio seguidor: Refractor SW ED80+ Meade DSI. Cámara principal: DSLR Canon 400D sin filtro IR. Montura ecuatorial alemana: SW EQ6. Control: The Sky 6 + ASCOM.

Imágenes del cielo desde La Pobla Tornesa

Las imágenes se muestran ordenadas previamente atendiendo a su naturaleza y posteriormente de acuerdo al número del catálogo de Messier, y algunas más, de otros catálogos después. Por tanto la ordenación principal según su naturaleza es:

1- Nebulosas de emisión o regiones HII: «donde nacen las estrellas».

2-Nebulosas planetarias: «la muerte tranquila de las estrellas»

3-Remanentes de supernovas: «fantasmas estelares»

4-Cúmulos estelares abiertos: «los parvularios de las estrellas»

5- Cúmulos estelares globulares: «Los asilos de las estrellas»

6-Las galaxias: «Los universos-islas»

7-Las estrellas: «Los ladrillos de las galaxias»

1-Nebulosas de emisión o regiones HII: «donde nacen las estrellas»

M8

MESSIER 8, Nebulosa de la Laguna: A diferencia de las nebulosas que representan el final de la vida de las estrellas (como el caso de las nebulosas planetarias para estrellas de tipo solar y los remanentes de supernova para estrellas más masivas o sistemas binarios), las nebulosas de emisión (o regiones HII) representan la gran mayoría de nebulosas que podemos encontrar en nuestra galaxia, y son enormes zonas de hidrógeno en cuyo seno se están formando estrellas. Brillan gracias a las estrellas próximas recién formadas, que ionizan sus átomos. En muchas de ellas encontramos zonas oscuras esféricas, llamados glóbulos de Bok, que son regiones donde se está produciendo el colapse del gas para formar nuevas estrellas. Esta nebulosa, llamada de la Laguna, y muy conocida entre los astrónomos amateurs, se encuentra en la constelación de Sagitario y a unos 5000 años luz. Tiene asociado el cúmulo de estrellas NGC6530, formado por jóvenes estrellas azules. Es fácilmente observable con telescopios pequeños desde cielos oscuros. La imagen está tomada en una calurosa noche de junio.

M16

MESSIER 16, Nebulosa del Águila: Las noches de verano son noches muy calurosas, ideales para disfrutar en el exterior de la bóveda estrellada y observar con el telescopio. Lo malo es que las cámaras digitales (DSLR) no van refrigeradas, a diferencia de la cámaras destinadas a la astronomía (CCD astronómicas), pues su finalidad inicial no es realizar astrofotografía, y el «ruido» debido a la temperatura empeora la calidad de imagen cuando se realizan exposiciones «largas». Esta imagen la tomé antes de la ola de calor de este verano (2015), pero aún así la temperatura nocturna no bajaba de 19º y el objeto, situado en la constelación de Serpens (cerca de Sagitario) no se había levantado mucho en el horizonte. La noche era francamente mala. Aún así, se aprecian los famosos «pilares de la creación» inmortalizados por la toma del telescopio espacial Hubble (que sinceramente, creo que es más caro que mi reflector de 15 centímetros). Es una zona de intensa formación estelar a unos 7000 años luz, de la que se disponen imágenes de alta resolución realmente bellas, y un objeto para apuntar con nuestros telescopios en una noche oscura.

M17

MESSIER 17, Nebulosa Omega: Calurosas noches de verano (20º) para la observación y fotografía de los objetos del cielo. La Vía Láctea se encuentra, entrada la noche, en uno de sus mejores momentos de observación, y hacia el horizonte Sur, hacía el núcleo galáctico, encontramos las constelaciones de Sagitario y Escorpión, plagadas de objetos de cielo profundo interesantes y brillantes, muchos de ellos fáciles de detectar con unos sencillos prismáticos si la noche es oscura. En este caso se trata de Messier 17 o Nebulosa de Omega, otra enorme región de Hidrógeno (HII) descubierta por el astrónomo Francés en 1764. Se encuentra de nosotros a unos 5500 años luz y en su interior se han formado estrellas calientes y azules que ahora ionizan esta enorme zona gaseosa de tal vez unos 50 años luz de diámetro.

M20

MESSIER 20, nebulosa Trífida: La famosa nebulosa Trífida en Sagitario está próxima aparentemente a la Laguna M8 (en una noche oscura, con prismáticos, son fácilmente localizables en el mismo campo). Se trata también de una región de nacimiento estelar, y por tanto joven, denominada habitualmente como HII. Se encuentra aproximadamente a unos 5500 años luz. El cielo se encontraba en unas condiciones muy mediocres.

M42

M42_exposiciones10min

MESSIER 42 (y 43), la gran nebulosa de Orión: Primera imagen «oficial» desde el OPT (Observatori Pobla Tornesa, Castelló). Tiene un doble valor; el sentimental púes está tomado con mi viejo y modesto reflector C6 (1988) de 15 centímetros, sin realuminizar, y que a pesar de su uso intensivo en la era de la foto analógica, sigue conservando sus aceptables cualidades ópticas. El segundo punto de valor para mí es que de alguna forma es mi vuelta a la astrofotografía que abandoné hace muchos años. Sencilla imagen de la nebulosa difusa M42 (NGC1976), a unos 1200 años luz de nosotros y autentico criadero de estrellas. Situada en la «espada» de la constelación de Orión, visible con unos sencillos prismáticos en el cielo invernal.  La segunda toma, es de principios de 2016 (un año después), con exposiciones de 10 minutos en lugar de 5, un día de estos las apilaré para un HDR.

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MESSIER 78: Es en realidad una nebulosa de reflexión, situada en la constelación de Orión que pasa bastante desapercibida. Es una tenue nube de aspecto triangular que no puede competir con el cercano cinturón de Orión y las nebulosas que lo circundan (el Tahali). Fue descubierta por Méchain en 1780 e incluida por su amigo en el catálogo en el que recogía los no-cometas y que pasaría a la historia de objetos de cielo profundo.. Las estrellas asociadas son las responsables de hacer visible la luz de la nebulosa, por reflexión en este caso y no por ionizar los átomos de hidrógeno que emiten luz en la zona roja del espectro visible. De momento la dejamos, intencionadamente en este grupo.

NGC281Pacman

NGC281. Nebulosa «Pacman»: La nebulosa NGC281, o nebulosa Pacman (si, por aquel histórico videojuego de nuestra adolescencia), descubierta por Barnard en 1881, es una nebulosa de emisión situada en la constelación de Casiopea. Tiene asociado un cúmulo abierto de estrellas en el centro de la nebulosa (IC1590) y se estima que se encuentra a unos 10000 millones de años luz, constituyendo una región HII bastante grande. Se trata de un objeto fotográfico.

NGC1555Y2MASS

NGC1555. Nebulosa variable de Hind. Es una nebulosa que no constituye casi una imagen aceptable, solo de valor testimonial. El objeto fotografiado se le conoce como la nebulosa de Hind, una pequeña nebulosa asociada a una estrella T Tauri. Como muchos sabréis, este tipo de estrellas (cuyo prototipo es la estrella T de Tauro) son estrellas variables asociadas a etapas tempranas en la evolución estelar, y suelen estar rodeadas de grandes masas de gas y polvo. Las fluctuaciones de brillo propias de la búsqueda del equilibrio provocan variaciones en el brillo de la nebulosa. En concreto estos objetos también se llaman objetos de Herbig-Haro, y brillan durante pocos miles de años. La imagen de la derecha es una imagen profesional tomada por el 2MASS (Two Micron All-Sky Survey), realizado desde Monte Hopkins y Cerro Tololo, en los inicios del nuevo milenio.

NGC2237_Roseta

NGC2237, nebulosa Roseta. A pesar de su simetría esférica, se trata de una región de nacimiento estelar  en la constelación de Monoceros (Unicornio), en las proximidades de la constelación de Orión. Las estrellas que aparecen en el centro, se trata del cúmulo NGC2244 y están vinculadas a la nebulosa. Se encuentra a unos 5200 años luz y mide unos 130 años luz de diámetro. Se aprecian entrantes oscuros que revelan la todavía actividad de estrellas naciendo en esta enorme de masa de Hidrogeno de unas 10.000 masas solares y que se encuentra en nuestro «vecindario» Galáctico. Para las primeras pruebas de esta imagen (sólo 6 tomas de 20 minutos) he incluido Darks (tomas oscuras) y Flats (tomas de luz para corregir artefactos en la óptica y el viñeteo). A pesar de ello, mi querido telescopio continúa mostrando una apreciable coma en los bordes de la imagen, que no he querido recortar.

NGC2359_CascoThor

NGC2359  o Nebulosa del «Casco de Thor», en la constelación de Can Mayor. Esperando a los objetos Messier de Leo y antes de que se nublara, pude tirarle anoche a este objeto, impensable de fotografiar con un telescopio de 15 centímetros en la era analógica. Se trata de una nebulosa acompañada de una estrella muy masiva  y caliente de tipo  Wolf-Rayet (1867, Charles Wolf y Georges Rayet), esto es, una estrella evolucionada que pierde gran cantidad de masa debido a fuertes vientos estelares, que está interaccionando con el medio interestelar y capas perdidas de su propia masa. Los modelos estelares, a pesar del siglo que nos separa del descubrimiento de estos objetos, aún no están firmemente asentados, y se desconoce con exactitud como interviene la presencia de un compañero en la evolución de estos astros, generalmente azules. El tamaño real de la nebulosa con la antojadiza forma del casco del dios Vikingo, es de unos 15 años luz y se encuentra a la distancia de unos 15000 años luz.

IC434-B33-NGC2024

IC434-B33-NGC2024_2016

IC434, B33 (cabeza de caballo)y NGC2024: Complejo de nebulosas en la constelación de Orión, cerca de Anilam (la estrella más brillante de la imagen -casi en el borde izquierdo- y que constituye la estrella más oriental del «Cinturón de Orión» o «Tres Marías» o «Tres Reyes Magos». Se denomina «Cabeza de Caballo» a B33 por su forma antojadiza que dibuja sobre el fondo brillante. Es una nebulosa molecular no ionizada (oscura) descubierta a principios del siglo XX fotográficamente, sobre la nebulosa de emisión IC434. NGC2024 o nebulosa de la «Llama» se encuentra al norte de Anilam, que como la gran mayoría de estrellas circundantes son jóvenes gigantes azules que han nacido de este complejo inmenso (región HII) situado entre los 1200 y 1500 años luz de distancia. La segunda toma es de 2016.

IC5146

 IC5146, nebulosa del Capullo: La nebulosa Cocoon Nebula o IC5146 es otra nebulosa de emisión (principalmente), reflexión y oscura en plena Vía Láctea; en la constelación del Cisne. Se trata de un total de 28 tomas de 10 minutos en las últimas dos noches con una calidad de cielo aceptable (aunque el objeto muy bajo en el horizonte cuando se iniciaron algunas tomas). Se encuentra a unos 3000 años luz de nosotros. La parte oscura de la nebulosa (formada por gas y polvo) se reconoce por la ausencia de estrellas y también es conocida como Barnard 168 (notemos como se extiende por la parte superior de la nebulosa brillante, especialmente).

IC1396

 IC1396, nebulosa de la Trompa de Elefante: Campo estelar de plena Vía Láctea, en la constelación de Cefeo. Se trata del cúmulo abierto y nebulosa IC1396, también conocida (la nebulosa) como «Trompa de Elefante». No es un objeto fácil, aunque sí que es conocido para los astrofotógrafos, especialmente los que trabajan con filtros de banda estrecha y CCD. El cúmulo estelar IC1396 ocupa el centro del campo, se trata de un cúmulo de jóvenes estrellas azules (destacando HD206267) que ionizan parte de la nebulosa que se ve en la parte superior (y que continúa por la parte superior fuera de la imagen). También resaltan las zonas oscuras, compuestas por nebulosa no ionizada de gases y polvo, que forman esos entrantes negros, también en otras zonas de la toma. El conjunto se sitúa a unos 2500 años luz de nuestro Sol, y no sólo se han formado las jóvenes estrellas, sino que se formarán otras nuevas en la próxima hornada que se está «cociendo». Vemos que en la zona existe una gran cantidad de gas (domina la parte izquierda) de forma mucho más tenue, sobre un fondo estelar muy rico. La toma, complicada por las condiciones y el equipo, es el resultado de 30 fotogramas de 10 minutos de exposición cada uno, y se echa en falta la refrigeración de la cámara para bajar el ruido o un sensor más moderno (las noches son ya de 15º) que el de la Canon 400D.

IC1805

IC1805, la nebulosa del Corazón en Casiopea: Se trata de una nebulosa de emisión, propia de zonas HII, y asociada a la zona Casiopea OB6 (que comprende también la nebulosa «alma» cercana). Es un objeto grande ,como se puede observar en la fotografía, ocupando todo el campo visual, por lo que si su distancia calculada de unos 7000 años luz es correcta (así lo parece indicar las mediciones al cúmulo estelar Melotte 15 visible en su interior), se trata de una extensión muy grande, de más de 300 años luz de diámetro. El objeto no es fácil de fotografiar desde un entorno urbano donde nos situamos, en la Pobla Tornesa, y por ello necesitaría de más exposiciones para aumentar la señal. Aún así, se aprecia su preciosa forma de corazón

 

2-Nebulosas planetarias: «la muerte tranquila de las estrellas»

M27

MESSIER 27, la nebulosa Dumbbell:  Se trata de los restos de la fase final de una estrella de tipo solar, situados a 1200 años luz de nuestro Sol. Descubierta por Charles Messier en 1764, se las llamaron nebulosas planetarias porque en la época se antojaban como discos circulares borrosos de lejanos planetas. Hoy sabemos que son de naturaleza muy diferente, y que hace unos 3500 años una estrella de tipo solar, llegando al final de su vida, eyectó sus capas más exteriores, que actualmente (y durante unas pocas decenas de miles de años) podemos ver de esta magnífica manera.

M57

MESSIER 57, la nebulosa anular de Lira: Esta conocida nebulosa planetaria presenta poco tamaño angular aparente (1,4′ x 1′) para el telescopio empleado en la captura. Al ser un objeto tan pequeño, su procesado aún se me ha hecho más complicado para resaltar los casí inapreciables colores. Pero bueno, estaréis de acuerdo que se aprecia el «donut» celeste aunque diminuto, y muy lejos de ser una foto espectacular.

La nebulosa anular fue descubierta por Messier cuando buscaba el cometa de 1779, siendo el objeto más pequeño del catalogo Messier descubierto por el propio Messier (recordemos que no todos fueron descubiertos por él). Se trata de una de las nebulosas planetarias (llamadas así por que inicialmente se pensó en naturaleza planetaria) mejor estudiadas, y es célebre la imagen tomada por el telescopio espacial Hubble. Se encuentra a unos 2300 años luz de nosotros, y la estrella que dio origen a la nebulosa es una compacta y caliente enana blanca (100000 ºC superficiales) de la magnitud 15,8 que es visible con telescopios de 25 cm en adelante. La nebulosas planetarias permanecen visibles pocos miles de años, pues en cuanto la masa de gas eyectada se va separando de la enana blanca, el gas deja de estar ionizado, y por tanto de brillar. Es posible que esta pequeña (en la imagen) rosquilla celeste se produjera hace unos 15000 años. Un objeto para mostrar al telescopio durante el verano y a primeras horas de las noches de otoño.

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MESSIER 97 y 108: La pareja M97-M108 de la toma se trata de la nebulosa M97 (bajo a la derecha) que es conocida como nebulosa del Búho o lechuza, se trata de una nebulosa planetaria descubierta por Pierre Méchain en 1781 y se encuentra a 2600 años luz de nuestro Sol. Como todas las nebulosas planetarias, responde a la fase final de una estrella tipo solar, y su aspecto esférico (que domina en una gran parte de las nebulosas planetarias) es el que dio nombre a este tipo de nebulosas (por similitud a un disco planetario). La estrella central, una enana blanca, son los «restos» de la estrella original, y tiene una masa de 0,7 masas solares en un tamaño no mucho mayor que la Tierra. Por el contrario, M108 (descubierta también por Méchain en 1781) se trata de una galaxia espiral (arriba a la izquierda de la foto) a 45 millones de años luz. Ambos objetos se encuentran aparentemente muy cercanos en el cielo (Osa Mayor), pero en la realidad, muy lejanos en el espacio y en el tiempo. La foto tiene un exceso de ruido y un lateral afectado por las luces de la población.

M76

MESSIER 76, nebulosa pequeña Dumbbel: Muchas de las nebulosas planetarias no se encuentran a «tiro» de un equipo como el que actualmente aún estoy utilizando. La nebulosa planetaria Messier 76 o pequeña Dumbbel, situada en la constelación de Perseo, se encontraría en esos límites instrumentales. Descubierta por P. Méchain el 5 de septiembre de 1780 (tal día como hoy), Messier la incorporó rápidamente a su catálogo de objetos sospechosos de ser cometas. Entre ambos surgió cierta discrepancia sobre si contenía o no estrellas. Su clasificación como nebulosa planetaria sólo fue posible entrado el siglo XX de la mano de H. Curtis, quien por aquella época andaba metido en un buen lío sobre la naturaleza de las «nebulosas espirales y el tamaño de la Vía Láctea», y que poco después se conocería como «El gran debate», un momento estelar de la historia de la astronomía y que cambiaría nuestro tamaño y forma de ver el universo, nada menos. Su distancia; probablemente superior a 3000 años luz.

NGC7229_Hélix

NGC7293 o nebulosa planetaria Hélix en la constelación de Acuario. No es un objeto brillante, al contrario, tiene un bajo brillo superficial, pero es «enorme» para ser una planetaria, y ello es por que se sitúa a sólo 680 años luz (la nebulosa del anillo, o Messier 57 se encuentra a 2300 años luz). Por este motivo, cuando nos ayudamos de un filtro CLS o UHC para observarla desde un cielo oscuro, nos deja alucinados. Es enorme; 25minutos de arco frente al 1 minuto de arco de M57. Fue descubierta en 1824 por K.L.Harding y a la velocidad que se expande, se calcula una edad de algo más de 10.000 años desde que la estrella eyectó sus capas más exteriores.

3-Remanentes de supernovas: «fantasmas estelares»

M1

MESSIER 1, nebulosa del Cangrejo: Situada en la constelación de Tauro, la nebulosa del Cangrejo o Messier 1 es un remanente de una supernova acaecida en el 1054 y se encuentra a unos 6500 años luz, lo que provocó que el violento estallido de la estrella fuera visible durante días en el cielo incluso por el día.

NGC6992_Velo

NGC 6992, nebulosa del Velo: En la constelación del en Cisne explotó una estrella muy masiva, después de que su núcleo sufriera  un colapso al final de su vida, que provoca lo que llamamos explosión Supernova (Tipo II). Es uno de los fenómenos más violentos del universo y la estrella se destroza casi por completo, dejando atrás un denso núcleo formado por elementos muy pesados (hasta Fe) que puede seguir colapsando y formar una estrella de neutrones o incluso un agujero negro. Las capas más exteriores de la estrella lanzadas al espacio componen lo que se llama remanente de supernova. En este caso, el remanente del Cisne (muy grande, aquí sólo vemos una parte), lo originó una explosión de supernova hace quizás unos 7000 años. Descubierta por W. Herschel en 1784, se encuentra a unos 2000 años luz, aunque existe una cota de error en la distancia bastante importante.

4-Cúmulos estelares abiertos: «los parvularios estelares»

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MESSIER 6, el cúmulo de la Mariposa: Aunque se trata de un cúmulo de estrellas jóvenes azules, destaca una gigante roja (tipo espectral K), la más brillante del cúmulo y variable, denominándose BM Sco. El cúmulo se sitúa sobre los 1200 años luz de distancia, aunque ha habido ciertas discrepancias que tienen que ver con la absorción interestelar de la zona. Descubierto por Messier el 23 de mayo de 1764, lo clasifica como «cúmulo de estrellas entre el arco de Sagitario y la cola del Escorpión»; por lo tanto, es el primero de los objetos que compila que claramente no tiene aspecto nebuloso y sí naturaleza estelar, junto con el no muy lejano globular Messier 4, en las proximidades de Antares.

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MESSIER 7, el cúmulo de Tolomeo: Está cercano al anterior. Fue descubierto por Messier la misma noche y lo describe como «cúmulo de estrellas más notable que el precedente», siendo observable a simple vista desde lugares oscuros. Precisamente por su brillo y localización a simple vista, Tolomeo, que lo describió como una nube en el año 130 aproximadamente; sin duda, un reto a la perfección de los cielos del concepto cosmológico de la época.

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MESSIER 11, el cúmulo del Pato Salvaje: Los cúmulos abiertos de estrellas son agrupaciones estelares que se distribuyen en el plano galáctico, en zonas de alta formación estelar y algunos aún están envueltos en restos de la nebulosa de la zona HII que les dio origen. El número de cúmulos abiertos supera ampliamente al de cúmulos globulares, aunque son mucho menos ricos en estrellas y las mismas suelen ser estrellas azules. El cúmulo de llamado de «El Pato Salvaje», fue recogido por Charles Messier en su catálogo en 1764, y se encuentra en la constelación del Escudo de Sobieski, conocida como Scutum (Hevelius, 1690), cerca de la zona más rica de nuestra Vía Láctea; mirando hacia su núcleo, hecho que queda patente cuando vemos la riqueza estelar del campo de la toma. Se encuentra a unos 6000 años luz y tiene una edad estimada de 200 millones de años. Con un pequeño instrumento puede recordar inicialmente a un cúmulo globular, pero es un efecto de la distancia y lo compacto del cúmulo, con unas 3000 estrellas.

m18

MESSIER 18: Descubierto por Messier el 3 de junio de 1764, lo describe como «cúmulo de estrellas un poco por debajo de la nebulosa descrita más arriba, número 17». Como podemos observar, en el campo, apreciamos tan ilustre vecino (nada menos que la nebulosa Omega o M17) y, además, estamos describiendo uno de los más pobres objetos descubiertos por el astrónomo francés. Es un agrupamiento pobre, a unos 4000 años luz, que solo destaca por su ubicación privilegiada fortuita en esta rica zona del cielo.

m21

MESSIER  21: Fue descubierto por Messier el 5 de junio de 1764, y lo describe como «cúmulo de estrellas, cerca del precedente, cuya estrella más cercana conocida es 11 de Sagitario, según Flamsteed, siendo de la séptima magnitud. Las estrellas de estos dos cúmulos [N. del a.: refiriéndose a las estrellas asociadas a la nebulosa de la trífida M20] son de la octava y novena rodeadas de nebulosa». En realidad, podríamos aplicar casi el mismo criterio que con Messier 18; se trata de un cúmulo pobre con un ilustre vecino, como es la nebulosa Trífida M20, que tan solo destaca por su aparente ubicación. La distancia aceptada es de aproximadamente de unos 4000 años luz.

m23

MESSIER 23: Fue descubierto por Messier el 20 de junio de 1764, describiéndolo como «cúmulo de estrellas entre la extremidad del arco de Sagitario y el pie derecho de Ofiuco». Es un cúmulo algo más rico que sus vecinos M18 o 21, pero disperso, que lo compensa con una zona menos rica de estrellas de fondo que donde se sitúan algunos de sus vecinos de similar naturaleza. Su distancia es aproximadamente de unos 2000 años luz.

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MESSIER 24: Fue descubierto por Messier el 20 de junio de 1764, describiéndolo como «cúmulo sobre el paralelo del precedente y cerca de la extremidad del arco de Sagitario en la Vía Láctea, siendo una gran nebulosidad en la cual hay multitud de estrellas de diferentes magnitudes». En realidad, consideramos este objeto como una de las condensaciones del brazo de la Vía Láctea delimitada por zonas oscuras de materia interestelar. Entre este campo tan rico, se encuentra NGC6603, a veces, confundido con el propio M24, si bien, este cúmulo se sitúa varios miles de años de luz más lejano a las estrellas que conforman este conglomerado de estrellas tan rico.

m25

MESSIER 25: Fue descubierto por Messier también la noche del 20 de junio de 1764, y lo describió como «cúmulo de pequeñas estrellas en la vecindad de los dos cúmulos precedentes». No es un cúmulo destacable, sobre todo, por estar sobre un fondo estelar rico, siendo mejor objeto que M18 o M21. Su distancia ha podido ser calculada con bastante precisión, gracias al estudio de la variable U Sagitario (de tipo delta cefeida), vinculada al cúmulo.

m26

MESSIER 26: Se encuentra, en realidad, en la constelación del Escudo y fue descubierto por Messier también la noche del 20 de junio de 1764, identificándolo como un cúmulo de estrellas sin rastro de nebulosidad. Esta cerca de la llamada «nube de la constelación del Escudo», si bien, el fondo estelar no es muy rico en su posición y, por ello, permite ser identificado con cierta más facilidad esta concentración estelar a unos 5000 años luz.

m29

MESSIER 29: Descubierto la noche del 29 de julio de 1764, Messier lo describe como «cúmulo de siete u ocho estrellas muy menudas». Para tratarse de un cúmulo abierto en la constelación del Cisne, sin duda se trata de un cúmulo pobre y muy poco espectacular.

M34

MESSIER 34:  Como sabéis, los cúmulos abiertos se trata de agrupaciones de estrellas jóvenes (predominantemente azules), con muchos menos componentes que los globulares, y se sitúan en los brazos de nuestra galaxia – en zonas de formación estelar-, por tanto son normalmente «próximos» (mucho más que los globulares, distribuidos en el halo galáctico).M34 está en Perseo, y tiene unas 100 estrellas, encontrándose a a unos 1400 años luz.

M35andNGC2158

MESSIER 35: En la constelación de Géminis. De las últimas noches sin humedad, tenemos este bonito cúmulo abierto descubierto por Chéseaux (si, el de la Paradoja de Olbers) en 1745. Es un cúmulo amplio que tiene unas doscientas estrellas vinculadas por la gravedad y situado a casi 3000 años luz. No es un cúmulo joven, como lo atestiguan sus estrellas naranjas, de avanzada edad. Además Messier 35 nos viene con sorpresa para telescopios amateurs a bajos aumentos y en cielos oscuros, ya que muy próximo a él se sitúa el cúmulo NGC2158, mucho más débil debido a los 16000 años luz que nos separan.

M36

MESSIER 36: Los cúmulos de Auriga. Los más trasnochadores a mediados del verano ya empiezan a tener a «tiro» las constelaciones de invierno durante las madrugada. Con la esperanza de que el ruido del sensor de mi Canon 400D fuera menor, esperé las pasadas noches para fotografiar los cúmulos estelares abiertos de la constelación de Auriga, el cochero. Sin embargo la temperatura no bajó de los 20º, por lo que el ruido electrónico del detector sigue siendo muy molesto. El primero es Messier 36, un cúmulo abierto a unos 4100 años luz, con menos de 100 estrellas vinculadas gravitatoriamente en el grupo. Messier 37 tiene muchas más estrellas y se pueden localizar estrellas evolucionadas. Su distancia se sitúa en torno a los 4000 años luz, aunque existen discrepancias que abarcan unas decenas de centenares de años luz. Messier 38 también se sitúa a una distancia similar y está compuesto por algo más de un centenar de estrellas. No es un cúmulo con estrellas tan evolucionadas como M37, pero tampoco es tan «joven» como M36, de hecho el cúmulo está dominado por una gigante naranja. Los tres cúmulos, próximos aparentemente en el cielo y también en distancias a nuestro Sol, tienen edades ligeramente diferentes, pero no se descarta algún tipo de vínculo entre ellos. En noches muy oscuras, lejos de las luces de las poblaciones, es posible intuirlos a simple vista.

M37

MESSIER 37: Este cúmulo abierto tiene muchas más estrellas que el cercano M36 y se pueden localizar estrellas evolucionadas. Su distancia se sitúa en torno a los 4000 años luz, aunque existen discrepancias que abarcan unas decenas de centenares de años luz.

M38

MESSIER 38: Este cúmulo abierto también se sitúa a una distancia similar al anterior (unos 4000 años luz) y está compuesto por algo más de un centenar de estrellas. No es un cúmulo con estrellas tan evolucionadas como M37, pero tampoco es tan «joven» como M36, de hecho el cúmulo está dominado por una gigante naranja.

M39

MESSIER 39: M39 está en la constelación del Cisne, plena Vía Láctea. Es algo pobre en número de estrellas y disperso y se sitúa a unos 800 años luz del Sol.

m40

MESSIER 40: Descubierto por Messier la noche del 24 de octubre de 1764, en realidad se trata de dos estrellas.

M41

MESSIER 41: Cúmulo abierto en Can Mayor, 4 grados al Sur de la estrella Sirio. Es visible a simple vista en noches oscuras, quizás citado por Aristóteles 300 años antes de Cristo. Aunque se conocen otros probables observadores, fue Messier el primero en observarlo al telescopio. Es un estupendo cúmulo abierto con más de 100 estrellas entre ellas algunas gigantes rojas, a más de 2000 años luz, aunque existen divergencias en cuanto a la estimación de la distancia. Su edad estimada es de unos 200 millones de años.

M44

MESSIER 44: El cúmulo abierto del Pesebre. Nombre un tanto navideño, pero que no guarda relación con la festividad. Se trata de un cúmulo conocido desde la antigüedad como un «borrón» en la pobre constelación de Cáncer, y por tanto localizable a simple vista desde lugares oscuros. Galileo lo observó con su telescopio y resolvió estrellas. Situado cerca de la eclíptica, no es difícil encontrar bonitas conjunciones planetarias con el cúmulo, que se encuentra a unos 577 años luz de la Tierra y cubre una gran extensión en el cielo, nada menos que casi 100 minutos de arco. Ni 44 ni el cúmulo M45 (las Pléyades de la constelación de Tauro) son, en realidad, confundibles con cometas, pero Messier tenía cierta urgencia por terminar la primera recopilación de su catalogo. No os dejéis confundir por la dominante azul, es un cúmulo que a pesar de ser abierto, se le calcula ya una edad avanzada y muestra un buen número de estrellas amarillentas.

M45

MESSIER 45: El cúmulo abierto de las Pléyades, en la constelación de Tauro. Todos conocemos este cúmulo de estrellas jóvenes visibles a simple vista durante las noches de otoño e invierno en el hemisferio norte. Las siete hermanas o también llamada siete cabritillas (y seguro que más nombres que ahora no recuerdo) es un cúmulo de estrellas jóvenes (unos cien millones de años) y calientes (como destacables estrellas azules que son) a algo más de 400 años luz de la Tierra. La nebulosa cercana que las envuelve y que se hace presente en fotografías (y alrededor de Merope con telescopios amateurs y cielos oscuros), no son restos asociados a su nacimiento, según recientes estudios (gracias por la corrección, Marcos). Hay referencias a este cúmulo en muy diversas culturas ( y merece la pena echar un vistazo a su mitología), e incluso en antiguos petroglifos. Atlas y Pleione, Alcyone, Merope, Electra, Maia y Taygeta serían las 7 que se pueden ver en cielos oscuros y con vista fina. Yo personalmente ya sólo puedo ver 6. Con prismáticos son visibles docenas. La determinación de su diagrama HR es un clásico en las clases de astronomía y evolución de cúmulos.

M46

MESSIER 46: Cúmulo abierto en la constelación de Puppis. Este cúmulo abierto es también de los que nos depara una sorpresa incluso con pequeños telescopios si nuestro cielo es oscuro y no tiene polución lumínica. El cúmulo se encuentra a unos 5400 años luz, y nos pasaría desapercibido como otro cúmulo más si no fuera porque en la línea de visión nos encontramos un bonita y aparentemente pequeña nebulosa planetaria, NGC 2438, que se encuentra más cerca, a unos 2900 años luz. Como ya sabemos, las nebulosas planetarias, son los restos de la eyección de las capas más exteriores de una estrella tipo solar, al final de su vida, cuando en su núcleo finaliza la fusión del Helio.

M47

MESSIER 47: Cúmulo abierto en Puppis. Cerca del más conocido M46, fue descubierto por Messier en 1771. Es un cúmulo algo pobre, con pocas componentes -no más de 50-, lo que provocó que durante algún tiempo fuera uno de los “objetos perdidos” de Messier. Las componentes brillantes no están asociadas al cúmulo, que se encuentra a unos 1600 años luz de nuestro Sol.

m48

MESSIER 48: Descubierto en febrero de 1771 lo describe como «cúmulo de menudísimas estrellas, sin nebulosidad». Se trata de un cúmulo abierto en la constelación de Hydra, a unos 1500 años luz, en una zona del cielo bastante pobre en estrellas. Aunque es disperso, es un objeto amplio y bello

M50

MESSIER 50: Es un cúmulo abierto en la constelación de Monoceros (Unicornio). Suele pasar desapercibido, ya que no resulta un objeto muy vistoso y se encuentra en las constelaciones de invierno donde hay gran cantidad de objetivos mucho más llamativos para fotografiar. Descubierto por Messier en 1772, se encuentra a unos 3000 años luz y no llega a los doscientos componentes. Destaca la gigante roja de tipo espectral M en las cercanías, que contrasta con las estrellas mayoritariamente azules y más jóvenes del cúmulo.

M52+NGC7635

MESSIER 52 y la nebulosa Burbuja: El cúmulo abierto M52 y la Nebulosa de la Burbuja NGC7635, en la constelación de Casiopea constituyen un doble objetivo para astrofotógrafos. Messier 52 es un cúmulo abierto en plena Vía Láctea que se encuentra a unos 5000 años luz (el error en la determinación de la distancia puede ser importante) y formado por estrella jóvenes y azules. A poca distancia aparente, encontramos una zona HII conocida como «nebulosa de la Burbuja» o NGC7635. Está vinculada a una estrella de magnitud 8,7 que es la responsable de la ionización de la nebulosa, que a pesar de su simetría (bastante esférica) no es una nebulosa planetaria. También existen diferentes estimaciones en su distancia, que la sitúan entre los 7000 y 10000 años luz.

M67

MESSIER 67. En la constelación de Cáncer, en la misma que el cúmulo del Pesebre (Messier 44), encontramos a otro cúmulo abierto menos conocido. Descubierto en 1779, fue incluido por Messier en la segunda parte de su catálogo en abril de 1780. Como cita el gran maestro J.L. Comellas, si M44 se lleva la fama, M67 se lleva la belleza. Es cierto, su tamaño más pequeño, de unos 30 minutos de arco, hace que parezca más bello, aunque no sea un abierto deslumbrante. Se encuentra a algo menos de 3000 años luz (frente a los sólo 600 años luz del Pesebre) y tiene unas 500 componentes, que a diferencia del cúmulo del Pesebre, están mucho más evolucionadas, y la media de su edad se cita que es similar a la edad de nuestro Sol; unos 4500 millones de años. Se han identificado incluso unas 200 enanas blancas. El primer diagrama HR (luminosidad absoluta frente a índice de color o tipo espectral) fue elaborado por Johnson y Sandage en 1955, y se toma como diagrama HR tipo para mostrar la distribución estelar de cúmulos avanzados. Podemos realizar un curiosa comparación y buscar en Internet el diagrama HR de la Pléyades (un cúmulo abierto muy joven) y el diagrama HR de M67 y ver sus semejanzas y diferencias. La evolución estelar en cúmulos abiertos está marcada por el paso intermedio entre ambos diagramas.

M73

MESSIER 73: Este objeto no es un cúmulo abierto, es posiblemente un desliz de Messier. En la posición que facilitó Messier no encontramos ningún objeto de cielo profundo, quizás sólo una muy pobre agrupación estelar, pero sin presencia alguna de nebulosa. Junto con M40, es uno de esos objetos que sólo fotografiaremos por completar el catálogo del celebre buscador de cometas francés.

 

M93

MESSIER 93: Cúmulo abierto en la constelación de Puppis. Se encuentra 9 grados al sur del cúmulo abierto M46, algo más conocido en especial por la nebulosa planetaria que se observa en el mismo campo. Descubierto por Messier en 1781, se encuentra a unos 3600 años luz, y suele pasar desapercibido por los aficionados a la astronomía a pesar de su belleza. Es un cúmulo de más de 100 componentes, aunque se le ha considerado erróneamente como pobre.

M103

MESSIER 103: Este cúmulo abierto está en Casiopea y es algo pobre (entre 40 y 60 componentes), pero se encuentra situado a la destacable distancia de unos 8000 años luz.

NGC884NGC869_DoblePerseo

NGC884 y NGC869, doble cúmulo de Perseo: Los cúmulos abiertos se trata de agrupaciones de estrellas jóvenes (predominantemente azules), con muchos menos componentes que los globulares, y se sitúan en los brazos de nuestra galaxia – en zonas de formación estelar-, por tanto son normalmente «próximos» (mucho más que los globulares, distribuidos en el halo galáctico). El espectacular cúmulo doble de Perseo, NGC869 (superior) y NGC884 (inferior), no fueron recogidos, inexplicablemente por Messier en su catalogo, pero son conocidos desde la antigüedad (Hiparco), ya que son visibles a simple vista en una noche oscura como una tenue nube entre Casiopea y Perseo. Se encuentran a una distancia similar (7000 años luz) y se les conoce como pertenecientes a la asociación OB1 de Perseo.

5-Cúmulos estelares globulares: «los asilos de estrellas»

M2

MESSIER 2: Cúmulo globular en Acuario. Reivindicando a estos objetos poco observados en el cielo de verano, vamos con otro también poco conocido y eso que se muestra estupendo en visual; Messier 2, en la constelación casi otoñal de Acuario. Descubierto en 1746, se encuentra a unos 40.000 años luz (halo galáctico) y es un gran objeto para visual, que puede competir (sin ganarles, a M13, M22 o M15, entre otros globulares mucho más conocidos entre los astrónomos). Son objetos, que para la distancia focal empleada (750 mm) se presentan pequeños al lado de nebulosas HII como la Laguna, pero en realidad, recordemos que poseen la masa de unas 150.000 estrellas tipo solar, mostrando una población muy envejecida.

M3

MESSIER 3: se encuentra en la constelación de Canes Venatici y fue descubierto en 1764, se trata de un cúmulo grande y a pesar de los 34000 años luz de distancia que nos separan (halo galáctico), se muestra magnifico al telescopio. Los cálculos sobre su número de componentes se acercan al medio millón de estrellas.

M4

MESSIER 4: Un globular cerca de la gigante roja Antares, en Escorpión. Descubierto por el pionero en el acertijo del planteamiento de la oscuridad del cielo nocturno (paradoja de Olbers), el inglés Chéseaux en 1746, fue anotado por Messier la noche del 8 de mayo de 1764 como «cúmulo de muy menudas estrellas que con un telescopio pequeño se le ve bajo forma de una nebulosa» Sin duda un gran cúmulo globular a unos 7200 años luz, con la presencia de numerosas estrellas variables de cúmulo (RR Lyrae). Espectacular al telescopio. En el campo de la foto aparece también (a la izquierda) NGC 6144, otro globular atenuado por la nebulosa del complejo Rho de Ofiuco (a unos 400 años luz) , siendo su distancia mucho mayor que la de M4, probablemente más de 25000 años luz.

M5

MESSIER 5: Situado en la constelación de Serpens, fue descubierto por Messier el 23 de mayo de 1764, que como él mismo describiría se trataba de «una bella nebulosa entre la balanza y la serpiente, cerca de la estrella 5 de la serpiente, de la sexta magnitud según Flamsteed». Es en realidad un cúmulo de estrellas, como descubrió Herschel por primera vez en 1791, con un espectro conjunto blanco (F) de pronunciado gradiente que provoca un acusado detrimento de la  espectacularidad en observación visual que en fotografía, donde es magnífico . Sin embargo, es realmente brillante, con una densidad estelar en su núcleo muy alta. Situado en el halo galáctico, su distancia estimada es de unos 24000 años luz, con una estimación de estrellas (discutida) de más de 2000000, siendo su edad estimada de unos 13000 millones de años, y por tanto uno de los más viejos globulares conocidos.

M9

MESSIER 9: descubierto por Messier el 28 de mayo de 1764 en la constelación de Ofiuco, es un cúmulo globular moderado a unos 25 000 años luz de nosotros, que el propio Messier describe como «nebulosidad sin estrellas… redonda y de luz débil».

M10

MESSIER 10: descubierto por Messier la noche del 29 de mayo del mismo año que el anterior y descrita como «nebulosidad sin estrellas en el cinturón de Ofiuco… es bella y redonda». Fue William Herschel quien descubriría su naturaleza estelar, si bien, hoy cualquier telescopio de aficionado en un cielo oscuro nos la revela sin dificultad. Este cúmulo se encuentra a unos 15 000 años luz, y es más brillante que el anterior, pudiendo llegar a localizarse a simple vista en cielos excepcionalmente oscuros.

M12

MESSIER 12: No muy lejos del anterior globular (M10), encontramos este cúmulo descubierto por Messier la noche del 30 de mayo. Lo describe como «nebulosa descubierta en la Serpiente, entre el brazo y el costado izquierdo de Ofiuco, que no contiene ninguna estrella, es redonda y de luz débil». Sin embargo, es también un objeto estupendo al telescopio de aficionado, algo más grande que el anterior y algo más débil. Está situado a 16 000 años luz de nuestra estrella.

M13

MESSIER 13: Es el espectacular «cúmulo globular de Hércules», así, a secas, o Messier 13. Descubierto por Halley en 1714, W. Herschell contó más de 8000 estrellas (a ojo, si). Se trata de un cúmulo espectacular a unos 25000 años luz de nuestro planeta, con quizás unos 100.000 componentes, casi mayormente estrellas muy evolucionadas (gigantes rojas y enanas blancas).

M14

MESSIER 14: Un poco más hacia el Este que el anterior globular de Ofiuco (M12) , encontramos este otro globular descubierto por Messier el 1 de junio del mismo año y que describiría prácticamente en los mismos términos que los anteriores. Es similar al anterior, pero a una distancia de unos 30 000 años luz.

M15

MESSIER 15: Cúmulo globular en Pegaso. Si os gustó la imagen anterior de M2, supongo que os encantará Messier 15. Situado en la parte más oriental de la constelación otoñal de Pegaso (cerca de Enif o nariz del Caballo), este es un globular del cielo del verano que no deja indiferente en su observación al telescopio. Descubierto en 1746, fue incluido por Messier en su famoso catálogo en 1764. William Herschell lo resolvió en estrellas en la zona de la periferia, tratándose de un globular a unos 33000 años luz de nuestra estrella, situado en nuestro halo galáctico, con una gran densidad estelar (posiblemente más de 100000 soles). Se han encontrado, como en muchos otros cúmulos de este tipo, numerosas estrellas variables de tipo RR Lyrae (más de 100), que pueden ser seguidas con telescopios de apertura moderada. La inmensa mayoría de estrellas son, como ya sabemos, estrellas viejas con su característica coloración rojiza, que en este campo, contrasta con la estrella azulada inferior en nuestra vecindad galáctica.

M19

MESSIER 19: hacia el sur de la constelación de Ofiuco, cerca de otros deslumbrantes objetos próximos aparentemente al centro galáctico, encontramos este globular que suele pasar desapercibido para muchos aficionados, que Messier descubrió el 5 de junio de 1764 y que describe como «nebulosa sin estrellas sobre el paralelo de Antares… esta nebulosidad es redonda…». Se suele citar que es uno de los globulares más elípticos, si bien, no es una propiedad que podamos observar visualmente, aunque se resuelva bien con nuestro telescopio. Se encuentra a unos 28 000 años luz.

M22

MESSIER 22: Espectacular cúmulo globular en Sagitario. Si no existiera M13 en Hércules, todos alucinaríamos con este precioso globular, por perspectiva, aparentemente cerca del núcleo de nuestra galaxia. Se trata de un cúmulo añadido por Messier (que no descubierto) a su catalogo en 1764, y sólo se encuentra a 10000 años luz, lo que hace que sea fácilmente localizable con prismáticos y su visión al telescopio sea fantástica. La toma es de sólo 6 imágenes y estando en muy malas condiciones, aún así, resultón para mi gusto.

m28

MESSIER 28: Fue descubierto por Messier el 27 de julio de 1764, sin llegar a identificar estrellas (como en todos los abiertos anteriormente descubiertos), considerándolo una nebulosa. Es un cúmulo pequeño y difícil de observar, que se sitúa a 22 000 años luz.

m30

MESSIER 30: Fue descubierto por Messier el 3 de agosto de 1764 y lo describe como «nebulosa descubierta por debajo de la cola de Capricornio, muy cerca de la estrella 41 de Flamsteed…se puede ver con dificultad…es redonda y no contiene estrellas». Efectivamente este cúmulo globular de Capricornio no tiene nada que destacar, situándose a unos 26000 años luz.

M53

MESSIER 53: Es otro cúmulo globular en la constelación primaveral de Coma Berenices, descubierto por Messier en febrero de 1775, cercano a la estrella alfa de la constelación (una bonita estrella doble al telescopio), 1 grado al NE. Como curiosidad, Messier llevaba más de una década sin encontrarse con cúmulos globulares. Se encuentra a unos 58000 años luz, para hacernos una idea, está a la misma separación de nuestro Sol que del núcleo de nuestra galaxia, y además es más pobre en su número de componentes, lo que provoca que sea un objeto más modesto, aún así, todos los cúmulos globulares, enjambres enormes de estrella mayormente ancianas (tanto gigantes rojas, como enanas y enanas blancas), aunque hay que están situados en el halo de nuestra galaxia, son objetos impresionantes de observar al telescopio.

m54

MESSIER 54: Fue descubierto por Messier el 24 de julio de 1778, describiéndolo como una «nebulosa muy débil». Es un cúmulo globular pequeño, compacto y sobre un fondo estelar rico. Su distancia lo sitúa a 50 000 años luz, aunque algunos autores lo consideran extragaláctico, a más de 80 000 años luz, considerándose un cúmulo extremadamente compacto… y lejano.

m55

MESSIER 55: Fue descubierto la misma noche que M54 y descrito como «nebulosa que aparece como una mancha blanquecina de alrededor 6 minutos de extensión, su luz es regular y no posee estrella alguna». Pero lo cierto es que marca una gran diferencia con el anterior; es mucho más grande, aunque de brillo superficial débil a más de 17 000 años luz. Messier reconoce el descubrimiento a Lacaille.

M56

MESSIER 56: Es un globular bonito, que no espectacular, que se encuentra en la constelación de la Lira, donde claro, la nebulosa del Anillo (M57) acapara toda la atención de los observadores. Aún así, no deberíamos dejar de visitarlo. Descubierto por Messier en 1779, se encuentra a unos 33000 años luz de nuestro Sol, y al igual que todos los globulares, esto los sitúa en el halo galáctico.

M62

MESSIER 62: en las cercanías del anterior cúmulo globular, pero un poco más cerca del límite con Escorpión, encontramos este globular poco conocido, aunque destacable. Descubierto por Messier el 4 de junio de 1779 (observado sin registrar en 1771), lo describe como «nebulosa muy bella, descubierta en el Escorpión, que recuerda a un pequeño cometa. El centro es brillante y rodeado de una nebulosidad débil». En su empeño por la búsqueda de cometas, lamentamos que Messier no dispusiera de telescopios que le revelaran la verdadera naturaleza de estos objetos; centenares de miles de estrellas maduras agolpadas por la gravedad. Se encuentra a unos 22 000 años luz y algunos autores sugieren cierta deformidad debida a la proximidad con el centro galáctico.

m69

MESSIER 69: Es más modesto que su vecino M55, pero más bonito que M54, sobre un fondo también plagado de estrellas. Descubierto por Messier el 31 de agosto de 1780, también lo clasifica como «una nebulosa sin estrellas […] de luz muy débil y no se la puede ver sin un buen tiempo». Reconoce el descubrimiento a Lacaille en 1751, igual que con M55. Se sitúa a más de 29 000 años luz, cerca del centro galáctico y con una inesperada población estelar especialmente rica en metales.

m70

MESSIER 70: Fue descubierto por Messier la misma noche que M69 —de hecho, solo los separan 12 minutos de arco— y descrito en los mismos términos y, al igual que su vecino, mantiene con nosotros una distancia parecida y una posición relativa de cercanía con el núcleo de nuestra galaxia.

M71

MESSIER 71: Cúmulo globular M71 en Sagita. A la «sombra» de la aparentemente cercana nebulosa Dumbbell (M27), se esconde este bonito cúmulo globular descubierto por Chéseaux en 1746. Se estima su distancia a unos 12000 años luz y una edad de sus estrellas de 9000 millones de años (Población II). El campo tan rico en estrellas, que se encuentran en primer plano, mucho más cercanas que el propio cúmulo, denota que nos encontramos mirando hacia la Vía Láctea.  Los globulares son los grandes olvidados del cielo de verano.

M72

MESSIER 72: cúmulo globular algo pobre (esta imagen está tomada en julio y presenta bastante ruido térmico) y que se presenta pequeño para la distancia focal empleada. Fue descubierto por Méchain a finales de agosto de 1780 e incluido por Messier en su catálogo a principios de octubre. Se sitúa a 53000 años luz de nuestros Sol, constituyendo uno de los globulares más lejanos del halo galáctico.

m75

MESSIER 75: Descubierto por Messier la noche del 18 de octubre de 1780, casi en la frontera con Capricornio, y cuyo descubrimiento atribuye a su amigo Méchain. Es un cúmulo de presencia pobre, al igual que los anteriores M70 y M69, o, incluso, peor. A pesar de ser uno de los globulares más pobres del catálogo, Messier llega a citar «compuesto por menudísimas estrellas que no aprecia Méchain», en lo que, a la vista de la foto, podemos ver que confundió con estrellas del campo. Es muy concentrado, pero su distancia de más de 70 000 años luz lo vuelve un objeto pobre para el astrónomo aficionado.

 M79

MESSIER 79: Cúmulo globular en la constelación de Lepus, bajo los pies de Orión. Descubierto por Méchain en 1780. Su distancia ha sido calculada con dificultad en varias ocasiones, aceptándose actualmente que se encuentra a unos 40000 años luz de nosotros. Aunque parece ser que Messier lo mencionó en varias ocasiones, a nosotros no nos parece un globular destacado, aunque no por ello deja de ser fotogénico.

m80

MESSIER 80: Otro globular de la constelación del Escorpión. Fue descubierto por Messier el 4 de enero de 1781, describiéndolo como «nebulosa sin estrellas en el Escorpión […] esta nebulosa es redonda, con el centro brillante y recuerda el núcleo de un pequeño cometa, rodeado de nebulosidad. Méchain lo descubrió el 27 de enero de 1781». No se encuentra muy lejos de Messier 4, pero es más pequeño y concentrado, mayormente blanquecino, a 32 000 años luz de nosotros y con un buen número de las denominadas estrellas rezagadas azules presentes, que, muy posiblemente, tenga que ver con su alta densidad y la frecuencia de colisiones estelares

M92

MESSIER 92: Claro, con un potente vecino de constelación como M13, para muchos observadores del cielo pasa desapercibido otro cúmulo globular cercano aparentemente; Messier 92. Este cúmulo, también es muy bonito aunque no tan espectacular como M13, fue incorporado al catalogo Messier en marzo de 1781. Se encuentra algo más distante, a unos 26000 años luz y con pocas estrellas variables descubiertas, parece ser un objeto más joven que M13, de hecho destaca su coloración dominantemente más azulada que M13.

M107

MESSIER 107: este globular de Ofiuco,que ocupa una situación central respecto a los otros globulares M62 y M19, y también en el límite superior con Escorpión, no fue descubierto por Messier, sino por su amigo Méchain en 1782 y fue el último objeto descubierto de lo que podríamos llamar catálogo original. Situado a unos 21 000 años luz, algunos autores destacan su morfología de globular de distribución abierta, si bien, con instrumentos de aficionado, es difícilmente reconocible.

NGC2419

NGC2419. Cúmulo globular en Lince. No está recogido en el Catálogo Messier, y no es de extrañar. Aunque es el único objeto de cielo profundo que podemos resaltar en la poco conocida constelación del Lince (si, existe esta constelación y está entre Geminis y Osa Mayor), se trata de un objeto débil al que en algunos sitios le denominan el «vagabundo intergaláctico», y es que este cúmulo globular se encuentra a la friolera distancia de unos 280.000 años luz, es decir, de los más lejanos que conocemos de nuestra galaxia. A pesar de esta lejanía, su masa estimada en unas 900.000 masa solares, provoca que lo podamos ver, incluso con telescopios pequeños. Al lado de los habituales cúmulos globulares del catálogo Messier, es una tenue manchita vaporosa. Sin embargo su lejanía y número de soles evoca que nos estamos asomando a las enormes distancias sobre las que saltaremos cuando hablemos de las galaxias. La belleza de las toma  tambien reside en la presencia de las estrellas SAO60232 (V=7,2) a 300 años luz y SAO60229 (V=7,9) a 660 años luz, de tipos espectrales blanco-azulados. Por cierto, la pequeña galaxia de bajo a la izquierda es NGC2424.

6-Las galaxias: » los universos islas»

M31_M32_M110

MESSIER 31, M32 y M110: La gran galaxia de Andrómeda. La galaxia espiral de Andrómeda es una galaxia grande y agradecida de fotografiar, aunque presenta mucha diferencia de brillo entre el bulbo de alrededor de su núcleo, formado por una población estelar más envejecida, y la población de los brazos espirales, mas joven y azulada. En el cielo, su diámetro angular aparente es de 3 × 1 grados y responde a un universo isla como nuestra propia galaxia, pero netamente mayor, de unos 250 000 años luz de diámetro y que se encuentra a unos 2,5 millones de años luz de distancia. Eso quiere decir que, en las estrellas de la fotografía que estáis viendo, o si salís a observarlas en el cielo de otoño o primeras semanas del invierno, la luz que veis partió de ellas hace 2,5 millones de años. En un cielo muy oscuro, es localizable a simple vista como una débil manchita nebulosa (precisamos de unos prismáticos para empezar a verla en todo su esplendor) en la Constelación de Andrómeda —de ahí su nombre— y, por lo tanto, es el objeto más lejano del universo que podemos ver sin ayuda de un instrumento óptico. Aun así, es nuestra vecina galáctica.

 Posee dos galaxias satélites: Messier 32 de tipo E2, circular y cercana a M31, y Messier 110, mucho mayor, marcadamente elíptica, de tipo E5, y más separada de M31. Nuestra Vía Láctea también posee dos galaxias satélites: las Nubes de Magallanes, visibles a simple vista desde el hemisferio sur. En la fotografía, M32 está pegada a la galaxia en la parte central inferior derecha, y M110, más separada y de mayor tamaño, en la parte central superior izquierda. A la derecha de la galaxia, podemos identificar el cúmulo abierto NGC206, como una de las «condensaciones» en sus brazos espirales. Se trata de una zona muy intensa de formación estelar, de solo 10 millones de años de antigüedad, donde se pueden identificar tanto zonas HII en el borde, como estrellas jóvenes y azules de tipos espectrales O y B, separadas por entrantes negros, que conforman zonas de polvo interestelar que absorbe la luz y configuran las zonas oscuras.

 La Galaxia de Andrómeda no es una galaxia espiral, de tipo Sb, más; conforme vamos mejorando nuestros estudios de Andrómeda, hemos ido descubriendo que es una galaxia mucho más grande que nuestra galaxia, con, posiblemente, más de 400 000 millones de estrellas: como mínimo, el doble de componentes de nuestra Vía Láctea. Nuestra vecina aún nos aportará, sin duda, muchos nuevos descubrimientos, tanto en su estructura como en el estudio de poblaciones estelares y otros objetos interesantes; recordemos los recientes descubrimientos de GALEX en ultravioleta.

 Aquellos interesados en identificar con más detalle zonas de esta galaxia tienen disponible en la base de datos ADS (SAO/NASA) la publicación «Hot, Luminous Stars in Selected Regions of NGC 6822, M31 and M33» de Massey AJ et al., 1995.  Además de ser nuestro vecino galáctico más importante, se mueve hacia nuestra galaxia a 300 km/s, por lo que, con unos sencillos cálculos, podemos saber que dentro de 5000 millones de años, para cuando nuestro Sol sea una enana blanca, nuestra enorme vecina colisionará con nuestra Vía Láctea, formándose una galaxia única mucho más grande.

M33

MESSIER 33, la galaxia del Triángulo. Una imagen de esas que considero «resultonas» para el equipo y las condiciones en las que la realizo. Se trata de la galaxia Messier 33, o Galaxía del Triángulo (por la constelación en la que se encuentra). Nos tenemos que hacer la idea de que el verano va tocando a su fin, y con él, nuestro cielo va cambiando y asomando las constelaciones que dominarán el otoño, como Pegaso o Andrómeda, donde encontramos otra famosa galaxia, M31, la más cercana a nuestra Vía Láctea (algo más de unos 2 millones de años luz). Messier 33 tambien pertenece al conocido como «grupo local de galaxias» y se encuentra a casi 3 millones de años luz, eso es, aqui al lado cosmológicamente hablando. Está vinculada gravitatoriamente a M31 con toda probabilidad, y su número de estrellas es probablemente la octava parte, sólo unos 50.000 millones de estrellas. Aunque grande, (70’x40′), es de bajo brillo superficial, y su captura no es tan fácil como podemos pensar en un início. Descubierta en 1654, Charles Messier la incorporó a su catalogo con el número 33, un 25 de agosto de 1764…Oops,… tal día como ayer.

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MESSIER 49: Galaxia elíptica en Virgo, descubierta por Messier en 1771 y de magnitud 8,4, siendo junto con M87, la más brillante del cúmulo de Virgo. Cuando hablamos del cúmulo de galaxias de Virgo, encontramos dos concentraciones de galaxias de diferentes morfologías, una entorno a M87 (Virgo A) y otra en torno a Messier 49, que forma parte del grupo llamado por algunos autores Virgo B, a una distancia aparente del primero de más de 4 grados. Ambos grupos están en aparente proceso de acercamiento. También hay autores que citan otro tercer grupo en torno a Messier 60.La distancia media de todo el cúmulo la podríamos cifrar en unos 60 millones de años luz, conteniendo un total de unas 1300 galaxias, siendo la región central del llamado “supercúmulo local”. Es una zona con gran presencia de gas intergaláctico, y encontramos interacciones importantes entre algunas galaxias y el gas, que se registran en longitudes de onda de radio o de rayos X.

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MESSIER 51, la galaxia del Remolino: Se trata de una bella galaxia espiral descubierta por Messier el 13 de octubre de 1773, que se nos muestra «perpendicularmente» desde nuestra visual. Es una de las galaxias más fácilmente visible con telescopios de aficionado desde cielos oscuros y también uno de los clásicos objetivos de los astrofotógrafos amateurs. Se aprecian sus brazos espirales pariendo del núcleo activo, y su interacción con la galaxia satélite NGC5195. Es una galaxia «cercana» a la nuestra, a tan «sólo» unos 37 millones de años luz (las estimaciones en su distancia han variado en los últimos años). El nivel de detalle ofrecido por telescopios profesionales, también la convierte en un importante objeto de estudio a nivel profesional. El inconveniente de la imagen, además del entorno urbano desde el que se realiza, es que las últimas 6 o 7 tomas fotográficas (de un total de 16, de 10 minutos cada una) fueron afectadas seriamente por el resplandor de la Luna menguante.

Finalizada la fotografía de los objetos Messier del cúmulo de galaxias de Virgo (marzo, 2016), del que pronto haré una entrada en el blog, haciendo tiempo para fotografiar la esquiva (por su altura) Messier 83, le volví a tirar a la famosa y agradecida Messier 51, popularmente conocida como la “Galaxia del Remolino” o la “Nebulosa de Lord Rosse”. Lo cierto es que ya la tenía capturada del año pasado, pero quizás esta toma sea algo mejor, aunque con algo más de ruido.
Descubierta el 13 de octubre de 1773, Messier la observó en numerosas ocasiones. Curiosamente la mencionó como un objeto difícil, anotando que cerca de ella había otro objeto de la octava magnitud (NGC5195), teniendo cada una un núcleo brillante y sus atmósferas se tocan. Parece ser que la galaxia acompañante fue descubierta en realidad por Méchain en marzo de 1781. La famosa galaxia que después observaría Lord Rosse y que daría pie a la polémica de las “nebulosas espirales” y que culminaría a inicios del siglo XX con el llamado “gran debate” sobre la naturaleza de estas nebulosas, finalizando con un cambio radical en nuestra comprensión del tamaño y naturaleza del Cosmos.
Esta espectacular galaxia espiral con brazos claramente visibles por su peculiar orientación respecto a nuestra galaxia, es un universo isla vecino, a unos 37 millones de años luz .
Lo sorprende de esta imagen, tomada anoche de forma improvisada, es el resultado a mi parecer espectacular, que puede devolver un equipo modesto ( un reflector newton de 15 centímetros de hace más de 25 años) con un detector obsoleto (una Canon 400D sin filtro IR) desde un entorno con un cielo suburbano.
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MESSIER 58: es una preciosa espiral barrada de Virgo de la magnitud 9,7, que fue descubierta por Messier el 15 de abril de 1779. A pesar de tratarse de una galaxia con baja formación estelar, presenta un núcleo activo y compacto. En la toma destacan la pareja NGC4567 y NGC4568, dos galaxias espirales que están interactuando (iniciando su proceso) y que se disponen en forma de “v” tumbada. Pueden ser localizadas con un telecopio amateur, pues las magnitudes de cada una es cercana a la 12. De esta toma podríamos destacar que es posible identificar una gran multitud de puntos que son en realidad galaxias, de catalogo PGC entre las magnitudes 16 y 18 (visual).

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MESSIER 59 y MESSIER 60: Nos encontramos en  la constelación de Virgo. Una de las constelaciones del “reino de las galaxias”. En el cielo propio de la primavera, el defecto de estrellas brillantes y objetos Messier especialmente llamativos, se ve compensado por  las innumerables manchitas algodonosas, que no son otra cosa que universos islas, otras Vías Lácteas muy lejanas a la nuestra, de las que solo supimos de su naturaleza hace apenas 100 años. Messier 60  -la más brillante del campo-, es una galaxia elíptica típica (E2) a unos 55 millones de años luz, anotada por Messier la noche del 15  de abril de 1779 (descubiertas por J.G.Koehler ese año), cercana a su compañera a Messier 59, otra galaxia elíptica (E5), menos brillante, a unos 60 millones de años luz, anotada por Messier la misma noche que la anterior. Ambas, como buenos ejemplos de galaxias elípticas, son ricas en cúmulos globulares y estrellas de avanzada edad. Como podemos ver, es sorprendente que Messier pasara por alto la vecina de M60, la galaxia NGC4647, pero mucho más sorprende me resulta que, actualmente, con simple telescopio de aficionado de 15 centímetros, con una cámara réflex digital casi de primera generación (Canon 400D) y desde un entorno semi-urbano, como es la Pobla Tornesa, podamos detectar galaxias en el campo como la PGC1387975 (bajo, derecha), apenas una manchita, pero una manchita de la magnitud 17,4 (V). Hay muchas otra lejanas compañeras, e incluso algunas, casi simples puntos de luz,  que no me he dedicado a identificar…fascinante, ¿verdad? Espero que os guste.

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MESSIER 61: es otro de esos pequeños algodoncitos que te deja sin respiración cuando la fotografías. Fue incorporada por Messier a su catalogo el 15 de abril de 1779 y descrita como “nebulosa muy débil y difícil de percibir”. En realidad M61 es una galaxia espiral con núcleo activo y brote estelar, que la distinguen de muchas de las vecinas brillantes. Brilla también con la magnitud aparente de la 9,7, tratándose de otro universo isla como nuestra Vía Láctea o ligeramente más pequeña. Al ser uno de los componentes del grupo de Virgo más hacia el Este, muchas veces pasa desapercibida por los observadores, siendo una galaxia de gran belleza.

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MESSIER 63, La galaxia del Girasol. En la constelación de Canes Venatici (Méchain, 1779), a pesar de su pequeño tamaño para la distancia focal empleada, destaca su forma «granular» o «floculenta», en la que la estructura de galaxia espiral está formada por brazos espirales no definidos y claramente separados. Su distancia, unos 37 millones de años luz.

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MESSIER 64, la galaxia del Ojo Negro: Situada en la constelación de Coma Berenice. Nos asomamos a la primavera y por tanto al reino de las galaxias. Esta es una de ellas. Pequeña en la imagen por la focal utilizada (750 mm), pero de aspecto inquietante. Es una galaxia espiral descubierta por Pigott en 1779, que se encuentra a unos 17 millones de años luz y tiene unos 40.000 años luz de diámetro. Su aspecto peculiar se debe a la probable colisión en el pasado con otra galaxia, que ha terminado por mostrar dos zonas dinámicamente diferenciadas. Son tomas de 2 noches consecutivas.

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MESSIER 65, MESSIER 66 y NGC 3628, el triplete de galaxias de Leo: El conocido como «Triplete de Leo», formado por las galaxias NGC 3628 (izquierda), M65 (derecha superior) y M66 (derecha inferior), se trata de 3 galaxias también muy conocidas entre los aficionados a la Astronomía, y un blanco «fácil» para los astrofotógrafos amateurs, situadas en la constelación primaveral de Leo. Son también un conjunto fácil de observar con telescopios medianos desde cielos no polucionados. NGC3628 (izquierda) es una galaxia espiral a «sólo» 35 millones de años luz, y aunque se trata de una espiral vista de perfil, está deformada por las fuerzas de marea que probablemente provocan sus vecinas galácticas. M65 (derecha superior) y M66 (derecha inferior) son también galaxias espiral que se encuentran a una distancias similares, vistas con diferentes inclinaciones, pero todo el grupo parece estar vinculado gravitatoriamente. Está realizada desde el entorno urbano de La Pobla Tornesa totalizando unas 3 horas de exposición en dos noches diferentes.

M74

MESSIER 74: también llamada galaxia del «Abanico». Descubierta en 1780 por Pierre Méchain, colega y amigo de Messier, y fallecido en Castellón de la Plana el 20 de septiembre de 1804 mientras realizaba la medición del Meridiano de Greenwich. Se trata de una galaxia espiral vista desde «arriba», o de «frente» -según nos guste denominar este tipo de orientación-, pero que dista mucho de presentarse con la espectacularidad de, por ejemplo, la galaxia del remolino o Messier 51. Se encuentra a unos 25 millones de años luz, y que muestra una ligera tonalidad azul por la cantidad de cúmulos abiertos de estrellas jóvenes que se han podido detectar con grandes telescopios. Si M51 con unos 11′ de arco y una masa estimada de 160.000 millones de masa solares se presenta más espectacular que M74, con 10′ y una masa estimada de 300.000 millones de masa solares, ¿Por qué no se muestran igual de espectaculares? Dejo el acertijo para mis sesudos amigos (no hay premio, tan sólo el reto de la deducción). Una pista la podéis encontrar echando mano de bases de datos profesionales (más que en la Wikipedia) como en el enlace: http://ned.ipac.caltech.edu/

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MESSIER 77: en la constelación de Cetus. Es una galaxia pequeñita, apenas un borrón en el centro de la imagen que debemos aumentar para apreciar alguna estructura. Fue descubierta por Pierre Méchain en 1780, pero no es una galaxia cualquiera, se trata de la única galaxia del catalogo Messier de tipo Seyfert, esto son, galaxias muy activas, siendo especialmente «brillantes» en Radio (Cetus A) e IR. Se encuentra a unos 47 millones de años luz, y destaca su brillante núcleo casi estelar. En el campo se pueden encontrar otras galaxias.

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MESSIER 81 y 82: En la constelación de la Osa Mayor, son un par de galaxias muy conocidas entre los aficionados a la astronomía. Es uno de esos objetos típicos que es agradable de ver con telescopios pequeños desde cielos oscuros y es un objetivo «fácil» para los astrofotógrafos amateurs actuales (en la era de la película fotografía los resultados eran francamente pobres con las técnicas de aficionado). M81 (la galaxia de la derecha) es también conocida como galaxia de Bode y se trata de una preciosa espiral a «sólo» unos 12 millones de años luz conteniendo unos 250.000 millones de estrellas. M82 (la galaxia de la izquierda) también conocida como galaxia del Cigarro se trata de una galaxia irregular a una distancia similar a la anterior, entre las que posiblemente existió una interacción gravitatoria que provocó grandes zonas de nacimiento estelar (conocidos como «brotes») que destacan en color rojizo cerca del núcleo, donde además se producen importantes eyecciones de materia por la interacción de su agujero negro central. La fotografía no es gran cosa, para ser el resultado de más de 5 horas de exposición en dos noches diferentes, pero tiene el mérito de que está tomado con el modesto equipo con el que está realizada toda esta galería.

La segunda toma es de febrero de 2016 con el mismo instrumental.  La primera es algo más grande porque al apilar (con el DSS) todas las tomas, hubo que recortar los bordes.  Me gustan los detalles en los brazos de Messier 81, la galaxia de Bode (galaxia de la derecha); zonas rojas de formación estelar. Respecto a Messier 82 (la galaxia del cigarro, a la izquierda), pues los siempre llamativos brotes estelares que aparecen en su centro. ¿Cual os gusta más?.

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MESSIER 83: En la constelación de la Hydra, se trata de una preciosa espiral barrada, de difícil captura por su alta declinación celeste, casi -30º, que provoca que desde mi ubicación sólo disponga de apenas media hora cada noche para fotografiarla por los obstáculos arquitectónicos. Catalogada por Messier el 17 de febrero de 1781 la describe como “nebulosa sin estrellas, cerca de la cabeza del Centauro, aparecía con luz débil pero la más débil luz para iluminarlos hilos del micrómetro la hacían desaparecer”. Messier tenía referencia de esta nebulosa por Louis de Lacaille que la descubrió probablemente en 1751. Y es cierto, es un objeto débil que por su baja altura sobre el horizonte suele pasar desapercibida para muchos astrónomos aficionados, si bien fotográficamente se muestra muy agradecida y es realmente bonita. También se la conoce como el “molinillo austral” y como curiosidad, esta galaxia ha presentado 6 supernovas visibles

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MESSIER 84 y 86: Estamos en el cielo de  la primavera, y sin duda los protagonistas de cielo profundo más destacables son las galaxias (bueno, los cúmulos globulares también piden paso). Aquí os dejo esta toma del grupo de M84 (Messier 1781) en Virgo. M84 es una galaxia elíptica a unos 60 millones de años luz. M86 es también una galaxia lenticular (Messier 1781) y ocupa la parte central del cúmulo, estando algo más cercana a nosotros. Es una zona muy rica en galaxias, algunas veces referida como «cadena de Markarian» (junto a NGC4388, NGC4402 y NGC4387) y sin duda un buen objetivo para visual y astrofotografía.

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MESSIER 85: Un «jardín» mucho menos espeso para instrumentos de aficionado que el cercano de Messier 59 y 60, o la de Messier 84 y 86,  es la zona de Messier 85. Galaxia elíptica (E2) situada en la vecina constelación primaveral de Coma Berenices. Fue descubierta por Méchain el 4 de marzo de 1781 y comprobada por su amigo Messier la noche del 18 de ese mismo mes, anotando; » nebulosa sin estrellas, encima y cerca de la espiga de la Virgen». En realidad, es otro universo isla que se encuentra a unos 60 millones de años luz, en la parte de más al norte del cúmulo de galaxias de Virgo. El brote estelar tardío (estrellas relativamente jóvenes) que se detecta con instrumentos profesionales, ha llevado a sugerir que es una galaxia resultado de una posible fusión de dos.

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MESSIER 87, es el centro de las galaxias del cúmulo de Virgo, se trata de una galaxia elíptica gigante descubierta por Messier el 18 de marzo de 1781. La cita como “nebulosa sin estrellas en la Virgen…de la misma luminosidad que las 84 y 86”. Es casi tan brillante como Messier 49, y su magnitud visual (8,6) la hace fácilmente localizable, aunque se presenta como un manchita esférica bastante puntual. Tiene un importante núcleo activo y emite especialmente en ondas de Radio por su interacción con el gas intergaláctico (Virgo A). Posee un halo notable que se deja entrever en esta fotografía. No nos engañemos, a pesar de su morfología elíptica, su diámetro en años luz es sólo algo inferior al de nuestra propia Vía Láctea y probablemente más masiva que la nuestra.Se pueden identificar en el mismo campo multitud de galaxias débiles, algunas sólo como meros puntitos.

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MESSIER 88 y 91: Otra magnifica y fotogénica pareja es la formada por Messier 88 y 91 en la vecina galaxia de Coma Berenice. La primera es una galaxia espiral descubiertas la noche del el 18 de marzo de 1781, que la describe, como la mayoría de objetos de esta zona, como “nebulosa sin estrellas”. Al igual que como vemos con la pareja de M89 y M90, esta espiral está desprovista de zonas de formación estelar en sus brazos que se atribuye a la fuerte interacción con el abundante gas intergaláctico del cúmulo de Virgo. Messier 91 es mucho más fotogénica al tratarse de una espiral barrada. Presenta una magnitud visual de 11, lo que no facilita su observación con telescopios pequeños y bajo cielos no adecuados. Hay cierta confusión respecto a esta galaxia y su catalogación por Messier, lo que si encontramos registrado es que Messier cita a su amigo Mechain como el que le ha suministrado los datos para encontrar hasta trece objetos de estas nebulosas sin estrellas en esta zona del cielo, en el ala boreal de la Virgen.

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MESSIER 89 y 90. Una preciosa pareja en la que la segunda resalta por la belleza de la disposición de sus brazos espirales. La pareja fue descubierta la noche del 18 de marzo de 1781. Messier 89 ( a la derecha) es una Galaxia elíptica pero casi perfectamente esférica. Messier 90 (a la izquierda) se muestra majestuosa y sorprende su tamaño aparente entre este gran número de galaxias catalogadas por Messier. De hecho es una de las espirales más grandes del cúmulo de Virgo, presentando una baja tasa de formación estelar en sus brazos, atribuido a la alta presencia de gas intergaláctico en el cúmulo y su interacción con los brazos, a pesar de ello, su núcleo presenta zonas HII cuya ubicación aún no ha sido explicado de forma satisfactoria.

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MESSIER 94: Es una galaxia espiral en la constelación de Canes Venatici descubierta por Méchain en 1781, tres grados al norte de Cor Caroli (alfa CVn). Messier la reconoce unos días después que su amigo, la noche del 24 de marzo, y la describe como  “nebulosa sin estrella alguna, encima del corazón de Carlos…el centro de ella es brillante. Y la nebulosidad algo difusa”. Los grandes telescopios modernos revelan una estructura y una naturaleza un tanto peculiar para este universo isla a unos 17 millones de años luz, pues presenta zonas con alta tasa de formación estelar actual frente a zonas con brotes estelares pasados. Muy recomendable ver la espectacular fotografía del telescopio espacial Hubble (HST) cuyo enlace os dejo a continuación.
http://www.nasa.gov/sites/default/files/styles/full_width_feature/public/thumbnails/image/hubble_friday_102315.jpg?itok=dMAQIAuw

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MESSIER 95, 96 y 105: Aquí van tres galaxias más que entran en el campo de mi telescopio. Se trata de otra zona del jardín de pequeños algodoncillos extragalácticos, en la constelación de Leo

M95 es una galaxia espiral barrada (SBr) encontrada por Méchain en 1781, que él mismo describía un 24 de marzo como “nebulosa sin estrellas, en el León”. Su orientación hacía nosotros ha permitido detectar brotes estelares, así como una supernova detectada en 2012. Se encuentra a unos 28 millones años luz.

No muy lejos, en el centro de la toma, anda M96, también una galaxia espiral barrada, pero de tipo diferente (SABrs), también descubierta por Méchain la misma noche que la anterior y que le parecía “menos notable”. Su distancia de 34 millones de años luz, provoca que actualmente se considere que se encuentran vinculadas gravitatoriamente junto a otros miembros cercanos.

Messier 105 (en el grupo de la izquierda de la toma), sería una galaxia elíptica descubierta nuevamente por Méchain, y que pertenecería al mismo grupo que las anteriores (su distancia es de unos 38 millones de años luz). En las cercanía se encuentra NGC 3384, galaxia lenticular que pasó desapercibida por Méchain, pero en la que si reparó W. Herschel, tres años después.

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MESSIER 98: Siguiendo por este jardín de algodoncitos intergálacticos de esta zona del cielo, andamos en la constelación primaveral de Coma Berenice (la cabellera de Berenice). En las proximidades aparentes de la azulada estrella 6 Comae, encontramos la galaxia espiral Messier 98. Descubierta también por Méchain el 15 de marzo de 1781, fue recogida por Messier el 13 de abril de ese mismo año, que la describió como «nebulosa sin estrellas, de una luz extraordinariamente débil, por encima del ala boreal de la Virgen, sobre el paralelo y cerca de la estrella 6 de la Cabellera de Berenice..» En realidad poco sospechaba, tanto Méchain como Messier que todas estas débiles nebulosidades que iban recogiendo en este catálogo de gran referencia entre los astrónomos amateurs, se trataban de verdaderos universos islas, en este caso, a unos 62 millones de años luz y que forma parte del llamado «cúmulo de galaxias de Virgo». En el campo se han señalado otros muchos universos islas que le pasaron desapercibidos a los astrónomos franceses, pertenecientes a catálogos como NGC, IC y PGC, algunas de las cuales brillan con magnitudes aparentes cercanas a la 17 en visual.
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MESSIER 99: Otra galaxia espiral de este enorme jardín galáctico. Seguimos en la constelación de Coma Berenice, en la frontera con Virgo. Una enorme ventana al universo extragaláctico y donde encontramos un gran número de objetos del catálogo Messier, que son universos-islas. Este también se encuentra a unos 60 millones de años luz y también fue descubierto por Méchain un 17 de marzo de 1781. Messier lo encuentra la noche del 13 de abril y lo describe como “nebulosa sin estrellas, de una luz muy escasa, aunque sin embargo un poco más clara que la precedente [M98]…”. Es una espiral asimétrica, seguramente debido al tirón gravitatorio de otra galaxia, si bien aún no está identificada la galaxia que produce esta deformación, entre las que podría encontrarse su vecina M98.
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MESSIER 100: Otra galaxia espiral en Coma Berenice. Situada, como la gran mayor parte de esta importante agrupación de galaxias de esta zona del cielo, a unos 52 millones de años luz. Fue descubierta por Méchain la noche del 15 de marzo de 1781, y por Messier el 13 de abril, describiéndola como «nebulosa sin estrellas, de la misma luminosidad que la precedente, situada en la espiga de la Virgen». M100 es una galaxia con intensas zonas de información estelar, y se hizo mundialmente conocida por la toma de su núcleo del telescopio espacial Hubble, tras la primera misión de servicio (1991) en la que se corregía (COSTAR) el defecto del tallado en su espejo.

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MESSIER101, la galaxia del Molinete: Galaxia espiral en Osa Mayor. Descubierta por el francés Pierre Méchain el 27 de marzo de 1781, antes de que tuviera la brillante idea de venir por aquí (muy, muy cerquita de este observatorio) a medir el Meridiano (falleció en 1804 de fiebre amarilla, y fue enterrado en el actual Parque Ribalta de Castellón). Es una de nuestras galaxias «vecinas» (25 millones de años luz), de ahí que sostenga un gran diámetro angular aparente. Tiene numerosas regiones HII de nacimiento estelar y el 24/08/2011 mostró una supernova, de la que desde el Observatorio Astronómico de Forcarei, pude realizar un pormenorizado seguimiento, cuando me encontraba trabajando profesionalmente en este mundo.

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MESSIER 104, la galaxia del Sombrero: Situada en la constelación de Virgo, fue descubierta en 1781 por Méchain, se trata de una conocida galaxia lenticular vista de canto, a unos 28 millones de años luz, y por tanto en nuestra vecindad galáctica. Aunque no lo parezca, más de doscientos mil millones de soles se agolpan en este pequeño «sombrero» cósmico. Se muestra pequeña con la focal empleada.

MESSIER 105: Ver Messier 95,96 y 105.

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MESSIER 106: Galaxia en Canes Venatici (descubierta por P. Méchain en 1781). Se trata de una espiral activa a «sólo» unos 20 millones de años luz. En el mismo campo podemos ver (arriba a la derecha) la espiral vista de canto NGC4217, que posiblemente esté asociada al grupo de galaxias de M106. Se pueden localizar otras galaxias mucho más pequeñas en la toma. Son sólo 5 tomas de 20 minutos cada una. Algunos «artefactos» circulares que aparecen en la imagen final se debe a la ausencia de Flats efectivos.

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MESSIER 109: Galaxia en la Osa Mayor (Méchain, 1781). Es una galaxia espiral barrada tipo Sbc. A pesar de que se trata de un pequeño objeto para la distancia focal empleada, se intuye su barra central partiendo de su núcleo. Existe un error notable en la distancia, que se cita como unos 80 millones de años luz.

MESSIER 110; Galaxia satélite de M31. Véase Messier 31.

NGC891

NGC891: Se trata de una galaxia espiral situada en la constelación de Andrómeda y que suele pasar desapercibida entre los aficionados que se están iniciando por el protagonismo de las enormes M31 y M33, en su próoximidad celeste aparente. Sin embargo esta espiral se nos presenta vista de canto, y aunque para el instrumental empleado (T150/750) se presenta algo pequeña, se aprecia bien sus regiones ecuatoriales y la absorción por el polvo presente en sus brazos. Se encuentra a unos 30 millones de años luz. La masa estimada en soles y su tamaño real son, según las actuales estimaciones similares a los de nuestra Vía Láctea.

NGC5907

NGC 5907, galaxia de la Astilla: Se trata de una de esas galaxias espirales vista «de canto» desde la posición de nuestra Vía Láctea. Se la conoce también como Galaxia de la Astilla por su forma tan afilada, y se encuentra en la constelación de Draco, brillando con una magnitud aparente de 10,3. Descubierta por William Herschel en 1788, se acepta como distancia la de 40 millones de años luz, y es por tanto una galaxia «vecina» de la nuestra.

7-Las estrellas: «los ladrillos de las galaxias»

Quizás la exposición de fotografías debería haber empezado por aquí, hablando de las estrellas, que son los ladrillos que constituyen los sistemas galácticos que conforman esos «universos islas» que, como nuestra galaxia, pueblan el cosmos y que a su vez son los ladrillos para entender su origen y evolución. Pero como esta sección es un mero primer escaparate para mostraros fotos sencillas con medios sencillos, son las imágenes menos vistosas y las he dejado para el final.

Vega

VEGA y SAO 67193: Los colores de las Estrellas. En esta única toma de 10 minutos de exposición, sin correcciones de ruido, ni de óptica, tenemos la brillante estrella VEGA (alfa de Lira) a la derecha de la imagen. Vega, es la quinta estrella en brillo aparente de todo el cielo, y la segunda (después de Arturo) del hemisferio norte celeste. Se trata de una estrella cercana (a tan sólo 25 años luz), con el doble de la masa solar, resplandece unas 40 veces con la potencia del Sol. Es de tipo espectral A0 (blanco-azul). Fue la primera estrella de la que obtuvimos una fotografía y un espectro (1850 y1872 respectivamente) y durante una época de la historia de la astronomía fue el «cero» de la escala fotométrica (la disciplina que estudia su brillo). Además, debido a la precesión de los equinoccios, será la estrella «polar» dentro de unos 11.700 años. La otra estrella de la izquierda, se trata de la desconocida SAO 67193, a casi 1º de la anterior. Se encuentra a unos 1200 años luz, pero brilla con un color contrastadamente anaranjado y además se trata de una estrella pulsátil (su brillo varía), conocida como XY Lyrae. Su tipo espectral es M4, y nos indica que se encuentra en una fase de inestabilidad evolutiva final. Los colores de las estrellas, junto a su clase de luminosidad (con la que os aburriré en otro momento), nos proporcionan una herramienta muy importante para comprender su estadio evolutivo, pero aceptamos en primera aproximación que las estrellas anaranjadas se corresponden a estados finales de estrellas de tipo solar y algo más masivas, mientras que las azules son estrellas jóvenes. Una foto sencilla que nos dice mucho más de lo que pensamos sobre la vida de las estrellas.

Betelgeuse

 BETELGEUSE: Una imagen rescatada del pasado invierno, pero al hilo de los colores de las estrellas que había mostrado con la estrella de verano Vega. En este caso se trata de Betelgeuse (alfa de Orión). Es una estrella supergigante roja a unos 900 años luz, con cerca de 20 masas solares y que ya ha agotado la fusión del hidrógeno y por tanto abandonado lo que los astrónomos llaman secuencia principal (ver diagrama HR). Eso implica que se encuentra en la fase final de su vida, fusionando helio y aumentando su volumen de forma brutal, sobre unos 900 radios solares (mas allá de la órbita del planeta Marte si la colocáramos en el lugar de nuestro Sol). Sus pulsaciones térmicas hacen pensar que su final (como supernova) está cerca, en las próximas decenas de miles de años (un periodo ya muy corto en términos de evolución estelar). Sin duda será un gran espectáculo celeste cuando esto suceda.

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Estrella doble ALBIREO: La estrella doble, según algunos, más bonita del cielo. Se trata de beta del Cisne, la conocida constelación que representa un Cisne volando sobre la Vía Láctea según la mitología griega. ES fácil de localizar a simple vista, más o menos en el medio del gran triangulo del verano (formado por Deneb, Vega y Altaír). Con un pequeño telescopio ya es posible de resolver el par gracias a sus generosos 35″ de arco de separación, así como de observar su precioso cromatismo. La principal es una estrella amarillenta de la magnitud 3,5 y la secundaria es una estrella azulada de la magnitud 5,1. Su distancia; aproximadamente unos 400 años luz. Un inmejorable ejemplo para mostrar al telescopio que las estrellas tienen colores.

Próximamente más imágenes, de momento, con el mismo instrumental.

¡Gracias por vuestra atención!

6 comentarios en “Astrofotografía (Galería 1)

  1. Muy interesante y ameno Blog, muchas gracias, mi querido amigo German, por maravillarnos y enseñarnos mas sobre el «Cosmos», esta hermosa ciencia llamada Astronomía.
    Felicitaciones amigo, y «Buenos Cielos»

    «El cosmos es todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será. Nuestras más ligeras contemplaciones del cosmos nos hacen estremecer: Sentimos como un cosquilleo nos llena los nervios, una voz muda, una ligera sensación como de un recuerdo lejano o como si cayéramos desde gran altura. Sabemos que nos aproximamos al más grande de los misterios»
    Carl Sagan.

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